La directora general de Dibaq Petcare, Mónica Tejedor García, asegura en esta entrevista que, tras un concurso de acreedores, en 2012,  se vieron obligados a  reinventarse y reconvertir el negocio, con sede central en Fuentepelayo (Segovia), y añade que, «después de ocho años de trabajo, podemos decir que la empresa está enfocada y redirigida y los esfuerzos comienzan a dar frutos». Asimismo anima a que haya emprendimiento y generación de indutrias en la provincia, aunque sea preciso superar algunas dificultades, y que, además, luego permanezcan aquí, para contribuir a frenar la despoblación. Hablando del sector en el que se mueve,  esta mujer extrovertida, inquieta y activa, aficionada a viajar, organizar eventos y compartir tiempo con su familia y amigos, confiesa que «hay secretillos para que sea la mascota la que, al final, demande nuestro producto» y asegura que los animales de compañía «viven un proceso de humanización total». 

¿Cuál es la situación de la empresa cuando acaban de cumplir 70 años de historia y se encuentran en plena efervescencia, aunque tuvieron que pasar el trance de presentar un concurso de acreedores en 2012?

Así es, estamos en plena explosión... Tuvimos que reinventarnos, reconvertirnos, dimos un giro de 360 grados a la estrategia de negocio y, a día de hoy, después de ocho años de trabajo, podemos decir que la empresa está enfocada y redirigida y que los esfuerzos comienzan a dar frutos.  

¿Cómo se sale de una crisis para pasar ahora a la primera línea?

Cambiando totalmente de estrategia y sobre todo, con muy buenos equipos de personas, con vocación y volcados en la empresa. Es verdad que sufrimos una fuerte disminución de plantilla, pero las personas que quedamos nos volcamos totalmente en el negocio y en que el proyecto saliera adelante. A partir de ahí, cerramos filas y nos pusimos a trabajar tope. 

¿Una de sus claves del éxito son los mercados internacionales,  con destino a más de 60 países, o también se defienden en casa?

La estrategia parte del mercado nacional que es más fácil de conquistar, en un primer momento, pero el crecimiento más rápido viene en otros países donde hay mucha oportunidad en este tipo de negocio, aunque lleva mucha mas complejidad. Estamos trabajando en países como India, Malasia, Rusia,  Benín (África) o todo el centro y norte de Europa.  Cada país tiene unos requisitos distintos y diferentes criterios para trabajar con determinadas materia primas, además de exigirte unos certificados que te obligan a hacer cambios en la cadena de producción y todos los productos no son válidos para los distintos países, como los árabes, que no te permiten trabajar con porcino, o India con rumiantes... Todo esto tiene su dificultad pero también su encanto y es un reto muy grande, en contrapartida estos lugares tienen mucha sed de productos nuevos, que aportan un valor, y el crecimiento es muy rápido cuando consigues conquistarlos, una vez que te dan la oportunidad de probar los productos, fidelizarlos.  

Trabajamos mucho en España, donde competimos con multinacionales de grandes marcas, nosotros somos una empresa familiar, lo que también tiene muchas ventajas, tenemos valores y principios muy arraigados, un tipo de sensibilidad diferente, y quiza mayor flexibilidad, que es muy bien recibido por el mercado de las mascotas. Tenemos también la ventaja de que somos fabricantes, y contamos con centro industrial de alimentación seca y de alimentación húmeda, lo que nos permite completar muy bien el círculo de alimentación de las mascotas, y disponemos de un catálogo de productos muy amplio. 

Gran parte de sus instalaciones las tienen en Fuentepelayo, donde se fundó el grupo en 1951, ¿han pensado expandirse por otros puntos de la geografía nacional o internacional?, ¿con cuántas líneas de fabricación cuentan?

El corazón industrial está en Fuentepelayo donde se encuentran nuestros orígenes, desde que comenzaron nuestros abuelos en el sector avícola, saltamos al porcino, luego a la acuicultura y en los años noventa llegó el ‘Petcare' [cuidado de mascotas]. Es un grupo de empresas que está muy diversificado, lo cual también tiene muchas ventajas y, a pesar de que las oficinas centrales están en Segovia, contamos con sedes en distintas partes del mundo y de España, por ejemplo, otra parte industrial muy fuerte la tenemos en la República Checa. El año 2020 lo hemos cerrado con un crecimiento importante, una facturación en torno a 60 millones de euros, no ha sido un año fácil, nos ha tocado trabajar con la dificultad de la pandemia, con limitaciones de entrada de ciertas materias primas, en algunos casos.  

