¿Quién paga la motobomba?

A.M.
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Los vecinos de Santibáñez de Ayllón están molestos con el Ayuntamiento de Ayllón porque no les financia material contraincendios después de que, hace un año, ardieran cinco casas

¿Quién paga la motobomba?

Hace un año, en la madrugada del 8 al 9 de diciembre, un incendio destruyó cinco casas en Santibáñez, uno de los siete barrios que dependen del Ayuntamiento de Ayllón,  a 101,5 kilómetros de la capital, con 14 habitantes, aunque la población aumenta hasta los 300 en épocas de fiestas.  Pese a que no se registraron daños personales, algunos vecinos pusieron en riesgo sus vidas para tratar de apagar las llamas, aunque armados solamente con una manguera empleada para regar las plantas, incluso subidos a una pala que les prestó un particular para alcanzar las cubiertas, ya que los Bomberos de Segovia, debido a la distancia, no estuvieron operativos en la zona hasta pasadas tres horas. 

Según manifestaron entonces algunos vecinos,  las mangueras con que cuenta este núcleo estaban inservibles, con múltiples roturas y agujeros, y las bocas de riego están conectadas al depósito de agua potable, insuficiente para suministrar un caudal de agua suficiente durante más de unos minutos, y eso en el caso de que pudiera ponerse en funcionamiento. De hecho cuando llegaron los bomberos ignoraron el depósito de agua potable y suministraron agua a las bocas de riego bombeando el agua desde el río. 

En los últimos diez años se han registrado tres incendios graves, dos de ellos en los últimos tres,  teniendo en cuenta que la antigüedad de las casas –la mayoría con más de 100 años–,  están construidas con madera y adobe y pegadas unas a las otras. 

El presidente de la Asociación de Vecinos de Santibáñez de Ayllón, José Luis Díaz, ha afirmado a EL DÍA que, dado que no existe ninguna estructura profesional de bomberos, no ya en el mismo barrio sino en pueblos de mucho más entidad que éste y situados relativamente cerca: Ayllón, a 14 kilómetros, y Riaza, a 35 kilómetros, «la situación ante cualquier incendio se hace realmente dramática».  De ahí que, en su opinión, «no es previsible que, a corto plazo, se ofrezca una solución al tiempo de respuesta de los Bomberos de Segovia o se creen parques de bomberos con la suficiente cercanía a Santibáñez, por lo que desde la asociación se solicitó al Ayuntamiento de Ayllón la adopción de diversas medidas, como la compra de una motobomba de extracción con potencia suficiente para elevar seis metros el agua que deberá extraerse del río Aguisejo, así como mangueras y ampliaciones de mangueras que permitan llegar, desde las tomas de agua, a todas las viviendas del casco urbano de Santibáñez, que no superan los 150 metros de distancia. 

José Luis Díaz argumenta que el entonces alcalde de Ayllón, César Buquerín (PP),  les animó a que siguieran desarrollando esa propuesta hasta poder concretar el equipo a adquirir y su coste y, en caso de que la solución propuesta fuera viable, el equipo de gobierno intentaría ayudarles en la medida de sus posibilidades. 

En julio pasado, siendo alcaldesa María Jesús Sanz Tomé (PSOE), la asociación solicitó oficialmente ayuda al Ayuntamiento de Ayllón, para financiar el equipamiento seleccionado, pero la dirigente municipal, según un acuerdo de la junta de gobierno local, les ha respondido que el consistorio no asumirá el coste una motobomba contra incendios y sus complementos, por 7.554,03 euros, ni colaborará económicamente con su adquisición.  El argumento empleado es que, «teniendo en cuenta que todos los núcleos del municipio de Ayllón, cuentan con los mismos medios para combatir el fuego, consistentes en mangueras y bocas de riego, el subvencionar la motobomba adquirida por la Asociación de Vecinos de Santibáñez, supondría incurrir en un agravio comparativo para el resto de los pueblos, y no se sabe si la motobomba se va a poder usar, por falta de personal con la preparación adecuada para su utilización». 

Para José Luis Díaz, «la reacción [municipal] es inventarse excusas para rechazar la solicitud de ayuda como sería ‘el agravio comparativo’ de los otros barrios (…) saben que a ningún barrio le iba a agraviar que en uno de ellos [Santibáñez] se intentara solucionar un problema que el resto de barrios también tiene, sino que el agravio vendría cuando la solución de Santibáñez funcionara y, pasado un tiempo prudencial, no se preocuparan de darle una solución similar a los otros barrios».

Por ello, el presidente de la asociación vecinal entiende que,  «utilizando la excusa del ‘agravio comparativo’ y, por tanto, igualando los servicios a los barrios por abajo se acabó el problema para el ayuntamiento de Ayllón;  sigue desentendiendo a los barrios dependientes del consistorio en servicios fundamentales como es el de contraincendios pero no importa: mañana o en cualquier momento dirá en foros públicos que están muy preocupados por la España vacía”.