¿En peligro la copa de Navidad?

Nacho Sáez
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Uno de los principales distribuidores de bebidas alcohólicas de la provincia se salva de momento de la escasez, pero reconoce la incertidumbre reinante en el mercado ante las fiestas.

Daniel San Juan, coadministrador del distribuidor de hostelería Dihose. - Foto: Rosa Blanco

Primero fueron los microchips, luego el aluminio y ahora no parece haber materia prima que se salve de la crisis mundial de suministros, que se manifiesta en sectores de lo más heterogéneos. Uno de los últimos en dar la voz de alarma ha sido el de las bebidas alcohólicas, que no obstante ha tenido que salir al paso para desmentir que la escasez se vaya a prolongar en Navidad, la época en la que registran un mayor pico de ventas. Según expertos consultados, Segovia ha esquivado de momento estas roturas de stock pero reconocen la incertidumbre reinante en el mercado ante la posibilidad de unas fiestas con los almacenes sin las suficientes provisiones de ginebras, vodkas e incluso vino y cervezas.

«Restaurantes que tienen muchas cenas de empresa y eventos nos están llamando y nos están pidiendo que, si va a haber problemas, los avisemos para que hagan acopio», explica Daniel San Juan, coadministrador de Dihose, uno de los principales distribuidores de bebidas alcohólicas de la provincia. Los retrasos en las entregas comenzaron hace más de un mes, pero en su caso han podido cumplir con el «97 por ciento» de sus clientes. «Nosotros nos hemos librado un poco por suerte y también porque compramos directamente al fabricante. Por eso nos han respetado un poco más», apunta San Juan, conocedor de la complicada situación que atraviesan otros colegas. Ahora que se recuperaban del tremendo golpe provocado por la pandemia se han encontrado con este nuevo escenario, ligado también muy directamente al atasco en el transporte por el Brexit.

En la Denominación de Origen Valtiendas, la única cien por cien segoviana, acusan estos días la subida de la luz pero también la falta de botellas para envasar sus vinos. «El vidrio ha subido tres veces este año y el plazo de entrega es un mes y medio o dos meses como mínimo y no te lo garantizan.Y el cartón te lo mandan en un mes y medio o dos meses y ha subido cinco veces y se espera que lo haga más. Lo estamos sufriendo todos pero más las bodegas pequeñas. Nosotros necesitamos pequeñas cantidades para nuestro suministro habitual y no cogemos un camión entero», indica su presidente, José María Galindo, pesimista con el horizonte próximo: «El gran problema es que va a subir todo como la espuma. No solo el vino, va a haber problemas de mantenimiento de las empresas y una crisis económica mundial. Hasta ahora se ha sujetado la gente con los ERTE pero a partir de ahora va a ir mucha a la calle y muchos otros van a perder poder adquisitivo».

Gustavo Gómez, responsable del Gin Club Menorá.Gustavo Gómez, responsable del Gin Club Menorá. - Foto: Rosa Blanco

Ubicado en Nieva, Herrero Bodega produce 200.000 botellas al año. «Nuestra línea de embotellado es pequeñita, pero nos han avisado de que hagamos los pedidos con tiempo suficiente porque no se pueden comprometer a servirnos el vidrio y el cartón como hasta ahora. Desde finales de agosto se hablaba de la falta de materias primas, pero ha sido ahora a primeros de octubre nos han notificado esto», cuenta uno de sus responsables, Javier Herrero, al menos en apariencia tranquilo a pesar de que asegura que no acumulan stock «para ahorrar gastos». «Hemos bajado un poco la producción a raíz de la pandemia para evitar que el producto no se estropee por no consumirse».

El consumidor final todavía no percibe esta crisis en Segovia, según el propietario del Gin Club Menorá, Gustavo Gómez. «Se ha hecho una bola muy grande de algo que puede llegar pero aún no lo ha hecho. Estamos siendo demasiado alarmistas», opina. A él la distribución solo le ha fallado una semana («Pernod Ricard, que lleva Seagram's, nos dijo que no había llegado a Segovia pero después nos han vuelto a servir con normalidad») y no se plantea realizar compras más grandes para prevenir. «En otras condiciones lo haría porque en una situación normal tenemos un almacén bastante importante. Ahora tenemos provisión para diez o quince días porque después de lo que hemos pasado con la pandemia no andamos boyantes. No temo por ello tampoco porque si no vendemos ginebras de importación, venderemos nacionales», argumenta.

No obstante, la asociación Espirituosos España ha aclarado que las eventuales roturas de stock de bebidas espirituosas no son generalizadas, ha desmentido «categóricamente» que se deba a un aumento exponencial del consumo y ha expresado su confianza en que la situación sea coyuntural.