Cuello de botella magnum

Nacho Sáez
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Dos taxistas y un chófer de autobús analizan las repercusiones para el tráfico del nuevo trazado de San Gabriel. Hasta septiembre no sabremos si seguirá habiendo atascos.

Cuello de botella magnum - Foto: Rosa Blanco

La calle San Gabriel no sale del ojo del huracán. Después de que las obras de desdoblamiento de la Circunvalación multiplicaran su tráfico durante los años que duraron las obras y sus vecinos estallaran, hartos de aguantar el ruido y la contaminación de una carretera que no estaba ideada para soportar un flujo de vehículos tan elevado, ahora ya hay voces que cuestionan las obras de mejora que ha llevado a cabo el Ayuntamiento y que fueron inauguradas el pasado jueves. La creación de dos nuevos carriles tanto en la confluencia con la avenida Vía Roma como con la rotonda Dionisio Duque podrían o minimizar los atascos que se generan en esta vía, eje fundamental de conexión para los vecinos de San Lorenzo como para los de pueblos del alfoz como San Cristóbal de Segovia, Trescasas, Espirdo o Torrecaballeros.

Aún es pronto para saberlo. El descenso de la movilidad que se produce en agosto en el casco urbano de Segovia por las vacaciones impide de momento evaluar de forma más fidedigna las posibles repercusiones de esos trabajos, que han tenido un coste de 90.000 euros para las arcas municipales y que han obligado a cortar al tráfico la también conocida como Cueva de la Zorra durante cuatro meses. «Se va notar cuando empiecen los colegios, a partir de la una y media o las dos», subraya Roberto Sancho, un taxista que a las doce de la mañana del miércoles ya había atravesado en tres ocasiones esta calle: «Para subir de San Lorenzo al Carmen se utiliza bastante».

No es optimista sobre los beneficios del nuevo trazado. «Es una chapuza para el tiempo que han tardado. Ahí, cuando se monte el jaleo, no va a desahogar nada. No va a desahogar nada porque además aquí en Segovia se cogen las rotondas muy mal. Todo el mundo las coge por fuera, no va a solucionar nada, así que no va a solucionar nada», argumenta. Propone imitar a ciudades como Santander con la creación de ‘turborotondas’. «Tienen como un cebreado en medio para que si quieres hacer toda la rotonda la hagas por dentro. Todos los que entraran por San Gabriel a la rotonda de Vía Roma se incorporarían por la derecha y se descolapsaría todo el atasco que se monta. Y lo mismo arriba».

Cuello de botella magnumCuello de botella magnum - Foto: Rosa Blanco

En su opinión, la solución adoptada se trata de un parche. «Lo mejor habría sido hacer una calle por detrás de las casas, entre las casas y el cementerio. De esa manera hubiera sido una de subida y otra de bajada. Lo que pasa es que eso vale dinero», afirma con sarcasmo. Un compañero suyo, Eduardo, va más allá y reclama conectar a través de una carretera San Gabriel con El Carmen. «Lo suyo sería construir una calle por detrás del Cementerio que subiera hasta el colegio Eresma. Es una obra de infraestructura un poco grande, pero con las herramientas que hay ahora en el siglo XXI se podría hacer», señala mientras aguarda la llegada de clientes en la plaza del Azoguejo.

Para él, la obra ejecutada se ha quedado corta. «Se podría haber hecho mejor. Se podrían haber alargado los carriles que se han hecho, haber recortado la curva que hay de bajada a la derecha, haber dejado de doble sentido el paso que han abierto entre San Gabriel y Vía Roma para que los coches puedan acceder a San Gabriel desde Vía Roma sin ir a la glorieta…». Sin embargo, cree que los problemas de tráfico de Segovia son endémicos. «Hay demasiados coches y las calles son las que tenemos. Son estrechas, pequeñas y no hay más. En el vial de acceso al AVE antes había dos carriles en dirección a la estación y ahora han dejado uno para que haya dos de salida. Ahí lo que habría hacer sería un carril de aceleración que llegara casi hasta la gasolinera de Ayuca que saliera hacia Segovia. Daría muchísima más fluidez sobre todo desde las tres y media hasta las cuatro y cuarto, que es cuando más trenes vienen con gente que trabaja en Madrid», remacha. A muchos de esos trabajadores les transporta desde la estación del AVE hasta Segovia un conductor de los autobuses urbanos que prefiere no desvelar su identidad y que cuando va sin viajeros baja por la calle San Gabriel hasta llegar a la parada del Acueducto. «Es que es más corto», remarca pocos segundos después de probar los dos nuevos carriles de la Cueva de la Zorra. «Deberían desahogar en teoría. Ahora mismo en agosto no ha habido oportunidad de comprobarlo, pero yo creo que la idea está bien. Lo de la curva a nosotros nos facilita el bajar. No sé si será bueno o malo, pero a mí me lo pone más fácil».

Se refiere a la curva del tramo central que se ha suavizado mediante la demolición del pavimento de la derecha sentido bajada y la ejecución de un muro para sujetar el terreno. «Ahora hay muy poco tráfico así que lo puedo hacer muy bien. Cuando haya más veremos si se puede girar bien en la curva y si son efectivas las dos salidas. Yo creo que en principio ha quedado bien, aunque me falta comprobarlo más veces y en peores ocasiones», apunta antes de poner rumbo de nuevo a Guiomar.