"En los pueblos hemos hecho de todo, salvo dar un pregón"

Sergio Arribas
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'De pueblo en pueblo', el programa de La 8 RTVCyL, ha sido galardonado con el Premio Turismo de la Diputación Provincial. Sus artífices, Noelia Duque y Verónica González, escriben esta semana en 'La Pizarra' de 'El Día de Segovia'.

Noelia Duque (de pie) y Verónica González. - Foto: Rosa Blanco

And the winner is…¡Noelia Duque y Verónica Gónzalez! ’. Premio Turismo de la Diputación al programa ‘De pueblo en pueblo’ de La 8 RTVCyL. ¿Sensación?

Noelia: Un escalofrío.

Verónica: Una alegría inmensa, en forma de ilusión total.

Premio merecedísimo, ya se lo digo yo. ¡Es que han hecho más por el turismo de la provincia que la Guía Michelin!

N: Desde luego kilómetros hemos hecho unos cuantos. El reto es llegar a todos, también a esos pueblos ‘chiquititos’ que pueden caer en el olvido. 

V: Incluso los pueblos grandes tienen muchas sorpresas. ¡Que tiemble la Guía Michelin! ¡Llega la Guía Duque-González!

El día 21 recogerán el premio en la Academia de Artillería. A Almodóvar, cuando recogió el Oscar en 2000, se le fue un poco de las manos. ¿Preparada la lista de agradecimientos? ¿Será corta?

N: No hemos preparado nada. Sería una lista larga. La gente de los pueblos nos ha tratado como si estuviéramos en nuestra propia casa. ¿Sabe cuando llega uno a casa de su abuela y le pone un café? Es la sensación que tenemos nosotras cuando acudimos a los pueblos.

‘De pueblo en pueblo’ suma cuatro temporadas y pronto alcanzará el programa número 100. ¿Imaginaban un recorrido tan largo?

N: Por contenido, había y hay muchas cosas que contar. Pero claro, no sabíamos si el nivel de trabajo diario nos iba a dejar tiempo suficiente para hacer un programa semanal con tanto contenido.

Y hablando de recorrido. Segovia tiene 209 municipios y 17 localidades menores. ¿Hasta dónde ha llegado su radio de acción?

N: Sobre el mapa hemos tocado todos los puntos. Pueblos y pedanías. En 100 programas, habremos estado en 150 localidades. Hemos rozado todas las fronteras del mapa provincial.

V: Pues sí, hemos tocado todos los puntos cardinales. Recuerdo que estuvimos en las pedanías de Ayllón, en la frontera con Guadalajara, Burgos…. 

Han hecho más kilómetros que un ‘viajante’, que decía mi abuelo. 

N: Sí, cierto. Somos como un viajante, pero con la diferencia que nosotras nos hemos vuelto con la maleta llena.

Podrían protagonizar una ‘road movie’, del tipo Thelma&Louis.

N: Así es. El coche es el tercer protagonista del programa. Hemos vivido momentos interesantes. Además de ‘luchar’ con la nieve, un día se nos cruzó un jabalí, otro día se nos desinflaron las ruedas en un pueblo a más de cien kilómetros y dos vecinos nos ayudaron….

V:  Una de las ‘promos’ del programa era un coche con dos cabecitas, una morena y una rubia, que salían de las ventanillas. Tan importante es el coche, que hasta dos marcas de automóviles accedieron a ser patrocinadores del programa. También lo es una empresa de espectáculos de orquestas. No se me ocurre mejor patrocinador.

¿Alguna peripecia más con el coche digna de mención?

V: En un pueblo nos dijeron: «os vamos a llevar a un sitio precioso». No vea cómo era aquel camino. Rozamos los bajos del coche. Para no olvidar. Hemos llegado al sitio más alto y al más bajo, a punto de caer a un río. ¡Y con el mismo coche y ha sobrevivido!

Noelia, usted del Real Sitio, y Verónica, usted de Fuentesaúco de Fuentidueña. Son ‘de pueblo’. ¿Les molesta el empleo peyorativo de la expresión?

N: La gente de los pueblos ‘hace’ nuestro programa y se merece el máximo respeto. Quizá ayuda que las dos seamos ‘de pueblo’ para entender bastantes situaciones de las que nos encontramos.

V: Te molesta y no. Yo también hago chistes con los de Madrid. Algunos se creen que se puede ir a cazar ‘gamusinos’.

¿Qué tiene el habitante del medio rural que no tenga el urbanita?

N:  Corazón. Te tratan como si fueras de la familia.

V: Tienen mucha verdad. Son gente hospitalaria, que te cuenta las cosas de corazón. Tienen mucha esencia.

Gracias a su programa, hemos descubierto la riqueza patrimonial, ambiental y gastronómica de esta provincia. ¿Creen que los propios segovianos desconocen muchas de estas maravillas?

N: Totalmente. Nosotras las primeras.

V: Hemos descubierto mil cosas. A mí Labajos me impresionó. Que haya un lago en mitad del pueblo….¡Y con su barco y todo! 

No son Thelma y Louis, pero su popularidad en esta provincia supera al dúo hollywodiense. Lo digo por que son ‘socias honoríficas’ de la asociación cultural de Turégano.

N: Fue todo un honor. Notamos que la gente nos tiene cariño. Ellos te ven por la tele, te cuelas todas las semanas en su casa ¡pero tú no les conoces! Me suelen decir eso de «¡pareces más joven en persona!». Y te dan besos y abrazos.

V: Al final terminas por conocer a mucha gente y, en ocasiones, te cuesta ubicarlas cuando les ves fuera de su pueblo. Te dicen: «¡Que nos grabaste, que somos de la asociación tal!»

