Con el otoño caen las hojas de los árboles, baja el número de horas de luz al día, pierde fuerza la radicación solar y los atletas enseñan las primeras cartas de su temporada, que esperan que se prolongue hasta el próximo verano. El balance ha sido dispar para los segovianos en primera línea, aunque todos mantienen intactos sus principales objetivos.

Javier Guerra permanecía este jueves en Valencia, donde ha entrenado los últimos días. «Me he quedado para entrenar con calor y quitarme unos días de frío», explica a través del teléfono. También en la capital valenciana participó el pasado fin de semana en la maratón, pero no con el fin que anunció a principios de septiembre. «Me ha costado un poco recuperarme de la caída de los Juegos Olímpicos. He tenido problemas en la zona intercostal y en el hombro que no me dejaron entrenar bien en septiembre y a principios de octubre. Hablé con la organización de la Maratón de Valencia y con mi equipo, el New Balance, y decidimos que iba a colaborar de otra manera», apunta. Lo que hizo fue ejercer de liebre durante treinta kilómetros en una prueba en la que Hamid Ben Daoud igualó el récord de España de maratón (2h06m35s), hasta ahora en manos de Ayad Lamdassem.

«Para mí las sensaciones fueron muy buenas», asegura Guerra, ya más cerca del estado de forma que pretende. Antes había corrido la prueba que organiza en Aranda de Duero Juan Carlos Higuero y el Cross de Atapuerca, y tiene en mente acudir al Cross de Venta de Baños el próximo fin de semana y al 10.000 de Valencia el 9 de enero. «Sigo con las ganas y la ilusión intactas. Tras los Juegos, enseguida me marqué nuevos objetivos y me he puesto un dorsal en diferentes sitios, que era lo que me apetecía». Test con la vista puesta en la Maratón de Sevilla el 20 de febrero, la primera cita que tiene subrayada en rojo. «Quiero conseguir una gran marca. Ojalá pudiera bajar la mía (2h07m27s) y estar en 2h07m», asevera.

En el horizonte aparecen el Mundial y el Europeo el próximo verano. «Hay tres plazas para el Mundial y seis para el Europeo, pero yo de momento no tengo ninguna preferencia. En los Europeos hay cada vez más nivel pero, al ser año postolímpico, a lo mejor hay renuncias. Y en el Mundial puede haber sorpresas», concluye Guerra. Esas dos competiciones son también las grandes aspiraciones de Águeda Muñoz Marqués y de Idaira Prieto, que han comenzado la temporada con excelentes resultados.

La Federación ha convocado a Águeda para participar este domingo en el Europeo de Cross con la selección española sub-23. Octava española en el Cross de Atapuerca y quinta en el campeonato de España por clubes, donde también logró el oro con su equipo, la atleta segoviana parece en disposición de dar continuidad a su magnífica campaña anterior. La élite española del 1.500 ya la considera una de las suyas después de que en este 2021 se clasificara para la final del Europeo en pista cubierta y de que se quedara a las puertas del podio en el campeonato de España al aire libre.

«Estoy segura de que la selección sub-23 se puede traer medalla del Europeo de cross», afirma Idaira Prieto, la tercera atleta segoviana que apunta grandes cosas en 2022. El sabor de boca agridulce por haberse quedado fuera de la convocatoria para ese Europeo de cross se lo quitó este pasado miércoles al apuntarse la victoria en el Cross de Cantimpalos. «No me lo esperaba. Iba a Cantimpalos a despedir el cros. Creía que lo mejor era despedirlo en casa, pero venía gente muy buena nacional», cuenta. El desarrollo de la prueba la situó en una posición inmejorable para cruzar la línea de meta en la primera posición, por delante de ilustres como Teresa Urbina. «Mi táctica era intentar ganar la carrera al final porque era la más mediofondista de todas las que estábamos. Pero a falta de una vuelta yo todavía no había incrementado el ritmo y pensé que fuera lo que Dios quiera», relata feliz.

Era su primera victoria en un cross absoluto: «Fue más especial y emotivo si cabe porque estaban muchos amigos, mi padre haciendo de 'speaker'...». Como en el caso de Águeda, este triunfo es la continuación de meses felices. «Los entrenos están yendo muy bien sobre todo por la continuidad de no haber tenido lesiones. Me ha dejado mal sabor de boca no ir al Europeo, pero es que había mucho nivel», remarcaba este jueves por la mañana antes de entrar a trabajar.

Porque el atletismo lo compatibiliza con su empleo como fisioterapeuta en el centro de entrenamiento y readaptación de lesiones Human Perform. Su regreso a Segovia ha coincidido con los dos mejores años de su trayectoria hasta el momento. «Pero yo creo que todavía tengo mucho por mejorar y por explotar», aclara. Ahora tiene previsto comenzar a preparar la temporada en pista. Durante el invierno correrá en 3.000 y 1.500 en pista cubierta, y en verano, sobre todo en 1.5000 aunque también algún 5.000. La clasificación para los diferentes Europeos y Mundiales encarnan su gran anhelo. «Tener objetivos a nivel internacional es un plus. Es muy complicado ir pero si no tienes una meta alta, sacrificarte entrenando no funciona. Por supuesto que es mi objetivo. Es muy complicado, pero vamos a trabajar para seguir mejorando las marcas», destaca, con las felicitaciones por su victoria en Cantimpalos todavía frescas. «La más especial ha sido la de mis padres». Testigos de la evolución de unas piernas de oro.