Seña de identidad

M.H. (SPC)
-

España produce más de un tercio de todo el aceite de oliva mundial y lo vende en tres continentes, habiendo mejorado este año las cifras del último quinquenio tanto en exportaciones como en el mercado interior

Seña de identidad - Foto: Javier Pozo

La dieta mediterránea es conocida en todo el mundo por sus bondades. La longevidad y la salud mejoran en las zonas en las que sus habitantes siguen este patrón alimentario respecto a otras áreas del planeta. Uno de los pilares de esta dieta, quizá el más conocido y apreciado, es sin duda el zumo de aceituna, el aceite de oliva. Y España está a la cabeza en la producción del llamado oro líquido, con más de un tercio del volumen mundial año tras año.

Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, explica que esta campaña se calcula una cifra de 1,3 millones de toneladas, que viene a ser un valor medio, a pesar de que en un principio se preveía una cosecha superior. Algunas estimaciones que se realizaron antes de empezar la cosecha elevaban estos números, pero una productividad algo menor que la esperada y la borrasca Filomena (que provocó que se perdiera algo de aceituna y que en algunas zonas el rendimiento del fruto fuera menor) lo han dejado en esos 1,3 millones, casi la mitad de los tres millones de toneladas que se producirán en todo el planeta.

Aún así, y a pesar de los obstáculos que encuentra el sector, Teresa confiesa que es un buen año. Los precios están al nivel de hace dos ejercicios (mejor que el pasado) y en cuanto al volumen de exportaciones y de ventas dentro de nuestro propio país, los números son los mejores del último lustro.

Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. Y eso a pesar de zancadillas como los aranceles que establece Estados Unidos para la entrada de aceites (y otros productos, como queso o vino) españoles en ese país. Teresa señala que aunque se espera que tras la salida de Trump de la Casa Blanca la administración de Joe Biden sea más conciliadora, lo cierto es que hasta el mes de agosto, como pronto, no va a haber cambios. Este tipo de tasas se revisan cada seis meses y, a pesar de que podría haberse retocado este mes de febrero, la reciente toma de posesión exigía una premura en los trámites imposible de acometer para un gobierno recién instalado. Así las cosas, no queda más remedio que aguardar medio año y confiar en que una traba que tiene su origen en un conflicto en el sector aeronáutico internacional deje de afectar al campo español.

En cualquier caso, los exportadores de nuestro país no han perdido el tiempo y se han aplicado para no perder cuota de mercado al otro lado del charco. Estos aranceles solo se aplican a producto de origen español, por lo que el 80% del aceite que se ha estado enviando desde aquí a Estado Unidos provenía de terceros países como Túnez, Marruecos o Turquía. Lo lógico sería que en el momento en el que las tasas desaparezcan ese aceite que llega al país norteamericano vuelva a ser nuestro.

Por lo que se refiere al polémico etiquetado NutriScore, la gerente de la Interprofesional explica que da una información confusa al consumidor valorando solo la grasa y olvidando otros importantes componentes del aceite de oliva, como los antioxidantes, la viatmina D o los polifenoles, que son, entre otros factores, los que le hacen superior a otros aceites. De las cinco categorías que establece esta clasificación (de la ‘A’ a la ‘E’), en un principio el de oliva estaba incluido en la ‘C’, por lo que desde la entidad a la que representa Teresa se advirtió al Ministerio de Consumo de que sus beneficios para la salud «quedan claramente enmascarados en el sistema de etiquetado nutricional voluntario que el Gobierno de España tiene la intención de implantar en nuestro país».

El producto de la molturación de la aceituna.El producto de la molturación de la aceituna. - Foto: Javier BurgosSegún la Interprofesional, el 70% de los aceites que comercializa España se marchan fuera de nuestras fronteras, la mayoría a países de la Unión Europea, cuyos habitantes, en la mayor parte de los casos, todavía no conocen suficientemente las bondades del producto, por lo que ese etiquetado equívoco podría llevarlos a limitar o incluso evitar su consumo. Pedro Barato, presidente de la Interprofesional, señalaba que «para nosotros es fundamental que cualquier sistema de etiquetado recoja las evidencias científicas que los investigadores han aportado, en las últimas décadas, sobre sus beneficios saludables. Por eso es tan importante que NutriScore reevalúe la calificación que reciben los aceites de oliva». Finalmente, el Ministerio de Consumo accedió a sacar a los aceites de oliva de este tipo de etiquetado para proteger al mercado.

Por otra parte, en fechas recientes se ha conocido un importante avance para el sector. A partir de ahora se podrá autorregular para controlar el mercado y evitar aumentos en la oferta que devalúen el producto. En años excepcionales, explica Teresa Pérez, se puede llegar a alcanzar una producción de hasta 1,7 millones de toneladas, es decir, unas 400.000 toneladas más que esta campaña, en la que oferta y demanda están equilibradas. Para evitar eso, ahora es posible retirar producto del mercado para dedicarlo a otros fines (alimentación animal) o volver a ponerlo a la venta cuando las circunstancias lo aconsejen.

