Los restaurantes chinos fueron los primeros. Luego llegaron los establecimientos de ‘todo a cien’ y después las franquicias de comida rápida y las tiendas de telefonía móvil. Ahora son los salones de juego y las casas de apuestas, que brotan en todas las ciudades como setas en otoño. Segovia no es ajena a la «epidemia», sobre el que ya hay encendidas voces de alarma, al tratarse de un «ocio», el del juego, que, de consumirse con abuso y sin responsabilidad, genera un trastorno de ludopatía patológica. Esta «adicción sin sustancia», que puede arruinar la economía personal y familiar, está llegando también a muchos jóvenes, según alertan los expertos, a través de nuevas formas de entretenimiento, como el juego ‘on line’ y las apuestas deportivas.

La inquietud manifestada por la asociación de vecinos de San Lorenzo ante la próxima apertura de un salón de juegos en la calle de Santa Catalina —con licencia desde 2019 y de inminente apertura— ha puesto el foco en un problema del que también se han hecho eco diversas formaciones políticas. Podemos-Equo e IU pidió al Ayuntamiento de Segovia que reclamase a  la Junta de Castilla y León una reforma de la legislación autonómica en la materia —Ley 4/1998 y decreto 53/2014— para hacerla menos permisiva. También que permitiera una moratoria temporal a los Ayuntamientos para congelar la concesión de nuevas licencias.

La petición de esta moratoria también está en la moción que IU anunció hace unos días, donde también reclamaba que la corporación, en la próxima renovación del Plan General, «diera pasos para limitar» la proliferación de salones de juego y casas de apuestas.
El Gobierno socialista de Clara Luquero —que ha pedido a IU que esta moción sea conjunta— está en la misma línea. Así lo manifestó la concejala de Urbanismo, Clara Martín, en una reunión con los vecinos de San Lorenzo, este miércoles. La concejala les transmitió su propósito de pedir a la administración competente, la Junta de Castilla y León, la necesidad de una moratoria en la concesión de licencias hasta que se implante una nueva regulación a nivel estatal y autonómico.

Todas las casas de juego están a menos de 500m de colegios - Foto: Rosa Blanco

Mientras el PP cree que la reforma debe ser nacional y centrada en la publicidad y el juego on line, los socialistas, a nivel autonómico, ya presentaron en noviembre una Proposición de Ley en las Cortes para propiciar una legislación «más dura»; especialmente en lo relativo a las distancias mínimas entre salones de juego y casas de apuestas con respecto a los centros educativos, que ahora está en 100 metros, aunque no lineales, sino por el paso habitual de los peatones. 

Tanto PSOE como IU se han asumido peticiones como la de la Federación Castellano Leonesa de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fecyljar), que exige a la Junta que no autorice la instalación de establecimientos de juegos a una distancia de menos de 500 metros lineales de centros educativos, culturales o juveniles; y que no se puedan abrir nuevos locales cuando exista otro dedicado a la misma actividad a una distancia de 1.000 metros lineales.

Según los datos facilitados a El Día de Segovia por la Delegación Territorial de la Junta, la provincia de Segovia contaba con solo dos locales en 2015 —un bingo y un salón de juegos de azar—, mientras que cerró 2019 con ocho: siete en la capital —un bingo, una casa de apuestas y cinco salones de juego, incluído el de San Lorenzo— y una en Cuéllar.

En Segovia todos los locales recreativos de juegos de azar están a menos de 500 metros de algún colegio, según la herramienta de Google Maps que permite medir la distancia que recorre un viandante entre dos puntos. Así, por ejemplo, el salón de juegos C4sino Segovia, situado en el Paseo de Ezequiel González 45, está a solo 145 metros del CEIP Diego de Colmenares; o el salón de juegos TOKA —cerrado temporalmente, según anuncia un cartel en la puerta—, en la calle José Zorrilla 32, está a 190 metros del mismo centro educativo y a 243 metros del CEIP Santa Eulalia. Y el de Cuéllar (AIM&WIM), ubicado en la avenida Camilo José Cela 35 se sitúa a 300 metros del CEIP Santa Clara y a 400 metros del CEIP La Villa.

En la capital, el que abrirá en la calle Santa Catalina, y contra el que se han movilizado los vecinos de San Lorenzo, dista 495 metros del CEIP Martín Chico; aunque está a 10 metros de una ludoteca, a 130 metros del Centro de Educación Infantil ‘La Senda’ —la guardería municipal— y a 400 metros de la sede de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados (Arseg), donde se tratan pacientes con comorbilidad -trastorno de juego y alcohol- y donde la próxima primavera instalará su sede la nueva Asociación Segoviana de Jugadores de Azar Rehabilitados (Asejar).

SIN LICENCIAS EN TRAMITACIÓN. La Concejalía de Urbanismo no tiene nuevas licencias en tramitación. Si la nueva regulación regional acordara la distancia mínima de 500 metros a centros educativos, todas las salas de Segovia serían, en teoría, ilegales. «La aplicación de los cambios en relación a la distancia no creo que sean con carácter retroactivo. Será difícil que se pueden revocar las licencias ya concedidas, aunque sí revisarlo al momento de renovarse la licencia, que ahora mismo son 10 años desde la apertura», sostiene la titular de Servicios Sociales, Ana Peñalosa (IU).

La nueva asociación Asejar se presentará oficialmente el 14 de marzo durante el II Congreso Castellano-Leonés de Jugadores de Azar Rehabilitados que Fecyljar celebrará en el Teatro Juan Bravo de Segovia. La nueva asociación permitirá que al menos una decena de segovianos con ludopatía patológica puedan recibir terapia en Segovia, ahorrándose los desplazamientos a Madrid o Valladolid, según explica Ángel Aranzana, presidente de Fecyljar.

Aranzana ve factible el cambio de la ley de 1998 —y de los decretos posteriores— tras acordar, con este propósito, la constitución de una mesa de diálogo formada por cuatro consejerías, sindicatos, patronal del juego, y Fecyljar.« Hay que unificar criterios para endurecer la ley y, sobre todo, para implantar una moratoria de unos cuantos años» para la concesión de licencias de apertura de salones de juego y casas de apuestas.

Por otra parte, Aranzana confía en que el nuevo ministro de Consumo, Alberto Garzón, impulse una regulación más restrictiva de la publicidad de los juegos de azar y apuestas en línea, porque «el año pasado se emitieron 3,5 millones de anuncios, algo impensable en cualquier país civilizado».

En teoría, los ocho locales que existen suponen uno por cada 7.285 habitantes, por encima de Madrid, que contaría con un ratio de una sala por 9.597 personas. Aranzana prefiere no hacer comparaciones. «Siempre dicen que en Castilla y León tenemos pocas. Pero es que somos 2,5 millones de habitantes y tenemos 160 establecimientos, es decir, un local de juego por cada 15.600 habitantes. Y en Valladolid, por ejemplo, uno por cada 8.000. Pero si vamos a las tragaperras, en Segovia tocamos a una por cada 600 personas».