Coca Juniors-Maccabi de Levantar, Borussia Monchegafas-Aston Birras, Olympic de Madrona-Nottingham Prisa... Estos son solo algunos de los peculiares emparejamientos que se pueden producir en los Juegos Municipales, convertidos en un caladero del buen humor pero sobre todo consolidados como una de lasapuestas más firmes y con más tradición del Ayuntamiento de Segovia para la promoción del deporte popular. 36 ediciones soporta ya sobre sus espaldas este programa, que actualmente permite a más de medio millar de personas practicar una actividad física reglada en las mejores instalaciones  de la ciudad y a un precio bastante asequible.

Fútbol sala, fútbol 7 y desde marzo también bádminton son las opciones que tienen ante sí quienes quieran participar en una competición para adultos sin la exigencia de la federada. Un partido cada fin semana, normalmente en el mismo pabellón y tiempos adaptados a un decorado que pretende ser para la diversión. «La mayoría de los equipos no tiene ningún problema y  sus componentes se dedican a disfrutar», señala la concejala de Deportes, Marian Rueda, sobre algunos comportamientos que ponen en cuestión ese fin lúdico que se atribuye a los Juegos Municipales. «Un jugador ha estado sancionado dos años, se había reincorporado ahora, ha vuelto a crear problemas y finalmente ha sido excluido de forma permanente. Pero se trata de situaciones excepcionales», añade.

La norma habitual habla de unas ligas sin apenas incidentes de importancia en las que sus participantes –al menos en fútbol sala y fúbol 7– disfrutan de más de una veintena de partidos desde noviembre hasta mayo. Los conjuntos que se inscriben al inicio de cada curso son distribuidos en dos grupos de una decena de equipos cada uno. Tras esa fase inicial a una sola vuelta, los mejor clasificados pasan a una segunda ronda junto a los más destacados del otro grupo mientras que los menos afortunados van a parar a otra liguilla en la que vuelven a tener la oportunidad de jugar otro buen puñado de partidos más.

Y en junio aún les aguarda la Copa Presidenta del IMD y las finales de las ligas, el broche a un largo curso al que se apuntan desde estudiantes a jubilados así como componentes de tres de las instituciones que más ‘segovianos de adopción’ dan a luz, como son la Academia de Artillería, la Universidad de Valladolid y la IE University. «Hablamos de deporte social y creo que el Ayuntamiento hace una labor bastante loable», indica la edil de Deportes, que equipara los Juegos Municipales a la escuela de golf, el grupo de entrenamiento del Instituto Municipal de Deportes o las actividades para adultos que promueve esta misma área.

El programa está abierto a cualquier disciplina deportiva, según asegura la propia Rueda, que anuncia que en apenas unos días echará a andar la modalidad de bádminton. Lo que era un proyecto en un principio se ha transformado en realidad  de la mano del Club Deportivo Innoporc Eresma, que espera contar con al menos 12 parejas en esta primera edición. Los detalles aún están por cerrar, pero la competición se disputará casi seguro en el Pabellón Agustín Fernández las tardes de los sábados o los domingos.

El bádminton coge el relevo del voleibol, que este año no ha salido adelante, aunque la concejala de Deportes destaca que «parte del germen de la buena salud de la que goza el voleibol segoviano en la actualidad, a través del Segovoley, tiene que ver con los Juegos Municipales». Este mecanismo de promoción del deporte del Ayuntamiento de Segovia también se ha abierto, además, a 18 municipios de la provincia: San Cristóbal, Hontanares, Torrecaballeros, Trescasas, Abades, Ortigosa, Palazuelos, Otero de Herreros, Bernuy, Cantimpalos, La Lastrilla, Los Huertos, Espirdo, el Real Sitio de San Ildefonso, Garcillán, Valseca, Navas de Riofrío y La Losa. Gracias a un convenio de colaboración, los vecinos de estos últimos pueden inscribirse al mismo precio que si se encontraran empadronados en Segovia capital.

50 euros que solo contribuyen a cubrir una mínima parte de la inversión que se llevan estos Juegos Municipales, que se celebran en pabellones cubiertos, en el caso del fútbol sala, y en los campos de Nueva Segovia, en el del fútbol 7, aunque los participantes en esta modalidad también tienen acceso para cambiarse y ducharse a los vestuarios del Pedro Delgado. La organización también  se encarga de los arbitrajes, que hace años dejaron de ser aportados por la Federación de Castilla y León de Fútbol con el objetivo de ahorrar gastos.

«Es que se nos iría de precio y de esta manera es asequible y no funciona mal. Son gente que controla las normas», apunta la concejala de Deportes, que lo compara con estas mismas competiciones en Madrid, «donde los arbitrajes son el doble o el triple de caros que aquí». El Ayuntamiento de Segovia  gestiona cada curso los Juegos Municipales a través de una empresa a la que adjudica el servicio tras un concurso libre. Las pérdidas para las arcas municipales son de 30.000 euros por temporada. «Es una competición que está muy subvencionada, pero creemos que lo compensa que gracias a ella mucha gente practica deporte. Y la queremos seguir valorando», concluye la edil de Deportes. Por tanto, aún quedan muchos Coca-Juniors-Maccabi de Levantar o Aston Birras-Borussia Monchengafas.