El crecimiento de la internacionalización volverá a constituir uno de los grandes objetivos de las empresas de Segovia en el año que está a punto de comenzar. El reto de apostar por que su actividad traspase fronteras de nuevo (o por primera vez) figurará subrayada en rojo en las agendas de los empresarios segovianos, que sin embargo se van a encontrar con un contexto transnacional complejo. Los aranceles de Trump, el Brexit, la guerra comercial entre EEUU, Rusia y China o la inestabilidad en Latinoamérica tiñen de incertidumbre un 2020 que arrancará con la provincia marcando sus mejores cifras de exportaciones de la última década.

Hasta el pasado octubre –el último mes de 2019 del que ofrece datos el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo–, nuestras empresas habían vendido productos por valor de 324, 5 millones de euros, un 17,4 por ciento más que el ejercicio anterior y un 107 por ciento más que hace diez años. La revolución digital que aún continúa ha sido la catapulta de un crecimiento progresivo que sólo se detuvo durante uno de los años de la crisis económica global (2012).

11 años después del inicio del colapso financiero, las dificultades no se pueden dar por olvidadas pero se encuentran más localizadas. Una de las que más preocupa a las empresas segovianas es la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a los productos europeos. Entre los españoles, los más afectados serían los aceites, el vino, el jamón y los quesos, cuyos productores observan con inquietud este escenario tras años de inversiones para conseguir una cuota de negocio en este mercado.

Algunos productos hechos en la fábrica de Verescence, en La Granja. - Foto: Rosa Blanco

La balanza comercial revela que Segovia realizó exportaciones a EEUU por valor de 5,9 millones de euros hasta octubre. Las conservas, las verduras y la fruta y el caucho y sus manufacturas acapararon la mayor parte de la facturación (1,2 millones de euros), seguidas por las bebidas (el vino principalmente), que generaron un movimiento económico de 298.293 euros.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha puesto de relieve la intención de la Junta de Castilla y León de desarrollar el próximo año en EEUU  una campaña «intensa» que permita «elevar» el nivel de posicionamiento de los vinos y los lácteos de la región. Según explicó a Ical, la intención es que estos productos estén «en posición de menos riesgo» ante la posibilidad del incremento de los aranceles por parte del Gobierno de Trump. Carriedo reconoció que los vinos de Castilla y León están situados en un nivel «alto» pero «no muy alto», como es el caso de otros caldos como los franceses, con un volumen de exportaciones de 20,3 millones de euros el año pasado. «Cuanto más alto es tu nivel de posicionamiento, menos puede afectar un arancel», consideró el consejero, quien incluso advirtió de que el establecimiento de estos gravámenes puede ser beneficioso para los productos más asentados, a los que una subida del precio los hace «más atractivos».

Está por ver, en cambio, el escenario que se generará cuando se consume la salida del Reino Unido de la Unión Europea, previsiblemente el 31 de enero. En este caso, para las empresas segovianas están en juego 14,6 millones de euros, procedentes sobre todo del sector de los productos farmacéuticos (5,4 millones), de las bebidas (3,1 millones) y de plantas vivas y productos de floricultura (un millón). Carriedo ve en este acontecimiento «una oportunidad» para Castilla y León. Aunque apostilló que genera «huecos sin cubrir por el Reino Unido en la UE», lo que favorece el posicionamiento de los productos de la Comunidad y la llegada a las grandes empresas, pero no se trata de una operación «beneficiosa para el conjunto de la economía». «Queremos ayudar a las pequeñas y medianas empresas exportadoras para ver oportunidades de mercado que podrían quedar liberadas como consecuencia de este nuevo escenario», añadió.

Para el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, mientras, «ahora tenemos [en Castilla y León] una cultura de la exportación que ya ha calado en muchos ámbitos de la industria agroalimentaria». En declaraciones a Ical, admitió no obstante que en este momento se ha producido «otra vuelta de tuerca» que obliga a «convivir en un estado de guerra arancelaria». China reducirá esos aranceles a más de 850 productos –entre ellos la carne de cerdo– a partir del 1 de enero. Una circunstanciua que abre una puerta a los ganaderos segovianos, que atesoran una de las mayores cabañas porcinas de España.

A dos millones de euros asciende en la actualidad el valor de las exportaciones con destino China de las empresas de Segovia, que también podrían notar las repercusiones de las protestas sociales que se han extendido por Latinoamérica. En Marruecos, que acaba de chocar con el Gobierno, están en juego por último 11 millones.