A la playa con el test

Sergio Arribas
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Jóvenes y familias a las puertas de un viaje vacacional copan la demanda de las pruebas rápidas de antígenos, ya disponibles en las farmacia sin necesidad de receta médica.

A la playa con el test - Foto: Rosa Blanco

El flotador, la sombrilla, la crema solar.... y el auto-test rápido SARS-COV-2. En el equipaje de vacaciones se ha colado este verano la prueba rápida de antígenos de la COVID-19, disponible en farmacia, sin receta médica y a un precio de entre 6 y 14 euros la unidad, capaz de esclarecer en 15-20 minutos la exposición a la enfermedad.  A disposición desde el 22 de julio en la mayoría de los 98 oficinas de farmacia de Segovia, la demanda de test rápidos corresponde hoy, en su mayoría, a personas jóvenes y familias que van a emprender un viaje vacacional y que quiere hacer sus maletas con «tranquilidad»; aunque también de aquellos que presentan algún síntoma que creen compatible con la enfermedad. A veces es un simple resfriado, aunque las dudas existen, especialmente si tuvieron contacto en algún momento con una persona contagiada. 

«Son usuarios que están intranquilos por cualquier motivo o que tienen algún síntoma y se quieren ir de viaje con más tranquilidad. No hay una demanda enorme, es algo escalonado (...) nosotros lo vemos como una herramienta más al servicio de la población», explica la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Segovia, que representa a unos 280 colegiados de esta provincia, Marta Ruano.

En Segovia no hay problemas de suministro de este tipo de test de antígenos, aunque a principios de agosto sí se agotaron en algunas farmacias ubicadas en las localidades españolas con mayor incidencia por cada 100.00 habitantes ante el repunte de  la quinta ola, según aseguraron, por su parte, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

A la playa con el testA la playa con el test - Foto: Rosa Blanco

Los primeros autotest para realizar en el domicilio disponibles en las farmacias fueron los de ‘anticuerpos’, a los que solo se podía acceder con receta médica. Comenzaron a distribuirse en diciembre del año pasado, a un precio de 25 euros, y permitían detectar si la persona gozaba de inmunidad frente al virus o si estaba en proceso de recuperación y podía aún contagiar.

Casi nueve meses después, este tipo de test puede adquirirse sin receta como también los novedosos de antígenos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado hasta ahora nueve marcas de test rápidos de antígenos, pruebas capaces de detectar las proteínas del virus —los llamados antígenos— e indicadas para personas con síntomas claros de la enfermedad, con mayor carga viral. 

No sirven de certificado. Estos autotest suponen tan solo una orientación y sirven para identificar «sospechas» de casos positivos en el momento en que se realizan, pero en ningún caso suponen una prueba de confirmación de una infección activa. «Cuando da un resultado positivo, hablamos de una sospecha y desde ese momento la persona se tiene que poner en contacto con el centro de salud y hacer un aislamiento», explica Ruano. En caso de ofrecer un resultado negativo no sirven para la obtención de un certificado de viaje; para lo cual, según informa OCU, hay que demostrar que se está vacunado o presentar una prueba diagnóstica de infección activa (PDIA), una PCR o un test de antígenos profesional.

A la playa con el testA la playa con el test - Foto: Rosa Blanco

La prueba de antígenos fue durante meses punto de debate; en concreto, ante la petición de algunos profesionales de realizarlos en las propias farmacias, algo a lo no se sumaron los despachos de Castilla y León, aunque sí algunas de Madrid, al ser unas pruebas que exigían un estricto protocolo  de seguridad. Las farmacias tenían que tener dos entradas independientes y hasta un laboratorio de análisis clínico.Sin embargo, todo aquello es ya historia gracias a estos nuevos test de auto-diagnóstico de antígenos, preparados para que pueda realizarlo cualquier profano en su casa. 

En ocho comunidades autónomas los test rápidos se pueden realizar en la misma farmacia; como en Galicia, donde el farmacéutico tiene acceso a una base de datos de la Consejería de Sanidad para certificar un posible positivo.

A 8,40 euros y en menos de 20 minutos. De los nueve test rápidos de antígenos aprobados en España, ocho utilizan una muestra nasal —a través de un hisopo que se introduce en las fosas nasales— y solo uno usa saliva. Hacemos la prueba con uno de los disponibles en una farmacia de Segovia, de muestra nasal, el fabricado por Xiamen Boson Biotech, a 8,40 euros la unidad. Tras sonarse varias veces y lavarse las manos el usuario debe abrir la solución, verter el contenido en un tubo y sacar el hisopo sin tocar la punta textil. Luego debe  introducir el hisopo en una fosa nasal de manera casi superficial—hasta dos centímetros y medio— y girarlo a lo largo de la mucosa, para repetir la operación en la otra fosa nasal. El hisopo con la muestra se introduce en el tubo, donde se gira otras tres o cinco veces. El tubo se cierra con un tapón y se desecha el hisopo. El siguiente paso es coger el tubo con cuentagotas y verter al menos tres gotas en un lugar donde indica el test. Solo queda esperar el resultado. El resultado, que se conoce en menos de 20 minutos, puede ser negativo, positivo o no válido.