Talento científico 'made in Segovia'

Nacho Sáez
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María José Fernández-Reyes, nefróloga del Hospital General, ha participado en un novedoso estudio sobre enfermedades renales.

Talento científico 'made in Segovia' - Foto: Rosa Blanco

Nefrólogos españoles confirman la eficacia de la diálisis peritoneal en enfermedad renal crónica en mayores de 65 años». La noticia difundida a nivel nacional por la agencia Europa Press hace sólo unos días desvelaba este avance científico y revelaba también que había sido fruto del trabajo de profesionales de siete hospitales. Entre ellos, el de Segovia, donde la doctora María José Fernández-Reyes, talento científico ‘made in Segovia’, puede presumir de haber sido una de las participantes.

Natural de un pueblo de Albacete pero segoviana de adopción desde hace más de dos décadas, es jefa de sección y trabaja en el Servicio de Nefrología del Hospital General, donde el año pasado atendieron a 160 pacientes con enfermedades renales avanzadas. Ella y sus compañeros orientan hacia el trasplante o hacia la diálisis a todas las personas que han agotado sus opciones de tratamiento anteriores. «Porque antes de plantear que sean trasplantadas o que reciban diálisis se agotan todas las posibilidades. Se retrasa al máximo el tratamiento mediante trasplante o diálisis, explica Fernández-Reyes sentada en su despacho mientras de fondo se escuchan a esta parte del Hospital las voces de los enfermos que llegan con el objetivo de recibir atención que precisan.

En el día a día de esta nefróloga, la asistencia sanitaria se mezcla con la labor investigadora que realiza, para la que subraya que «tengo que sacar tiempo fuera del trabajo para poder sacarla adelante». Forma parte de la Sociedad Española de Nefrología y también de diversos grupos que llevan a cabo análisis de forma coordinada. Como este en el que han confirmado la eficacia de la diálisis peritoneal en personas mayores de 65 años, en el que han intervenido, además de ella, nefrólogos del Hospital Universitario Puerta del Hierro, el Hospital Universitario Gregorio Marañón, el Hospital 12 de Octubre y el Hospital Arganda, de Madrid; el Hospital Universitario Clínico de Valladolid y el Hospital de Ciudad Real.

La diálisis peritoneal es una técnica que sustituye la función renal y que permite filtrar y eliminar los desechos de la sangre utilizando el peritoneo. Todo ello por medio de un tratamiento que el paciente tiene la oportunidad de hacer en su propio domicilio y que requiere de una formación previa o de la ayuda asistencial de algún familiar también formado. En algunas ocasiones, no obstante, estaba desaconsejado tradicionalmente en el caso de la población geriátrica debido a que esta cuenta con una alta prevalencia de enfermedad renal crónica y se encuentra asociada con aspectos clínicos como la morbilidad, la dependencia y fragilidad.

El estudio desarrollado con la participación de esta doctora del Hospital General de Segovia nació precisamente con el objetivo de describir el tratamiento con diálisis peritoneal en pacientes mayores con enfermedad renal crónica y analizar posteriormente su evolución clínica comparada con los pacientes más jóvenes, así como identificar áreas de mejora asistencial en esos pacientes más ancianos. En total, se incluyeron 2.435 pacientes renales en tratamiento de diálisis peritoneal en el periodo 2003-2017, de los cuales el 32 por ciento eran mayores de 65 años y el resto pacientes más jóvenes.

«Entre unos y otros, los resultados en términos de eficacia fueron equiparables. Es verdad que es una técnica que suele utilizar la gente joven porque lo puede hacer de manera autónoma en su domicilio, pero hemos podido confirmar que también es una buena opción para los mayores», destaca Fernández-Reyes acerca de una investigación que también mostró que la principal causa de salida de este tratamiento en los pacientes jóvenes fue el trasplante renal. Mientras, en ancianos, el motivo de abandono fue el paso a la hemodiálisis, principalmente por cansancio del cuidador o el autocuidado del paciente. 

Además, se identificó diversas áreas de mejora asistencial en la aplicación de la técnica de diálisis peritoneal en estos pacientes mayores de 65 años, como la necesidad de mejorar el manejo preventivo de las infecciones que se pueden producir y el agotamiento del paciente o cuidador con soporte social adecuado para evitar el abandono de la técnica ajeno a las propias complicaciones de la misma. En definitiva, el trabajo presentado en el XLIX Congreso de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) que tuvo lugar en La Coruña, demostró el cumplimiento de los objetivos terapéuticos necesarios para continuar con la diálisis peritoneal como tratamiento en los pacientes mayores con enfermedad renal crónica, si bien se registró un mayor índice de mortalidad en estos pacientes y una mayor tasa de peritonitis, aunque el tiempo de permanencia de la técnica fue similar al de los pacientes jóvenes.

ESPERA. «Les hace ganar autonomía y les mantiene activos», añade Fernández-Reyes sobre las ventajas de esta técnica. En estos momentos, el Servicio de Nefrología del Hospital General cuenta con diez pacientes que se someten a diálisis peritoneal, que constituyen una minoría dentro de los enfermos renales crónicos (160 el año pasado en Segovia), que suelen pasar por un trasplante (100 el año pasado) o por la hemodiálisis (50). «Hay que remarcar que hay mucha gente que está dispuesta a donar un riñón a un familiar, por lo que la espera para recibir un trasplante suele ser muy corta», indica la doctora, que también hace hincapié en «la buena atención sanitaria que se presta en Segovia» como una de las principales causas de la «baja» prevalencia de la enfermedad renal avanzada en nuestra provincia.

Esta afecta al dos o tres por ciento de la población, mientras que en el caso de la insuficiencia renal –que no requiere en principio de trasplante o tratamiento con hemodiálisis o diálisis peritoneal– se eleva al 20 por ciento. Con 1.000 pacientes por cada millón de personas, Segovia, de hecho, se encuentra por debajo de la media, que se sitúa en 1.200 por cada millón dentro de una enfermedad que cuenta con numerosos recursos didácticos gracias a la función que ha desempeñado la Sociedad Española de Nefrología desde su fundación en el año 1964.

El perfil del enfermo renal avanzado es una persona mayor que suele arrastrar varias patologías, como pueden ser diabetes o hipertensión, aunque tampoco faltan los que sufren enfermedades propias del riñón. La labor investigadora que se desarrolla desde diferentes hospitales ha permitido mejorar su calidad de vida. Aparte del estudio sobre la eficacia de la diálisis peritoneal en mayores de 65 años, Fernández-Reyes cuenta que están inmersos en nuevas líneas de trabajo. Una sobre la función tubular a la hora de pronosticar el progreso de la enfermedad, «aunque la evolución de la enfermedad renal crónica es lo que más nos preocupa», tal y como apunta.

Esta jefa de sección del Servicio de Nefrología del Hospital General de Segovia pone el acento en la importancia de la investigación («Sin ella, no avanzaríamos») y sólo pide «tiempo» para poder obtener resultados, «porque en líneas generales con medios sí que contamos». El grupo con el que ha sido noticia ahora se creó en 2008 y se ha convertido en una referencia a nivel nacional. «Cada uno en su campo tiene que hacer una labor de investigación», concluye esta doctora. Las organizaciones sociales también están aportando su granito de arena en este terreno. La Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón acaba de editar una guía para familias con niños que sufren enfermedad renal crónica, y ha querido hacer hincapié en la importancia del ejercicio físico.