“La vida está llena de paradojas y este vino natural con ligera burbuja está elaborado bajo el sistema más antiguo para vinos espumosos”, destaca en una nota de prensa, en la que explica que se trata de una cosecha de edición limitada en la que la uva verdejo “es prensada sin despalillar y el mosto yema fermenta con sus levaduras”.

“Se degüella eliminando las lías depositadas en el cuello de la botella una por una para dar lugar a un vino ligero, fresco y auténtico.
Sin duda un vino auténtico y de carácter gastronómico, en armonía con la cocina de Rubén Arnanz”. Ha sido elaborado en Cuéllar en la bodega de Malaparte Wines de la mano del viticultor Rubén Salamanca.

Para sus responsables, en nariz tiene un aroma intenso a fruta blanca madura de hueso, ligeros cítricos bastante maduros, flores blancas y amarillas algo maduras, notas herbáceas, anisadas, especias dulces, vainilla, canela en rama, balsámico-mentolados, con toques de heno, recuerdos cremosos y lácteos como a natillas de vainilla, ahumados y recuerdos tostados de tabaco rubio y madera (pero que no ensombrecen la fruta).; en boca, sabor frutal, de buena frescura, potente y contundente, con complejidad y poderío en la entrada, bastante seco, densidad media-alta, notable volumen en boca, expansivo, sabroso, cremoso, herbáceo, sutilmente ahumado, de bastante cuerpo y gran estructura. El paso por boca es agradable, equilibrado, con media acidez y redondo; y para la vista, color dorado sutilmente oscuro con ligeros reflejos verdosos, limpio, brillante y de fina lágrima de lenta caída”. En su elaboración, tras una ligera maceración de horas se prensa y fermenta con sus levaduras autóctonas seis meses en barricas de 300 litros con sus lías finas y battonage.