Y en Villaverde de Íscar les expresaron su gratitud con una placa.

N: Cierto. No sé si tendremos tiempo para cumplir con todas las invitaciones que nos han hecho. Tenemos muchas fiestas y comidas populares pendientes.

V: Esas cosas nos vienen hasta grande. ¡Qué he hecho yo para merecer esto!. Vas a sus casas, a sus bodegas, te sacan sus mejores alimentos y bebidas. Solo nos falta una cosa, el dar un pregón. Ahí lo dejamos.

¿Cómo fue aquella comida popular en Valseca con motivo de su visita?

N: Uno de los momentos emblemáticos del programa. No sabíamos nada. Llegamos a grabar el programa y al llegar nos encontramos que, al lado del ayuntamiento, estaban preparando una comida popular. ¡Ay, qué casualidad! ¡Qué bien nos va a quedar la grabación! «No, no, si lo estamos haciendo para vosotras», nos dijeron. Movilizaron al pueblo. Increíble.

Les confieso. Soy fan de la nomenclatura rural. Baste recordar a los grandes dulzaineros Sinforiano ‘El Tío Viruela’, Paulino Gómez, ‘el Tío Tocino’, de Abades o Crescencio Martín ‘Sietealmuerzos’¿Algún personaje que les dejó huella y no solo por el nombre?

N: El tío Filín, de Carbonero de Ahusín. Estaba cortando leña a la puerta de su casa. Con cerca de 90 años y una energía tremenda. Es un reflejo del alma que tiene la gente en los pueblos.

V: Cañamón, de Torrecilla del Pinar, que es el pueblo de mi madre. Nos recitó la letanía de Fuentidueña, acompañado de una jarra de vino y un puñado de vecinos. Fue supergracioso. Nos hizo reír hasta decir basta.

Cuando visitan un pueblo, ¿qué testimonios son imprescindibles? ¿El alcalde, el cura, el maestro y el boticario?

N: En el programa son imprescindibles la gente que consigue que haya vida en el pueblo. Las asociaciones, por ejemplo, son parte importante del programa.

V: Pues sí. El alcalde es el contacto, el que te abre las puertas. Hablamos con la gente mayor, la esencia del pueblo, y luego con esa otra gente que ha regresado e intenta luchar por vivir en el entorno rural, con sus ganaderías, empresas... . 

Su mayor recompensa, ¿el cariño de la gente?

N: Este premio es un reconocimiento. Pero la mayor satisfacción llega cuando terminamos de grabar, se monta, y el programa sale. Este programa tiene ángel. Nos hemos visto en situaciones complicadas y siempre sale. Dése cuenta, de octubre a junio, son muchas semanas.

V: Totalmente. Este programa tiene lo mejor de las dos, con su forma de entrevistar y mi forma de grabar, utilizar músicas, montaje… tiene nuestro alma.

¡Hija, toma un bollo! ¿Capaces de escribir un libro con las delicias culinarias y gastronómicas de la provincia?

N: Queremos hacer una próxima versión del programa, que ya ha bautizado Verónica.

V: ¡Me como tu pueblo! ¿Qué le parece?

Confiesen. Seguro que alguna ‘receta’ han copiado de alguna visita a algún pueblo.

N: Son recetas que nos han regalado a nosotros y a todos los seguidores del programa. 

V: Sí, sí, desde las codornices de Fresno de Cantespino a las carrilladas de Tabanera. También nos han contado cómo hacen el pan en Garcillán o cómo hacer los garbanzos de Valseca para que salgan ricos, ricos.

¡Todo por la audiencia! ¿Qué han tenido que hacer para ‘empaparse’ de la tradición de un pueblo y qué no volverían a hacer?

N: Hice una pequeña iniciación al ‘puenting’, con una empresa de turismo activo, en Samboal. Tengo vértigo. ¡Imagínese!

V: Me subieron a la torre de Navas de Oro y me dio vértigo y lo pase mal. En Marugán nos dimos una vuelta en ultraligero. Me encantó y repetiría.

«Y esto, ¿cuándo sale?»

V: La frase más repetida. Si me preguntan, reacciono: «¿Noe ¿cuándo sale?». Yo siempre le paso la ‘patata caliente’ (se ríe).

¡Eres más guapa en persona que en la tele!

N: Y más joven. Siempre me lo dicen.

V: Como no salgo en pantalla la mía es otra: ¿tú eres la hija de Mariano el Pozo?

No hace falta ser Santo Tomás -ver para creer-. Lo de la despoblación… ¿Impactadas por la situación de abandono de algunos pueblos?

N: En pueblos que se han quedado un poco aislados, se nota mucho más. Se palpa en el ambiente. En Maderuelo, por ejemlo.

V: Nos hemos encontrado mucha gente que se queja de las dificultades para poner empresas en los pueblos.

¿Han sido un poco foco de las quejas?

N: Llevamos un micrófono y una cámara a sitios donde un equipo de televisión no ha llegado nunca.  Lo primero que nos dicen es «cuando veas a tal político dile que...»

V:  Para bien y para mal hablan con total naturalidad. Y a veces hasta te llegan a echar la bronca por algo de lo que no tienes ni idea.

¿Viven también ‘El día de la Marmota’? ¿Qué es lo que siempre se repite?

N: «¡Tenéis que venir en verano, que es cuando hay gente!» Pero es que la esencia del programa es descubrir el día a día de un pueblo, no cuando vive momentos extraordinarios.

V: Si hace mal tiempo, nos dicen aquello de «¡vaya día que habéis elegido!»

¿El próximo pueblo?

N: Caballar. Cuando se publique esta entrevista ya habremos ido.

V:  Cierto. Noelia, vámonos ya, a grabar. ‘De pueblo en pueblo’.