Por fortuna no hemos sufrido grandes consecuencias en la cadena de producción por la pandemia, pero proveedores nuestros sí, lo que te hace trabajar de otra manera. Ha sido un año complicado pero el resultado está ahí y estamos enormemente satisfechos, hemos conseguido materializar los lanzamientos que teníamos previstos de la línea ‘Dibaq Sense’, que es nuestra marca bandera, así como el relanzamiento de ‘Dibaq Natural Moments’. Hemos ido culminando nuestros objetivos... Hemos tenido la suerte de teletrabajar con calidad muy alta pero, al final, echamos en falta el contacto humano.  

Uno de sus principales activos para competir es la constante inversión en I+D+i,  ¿dónde concentran sus esfuerzos en este área? 

En todos los procesos de la cadena, a nivel recetas de productos es muy importante aportar ideas al mercado que tiene muchas ganas de desarrollar nuevas dietas y sabores, lo que nos hace imprimir innovación en materias primas, al final trabajamos con productos de la cadena de alimentación humana, como pescados, frutas exóticas o verduras.  A partir de ahí estamos continuamente innovando también en los procesos de precocinado y cocinado.   

¿Tienen previsto ampliar la gama de productos que comercializan en estos momentos?

Entre las marcas más representativas estaría 'Dibaq Sense', que tiene cerca de 50 referencias distintas, una marca que tenemos desdoblada, una dieta libre totalmente de grano porque cada vez hay más intolerancias en nuestra mascotas, como les pasa a los humanos, y otra donde el único cereal es el arroz. Tenemos la gama 'Dibaq Natural Moments', ‘Dibaq Nutravet’, línea nutracéutica, y estamos muy enfocados, este año, en complementar estas líneas con alimentación para gatos, lanzamientos previstos en el primer semestre de este año. Por debajo de estas gamas de producto tenemos otras, como 'Dican Up & Dicat Up' o ‘Perry & Gaty ‘, entre otras. Una complejidad de este negocio es el gran abanico de marcas que trabajamos, cada una con sus peculiaridades.   

¿Hay algún secreto especial en los productos para atraer a las mascotas, que no se pueden manifestar verbalmente para decir lo que si les gusta?

En primer lugar hay que entrar al dueño de la mascota por el ojo con un 'packaging' atractivo pero, al final, es el animalito el que tiene que confirmar si le gusta o no el alimento. No solo trabajamos para que esté bien nutrido sino que disfrute comiendo, por ejemplo que la croqueta sea crujiente y fácil de romper, o con la introducción de frutas y verduras que les despierta sentidos, como el olfato o el gusto. Hay secretillos para que sea la mascota la que, al final, demande nuestro producto. El gato es más difícil de conquistar, es más delicado comiendo, por lo que es un reto importante, queremos hacer el mejor producto del mercado para ellos, llevamos más de un año diseñando estas dietas nuevas que lanzaremos a partir de marzo. La alimentación para pescados y acuicultura es otra parte del negocio totalmente independiente, coordinado por una dirección distinta, aunque hay muchas sinergias a nivel de I+D+i,  pero la cadena de producción, venta y distribución las trabajamos como dos negocios diferentes.

 ¿Cómo ha avanzado el sector?, ¿por dónde pasa su futuro?

No tiene que ver nada el cuidado de las mascotas de ahora con el de hace cinco años, ahora se cuidan mucho más, viven un proceso de humanización total, al final el perrito de la casa es el que manda, esto te abre unas oportunidades impresionantes a la hora de desarrollar productos.  

Estando en Segovia tienen cerca poder tomar el pulso a su entorno empresarial, ¿cómo lo encuentran?, ¿lo ven con optimismo? 

 Soy optimista por naturaleza, estamos pasando mal momento, pero pasará, es verdad que hay sectores con un peso importante en Segovia que están sufriendo fuertemente las consecuencias de la pandemia. Animo a la gente a que emprenda, es fundamental que se genere industria y, además, que permanezca aquí, como nosotros, aunque te encuentras con ciertas dificultades, como internet o que las logísticas de transportes no llegan directamente al pueblo, a diario. Luego también hay ventajas, el entorno rural está perdiendo población, contar con una plantilla como la nuestra es una aportación que se hace a la zona. Segovia se debe industrializar porque llegan momentos como el que estamos viviendo y, si estás muy enfocado en un sector, el impacto negativo de la región es muy importante.  

¿Sigue habiendo techo de cristal para que una mujer llegue a dirigir una empresa en España?

A nivel general sí, y mucho... En mi grupo de empresas no, llevo 20 años y jamás he tenido esa sensación, al contrario, aquí se apuesta firmemente por la igualdad y la conciliación familiar, de hecho hay muchas mujeres al frente de direcciones, como la de nutrición, la de calidad o la de marketing, por citar algún ejemplo, dentro de una plantilla bastante compensada entre mujeres y hombres.