Las borrascas Daniel y Elsa se suben a la montaña rusa

D. A.
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Los dos temporales de esta semana han ganado intensidad por el modo en que los vientos se aceleran al bajar por la sierra hacia Segovia

Cartel doblado por el viento en la entrada a San Cristóbal.

La semana empezó con ‘Daniel’ y va a terminar con ‘Elsa’, que alargará hasta el domingo una sucesión de borrascas con vientos por encima de los 100 kilómetros por hora. Hasta 140 en las cimas más altas de la sierra, desde donde descienden hacia Segovia como si de una montaña rusa se tratara. Así lo describe Adrián Escobar, responsable de la web Meteosegovia, quien también habla de un «efecto ladera» con ráfagas que ya el lunes alcanzaron los 121 km/h en Segovia capital, pulverizando un récord en un mes de diciembre que permanecía desde el año 2000. 

«Cuando tenemos vientos de sur en Segovia se produce el efecto ladera», explica Escobar. «Se produce cuando el viento asciende lentamente por el sur del Guadarrama, y cuando llega a la cima y desciende a la cara norte, se produce una fuerte aceleración del mismo, pudiendo alcanzar rachas muy intensas en zonas cercanas a la sierra». De ahí que el pasado lunes se alcanzaran o superaran los 100 km/h «en puntos muy localizados del sur de la provincia», ya que «este viento al alcanzar a la meseta se fue frenando, perdiendo su intensidad», mientras en zonas del norte de la meseta se registraban rachas menos intensas de hasta 80 km/h. «Es un efecto muy parecido a lo que ocurre cuando nos montamos en una montaña rusa, vas ascendiendo lentamente y cuando pasas la cima caes de forma brusca», y si además se añade otro factor más como una borrasca, el viento se acelera todavía más.

Así desplazó hasta la bola de Navidad de la plaza de la Artillería, que se ha quedado con un bollo de recuerdo. Cientos de árboles destrozados en Segovia capital,San Ildefonso (incluso pinos de gran tamaño en el Campo de Polo y numerosos ejemplares en los jardines del palacio) y otros muchos municipios de la provincia. O los tejados del colegio de Infantil y Primaria Carlos de Lecea o del Conservatorio Profesional de Música de Segovia, entre otros muchos. LosBomberos no pueden utilizar la autoescala cuando soplan vientos a partir de 60 kilómetros hora, así que encima les tocó esperar al día siguiente y exponerse a males mayores, pero sonrió la fortuna. Y uno de los pesados nidos de cigüeña de Coronel Rexach al suelo, señales y conos volando por la SG-20, aparte de contenedores en marcha por la ciudad, media docena de coches afectados, los peligrosos bailes de los tendidos de iluminación navideña, la estación del AVE amagando con reventar a ráfagas contra los cristales que miran a la sierra, la persona mayor que se cayó por un golpe de viento en el paseo del Salón... La alcaldesa de Segovia,Clara Luquero, valoraba el jueves a media mañana que al menos no se hubieran producido daños personales de relevancia y aconsejaba de paso a los ciudadanos que, si podían permitírselo, evitaran salir de casa a partir de las 15.00 horas y hasta la medianoche.

La iglesia de San Esteban, acordonada por riesgo de caída de la cruz de hierro que corona su torre y que, según se estima, puede pesar unos 400 kilos.La iglesia de San Esteban, acordonada por riesgo de caída de la cruz de hierro que corona su torre y que, según se estima, puede pesar unos 400 kilos.

Casi en paralelo, la Policía Local procedía a acordonar el perímetro de la iglesia de San Esteban tras comprobar con el Obispado que se había doblado una parte del eje de su veleta. Poca broma, porque la emblemática cruz de hierro que corona la torre puede pesar alrededor de 400 kilos, según advertía el propio jefe de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja.

parques precintados. Durante la jornada también se acordonaron las zonas arboladas y por supuesto todos los parques. Desde el valle del Clamores o la chopera de SanMarcos hasta la alameda, los jardinillos de SanRoque, la Dehesa, Santo Tomás, el entorno del cementerio... 

Con el paso de los días crecerá la lista de árboles que sucumben víctimas del viento, ya que algunos que parecen haber aguantado podrían terminar siendo retirados para prevenir riesgos por el previsible debilitamiento de sus raíces, según avanza el concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo. Y por otro lado, apunta que, curiosamente, la gran nevada de hace dos años ha podido amortiguar las consecuencias de los vientos de estos días, puesto que ya se encargó aquel temporal de hacer cierta selección natural y propiciar una limpieza más exhaustiva de ejemplares débiles y ramas.

Pero ‘Elsa’ ha venido a quedarse hasta el domingo en la mayor parte de la península y en Segovia aún se prevén vientos de hasta 90 kilómetros por hora en estos últimos días de la semana. 

En teoría, las mayores ráfagas que va a dejar esta nueva borrasca ya han pasado porque serían las que se predijeron para la tarde noche del jueves y la madrugada del viernes, pero el nunca infalible pronóstico meteorológico ya se quedó corto el lunes al avanzar vientos de hasta 100 km/h para ese día. Toca mantener la guardia alta, y más mientras la ‘montaña rusa’ de la sierra siga activa.