Más de dos décadas llevan los restos arqueológicos con más potencial de Segovia a la espera de un proyecto que permita hacerlos visibles a ojos de segovianos y visitantes. Restos datados en el siglo I de lo que sería el pórtico del foro romano, centro neurálgico de la activa ciudad que alumbró el Acueducto. Son el resultado de una excavación arqueológica realizada en los años 90, están documentados y por supuesto a salvo, que era lo más urgente e importante; pero ocultos en un sótano a seis metros de profundidad, bajo la zona de la plaza de Guevara acotada con cadenas. Debajo hay un garaje privado; y los restos, en un sótano a un nivel inferior. Sin opción de acceso público, perdidos en la memoria de la mayoría o directamente desconocidos para muchos, aunque de cuando en cuando surge una exposición, una charla o algún otro evento que viene a recordarlos. A la espera mientras tanto de un proyecto que, ahora sí, el Gobierno municipal se ha decidido a emprender con cargo a los fondos europeos destinados a ciudades Patrimonio. 

Costará un millón de euros, las obras no se prolongarán más allá de 2023 y propiciarán la creación de un acceso público por la zona ajardinada situada justo al lado, que se excavará por completo para poder comunicarlo con el sótano de los restos ya documentados. De ahí que también de esta zona se esperen nuevos restos que ampliarán aún más el valor histórico del que será un nuevo punto de referencia turística obligada en Segovia. 

Tal y como resume la concejala de Patrimonio Histórico, Clara Martín, el objetivo es recuperar los rasgos identitarios de la ciudad romana mediante la citada ampliación de la excavación hacia esa zona ajardinada de la plaza de Guevara, excavar ahí y facilitar que el acceso se lleve a cabo además pasando por dos arcos de medio punto en sillares de caliza de la época. La misma que la de unas pinturas murales que también se conservan en el sótano arqueológico ya excavado y que serán restauradas dentro del mismo proyecto. 

Plaza de Guevara. Bajo la zona acotada con cadenas, a seis metros de profundidad, permanecen los restos romanos hallados en los años 90. - Foto: Rosa Blanco«En la zona del jardín no se ha excavado hasta ahora», confirma Martín. «Por eso decimos que esta excavación permitirá investigar aún más el pasado romano que ya conocemos en ese entorno», aparte de comunicarlo con lo que ya se conoce que fue excavado en los años 90. Y es además la única manera que se ha visto posible para poder acceder sin entrar al edificio privado del garaje ni redistribuir toda la plaza. El visitante verá por tanto, más o menos, lo mismo que ahora a pie de calle, una plaza con espacio libre, pero con acceso desde la zona del jardín para bajar a los sótanos arqueológicos (para entonces ya no habrá sólo uno).

La obra no invade así ninguna zona de titularidad privada y permanecerá el garaje situado sobre los restos, de modo que, sin expropiaciones de por medio, aumentan las posibilidades de ajustarse a los plazos previstos. En 2022 se cuenta con redactar el proyecto y su ejecución no se prolongará más allá de 2023, que además es el límite establecido para todas las actuaciones que se financiarán a través del programa de fondos UE impulsado por el Gobierno para las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad. Será entonces cuando se ponga fin a décadas de sorda espera por la puesta en valor de los que, hoy por hoy, son los restos arqueológicos documentados más importantes que quedan por poner a la vista de segovianos y visitantes.

OTRAS INTERVENCIONES. El Plan Impulsa Patrimonio, así lo ha llamado el Gobierno central, conlleva el reparto equitativo de 45 millones entre las 15 integrantes del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España (GCPHE) para costear inversiones de conservación y rehabilitación con fines turísticos. 

Restos romanos hallados en los años 90 bajo la plaza de Guevara.La actuación número 1, marcada como tal por el Ayuntamiento de Segovia, consiste en la restauración de la muralla en el tramo comprendido entre la Casa de las Cadenas y la huerta del Seminario. Incluye nueva señalización turística y cambio de la iluminación ornamental con criterios de sostenibilidad ambiental, así como el acceso y la adaptación para la visita del adarve de la muralla en la parte de la huerta del Seminario. «Haciendo visitable esa zona se podrán disfrutar nuevas perspectivas del Acueducto», valora Martín, ya que actualmente tal vista se reduce a la que ofrecen los miradores del Postigo. Su presupuesto inicial, 1.00.000,59 euros.

La actuación número 2 es la ya citada nueva excavación en la plaza de Guevara, de cara a la restauración y musealización de los restos del foro de la ciudad romana, con un millón de euros.

La tercera actuación, dotada con 775.872,30 euros, tendrá lugar en la desacralizada iglesia de San Nicolás. Contempla la recuperación completa del edificio con criterios de eficiencia energética y accesibilidad, así como la restauración de las pinturas románicas que se ubican en la base de la torre, consideradas de los pocos ejemplos que se conservan en la ciudad. Además, a su uso cultural habitual, centrado sobre todo en su condición de sede de la escuela municipal de teatro, se sumará el turístico, ya que el interior de la nave de la iglesia también se acondicionará para acoger recreaciones virtuales sobre elementos singulares del Románico segoviano. 

Restos romanos hallados en los años 90 bajo la plaza de Guevara.La cuarta intervención se centra en el jardín de los Poetas, donde se aprovecharán las laderas para habilitar un graderío que facilite la acogida de representaciones de teatro de títeres, dando así un uso complementario al Museo de Títeres de Francisco Peralta, situado justo al lado, en la Puerta de Santiago. El presupuesto, 194.127,11 euros.

La quinta y última intervención, mucho más modesta (30.000 euros), se centrará en la sustitución de los contadores y sistemas de gestión de riegos en los jardines de todo el entorno declarado patrimonio mundial.

La suma de las cuatro primeras intervenciones propiciará además la creación de un nuevo eje turístico en la ciudad que no sólo está llamado a ganar visitantes, sino a repartir los flujos, con intención por ejemplo de aliviar las masificaciones que se producen en la calle Real, por el recorrido más clásico entre el Acueducto, la Catedral y el Alcázar. El tramo de muralla de la huerta del Seminario, la iglesia de San Nicolás, la plaza de Guevara, y en cierta medida también el jardín de los Poetas junto con el museo de títeres, conformarán una invitación a no subir y bajar por el mismo eje de la ciudad vieja; y si todo va como debe, será realidad antes de 2024.