Además se va a incentivar la cosecha temprana, que, aunque ofrece menor rendimiento, genera un aceite de mayor calidad y duración y además evita en parte los problemas derivados del clima (como Filomena). Es cierto que el precio se encarece, pero el consumidor, sobre todo en España, está cada vez más educado, ya que ha aprendido a apreciar las diferentes cualidades de cada aceite, aunque la gerente de la Interprofesional se lamenta de que en este campo aún estamos «lejos de lo que deberíamos estar siendo el país líder en producción».

En ese sentido, el sector ha cambiado mucho en las últimas tres décadas. Según comenta Teresa Pérez, se han llevado a cabo importantes modernizaciones en las almazaras, lo que se ha traducido en una mejora generalizada en la calidad del producto. Además se han puesto en valor las diferentes variedades de aceituna, un concepto al que antes el consumidor apenas prestaba atención. Todo ello, en gran parte, gracias al esfuerzo de la Interprofesional.

Por lo que se refiere al impacto de la pandemia en las ventas, el aceite de oliva a visto aumentado su consumo en España. El cierre de la hostelería y el menor uso en restauración colectiva se ha visto compensado con creces por el uso en los hogares. Los españoles han pasado más tiempo en la cocina durante este año y han sabido apreciar las bondades del zumo de aceituna para elaborar sus recetas, como no podía ser de otra manera.

Restauración colectiva.

El ahorro de costes está expulsando a los aceites de oliva, la grasa vegetal más sana, de los menús de hospitales, residencias de mayores y comedores escolares de España. El consumo de este producto en la restauración colectiva en nuestro país lleva años cayendo. Durante los últimos tres ejercicios ha pasado de suponer el 31 % del total del volumen total de aceites consumidos en 2017, a sólo el 25 % en 2019. Cifra que contrasta con la penetración en hogares, el 66% en 2019. Pero se podría incrementar significativamente la presencia de los aceites de oliva en los menús escolares con un coste mínimo, desde 0,23 euros al mes por niño, de acuerdo con el estudio ‘Aceites de Oliva en la Restauración Colectiva’ elaborado para la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.

Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional, señalaba tras la publicación del estudio que «es paradójico que en el país que es líder mundial en producción de aceites de oliva, su presencia sea anecdótica en hospitales, colegios, residencias y restauración colectiva en general», algo que se comprende aún menos si comprobamos que los aceites de oliva lideran el consumo de grasas vegetales en el hogar, con un 66% del volumen total.

Los expertos consideran que, en estos momentos, más que nunca, es fundamental promover la alimentación saludable entre la población y especialmente en los segmentos más sensibles (niños y enfermos), en el ámbito de la educación y el sociosanitario. Una labor que han de potenciar las distintas administraciones, para propiciar una población favorecida por los beneficios antioxidantes y cardiosaludables que aportan los aceites de oliva a la dieta.

 

Campaña internacional.

En España hay tradición de consumo y probablemente Nutriscore no habría supuesto un gran problema, pero en otros países donde no hay costumbre de usarlo esta calificación podría echar por tierra los esfuerzos de la Interprofesional (con la ayuda de la UE) en forma de campañas de promoción. Estas campañas, como la ‘Olive Oil World Tour’, han sido capaces de aumentar la demanda de este alimento en los principales mercados exteriores. En tres años, las ventas conjuntas de Aceites de Oliva de España en Japón, China y Taiwán han crecido un 41 %; y un 8 % en Alemania, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos. Al mismo tiempo, el consumo creció un 10 % en España. La nota negativa la pone Estados Unidos con una caída de las ventas de un 7 % a consecuencia de los nuevos aranceles impuestos en 2019 por la administración Trump, aunque es de esperar que esta realidad cambie a partir del mes de agosto.

En estos tres años, la campaña ha estado presente decenas de aeropuertos de los tres continentes, entre ellos, siete de los 10 mayores del mundo: Atlanta, Pekín, Los Ángeles, Tokio, Chicago, Londres y Shanghái, que en 2019 sumaron más de 625 millones de pasajeros. La estrella de la campaña ha sido el Olive Oil Lounge instalado en los aeropuertos, las estaciones de tren y los puertos más relevantes, puertas de entrada o de paso a las grandes ciudades, con oleotecas, catas y actividades de información sobre los mejores aceites de oliva. «Los datos avalan la apuesta que hicimos hace tres años por una iniciativa de promoción a una escala con muy pocos precedentes en la agroalimentación europea: tres programas simultáneos en otros tantos continentes, nueve países, tres años y un presupuesto de unos 19 millones de euros, del que la Unión Europea ha asumido el 76%. Una vez más, Bruselas ha confiado en la Interprofesional del Aceite de Oliva para gestionar programas muy complejos. Los resultados están a la vista», asegura el presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, Pedro Barato.

 

Tradicional e intensivo.

La aceituna puede cultivarse con métodos tradicionales, pero también intensivos. En el primer caso, la densidad de olivos por hectárea ronda los 80 o 100, es decir, hay unos diez metros entre pie y pie; en el intensivo hay muchos más árboles y está pensado para poder usar método mecánicos. El tradicional, que actualmente constituye el 70 u 80% de toda la superficie dedicada a este cultivo, está más ligado al territorio, requiere más mano de obra y por eso mismo es más beneficioso para las comunidades rurales en las que se desarrolla. Además, habitualmente está más relacionado con figuras de calidad como las denominaciones de origen.