Defectos en el fin de obra retrasan el CAT hasta septiembre

D. A.
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La dirección facultativa ha elaborado un informe de más de 30 páginas con deficiencias por subsanarse para que la constructora pueda formalizar la recepción de las obras con el Ayuntamiento, que asume ahora una nueva demora hasta el 18 de septiembre

Defectos en el fin de obra retrasan el CAT hasta septiembre - Foto: Rosa Blanco

El Ayuntamiento de Segovia ha concedido un nuevo plazo a la constructora adjudicataria de la finalización del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE), el edificio del CAT (Círculo de las Artes y la Tecnología), para que resuelva las deficiencias detectadas por la dirección facultativa en la ejecución de los trabajos. Rogasa debió terminar las obras el verano pasado, pero surgieron imprevistos admitidos por el Ayuntamiento que llevaron a concederle una prórroga que oficialmente expiraba el 9 de enero. Desde entonces está acumulando la empresa penalizaciones a razón de 1.800 euros por día de demora (superará los 300.000 euros), y ahora que se contaba con que hubiera terminado, se le permitirá seguir hasta el 18 de septiembre, así que hasta entonces, como poco, no podrá formalizarse la recepción de las obras.

La decisión del nuevo plazo se tomó el pasado viernes, día en que representantes del Ayuntamiento y la empresa mantuvieron una reunión que terminó con un acta de no recepción del edificio por los defectos detectados por la dirección facultativa (la oficina de arquitectura Sancho-Madridejos) y recogidos en un informe de más de 30 páginas. “La cantidad de deficiencias, carencias o defectos es alta, ya sean mayores o menores”, tal y como reconoce a El Día el concejal de Desarrollo Económico, Jesús García Zamora. Como ejemplos cita diferencias entre lo previsto inicialmente en el proyecto y lo ejecutado en la práctica respecto a la elección de algunos materiales o la manera en que se han realizado algunos acabados, así ciertos ensayos de control de calidad que no se han hecho o no están correctamente recogidos en la documentación entregada. Nada irreversible, pero que en principio va a requerir estos dos meses extra.

“Nuestra idea era concederles un mes más, pero la empresa planteó que como agosto es un mes complicado para conseguir ciertos suministros, necesitaba más tiempo y se lo hemos dado”, explica el edil, aunque no por ello se detiene el expediente de penalidades. De hecho, a 30 de marzo ya iba por casi 180.000 euros y las alegaciones que presentó la empresa también han sido desestimadas ahora.

“La semana que tiene tendremos una nueva reunión con técnicos municipales y dirección facultativa para conocer con más detalle la dimensión de las deficiencias, pero si han dicho que pueden tenerlas subsanadas para el 18 de septiembre vamos a ser optimistas y pensar que cumplirán”, añade García Zamora. Eso sí, “sin perjuicio de estudiar las posibilidades legales que tengamos al alcance, en caso de que no cumplan, para que esto salga adelante”, advierte sin entrar en más detalles de momento.

Urge la finalización de los trabajos por muchos motivos, empezando por que el primer plazo para la finalización de este edificio data del lejano año 2013, pero es que el Ayuntamiento tiene “prácticamente terminados” los trabajos administrativos previos a la salida a concurso de los espacios que se asignarán a las empresas y “esto puede retrasar todo”, ya que no se puede lanzar el concurso hasta que no se formalice la recepción de las obras, trámite que equivale al visto bueno municipal. La idea era sacar a licitación los espacios en septiembre y todavía hay opciones de que al menos se pueda aprobar en el pleno en ese mismo mes, pero el margen ya es muy estrecho. Más aún si se pretende inaugurar el CIDE en 2020 con empresas en su interior, un extremo al que el Ayuntamiento no renuncia oficialmente todavía, aunque parece complicado, contando con que también necesitará tiempo para terminar de equiparlo.