La carne mechada, conocida tradicionalmente en Andalucía como ‘La Mechá’ –cocinada con cabeza de lomo de cerdo, mechada en el interior con embutido, tiras de zanahoria, jamón serrano, huevo duro y tocino salado–, ha sido una apuesta segura en muchos restaurantes y bares principalmente de esta comunidad del sur, incluso el plato se ha exportado a otros puntos de la geografía española.  

Esto se conoce ahora, después de ver el mapa de afectados por unos lotes de la empresa sevillana Magrudi contaminados por la bacteria Listeria monocytogenes, que ha afectado ya a 175 personas, en su mayoría en la región andaluza, y se mantienen como sospechosos más de medio millar, habiéndose producido además el fallecimiento de una anciana de 90 años, aunque ha muerto un hombre de 62 años en Asturias por listeriosis pero no guarda relación con el brote de Andalucía. 

El jueves, 15 de agosto, la Junta de Andalucía  decretó una alerta sanitaria sobre el producto de donde también se habían vendido lotes en otras comunidades. Y en Segovia…

Este martes, con la crisis en pleno auge,  la Junta de Castilla y León activó el procedimiento de Gestión de la Red de Alerta Rápida Alimentaria tras comprobar que un establecimiento ubicado en San Rafael,  había recibido carne contaminada con listeria.  En concreto,  aseguró el Gobierno regional en un comunicado, cuatro envíos del producto  «de los cuales tres estarían afectados ya que se han elaborado con posterioridad al mes de mayo y su fecha de caducidad es de tres meses». Retirado el producto del mercado, Sanidad realizó una inspección en el establecimiento, ubicado en la travesía del Alto del León.  Se trataba del primer caso de presencia de ‘La Mechá’ conocido en esta Comunidad autónoma. 

La noticia cayó como un jarro de agua fría en los propietarios de la Charcutería A&R, que emplearon las redes sociales para defenderse de la nota oficial. De hecho, el presidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, dijo textualmente a los periodistas en Riaza que «no se ha demostrado que esté contaminada» la carne sospechosa retirada en San Rafael. 

Lo mismo repitió, este jueves, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien informó que se analiza en el laboratorio de Salud Pública del Servicio Territorial . 

Ángela y Ramón se dirigieron a sus clientes poniendo a su disposición la factura y el número de lote 904037 «para la completa tranquilidad de que es de los contaminados,  el 906033 y 907000». Incluso, para más garantías aseguraban haberlo consumido, sin haber sufrido ninguna afección a la salud, e informaban de la presencia del  inspector de Sanidad cuyo informe también ponían a disposición de sus compradores. En tono coloquial, cerraban su mensaje afirmando que «gracias a dios, el lote nuestro no era de los afectados, así que tranquilidad ante todo y gracias».  Según la propiedad del establecimiento, en otro de los comentarios «los inspectores de sanidad que nos han visitado (...) han comprobado la limpieza que tenemos y nuestra manera de trabajar». También dudaban de la veracidad de la información facilitada por el Gobierno regional que hablaba de la posibilidad de que «estarían afectados tres lotes». 

Casado explicó que, ayer, miércoles, fue dado de alta en el Complejo Hospitalario de Segovia, donde ingresó el domingo, un sevillano, de unos 50 años, que trabaja en un taller de chapa en Ayllón,  cuyos hemocultivo y coprocultivos siguen siendo negativos. A su hijo, con quien comió la carne en Sevilla, sí se le había detectado listeria, recibió el tratamiento oportuno en Andalucía, pero «está perfectamente bien» y dado de alta. 

Otros dos casos probables de Segovia, de acuerdo con la consejera, son un matrimonio en torno a 60 años que acudió al servicio de urgencias porque, hace una semana, consumieron la carne mechada en Sevilla, y actualmente se encuentran en su domicilio.  

Fernández Mañueco aprovechó para enviar a los castellanos y leoneses un «mensaje de tranquilidad» a la población teniendo en cuenta que la enfermedad no se transmite por contacto humano sino por consumo de un alimento contaminado. Es generalmente una enfermedad leve, que cursa con fiebre y diarrea de manera similar a otras infecciones trasmitidas por alimentos y solo en determinados casos puede revestir una mayor gravedad, sobre todo en población de riesgo como mujeres embarazadas o personas mayores.