E n esta entrevista el aún diputado socialista por Segovia Juan Luis Gordo Pérez, de 59 años, oficializa su retirada asegurando que seguirá siendo político «aunque fuera de la política», sin descartar la posibilidad de volver. Este seis de marzo dejará de ser parlamentario porque, aunque es secretario segundo de la Mesa del Congreso, su partido le dejó fuera de la Diputación Permanente tras formar parte del grupo que discrepó con el secretario general Pedro Sánchez y su ‘no es no’, con el fin de evitar unas terceras elecciones generales en un corto espacio de tiempo.  Ingeniero Industrial en la especialidad de Organización Industrial,  subdelegado del Gobierno en esta provincia entre los años 2004 y 2008,  quien regresa ahora a su destino como funcionario del Ministerio de Sanidad,  director de gestión de varios grandes hospitales, afirma que «ni los independentistas, ni Bildu, ni Vox son buenos compañeros de viaje, para cualquiera de las fuerzas políticas» constitucionalistas,  a quien anima a buscar puntos de encuentro, mientras subraya que «nos encontramos con unos líderes de unos partidos que en estos momentos están más orientados a enrocarse en sus posiciones de poder que a centrar al ciudadano en la agenda política...».

Tras el anuncio de convocatoria de elecciones por el presidente del  Gobierno, Pedro Sánchez, llegó el final de la legislatura, ¿cuál es su impresión sobre los últimos acontecimientos políticos, incluido el rechazo a los presupuestos? 

Todo tiene su comienzo y su final, la legislatura ha sido tremendamente turbulenta, de dudosa rentabilidad legislativa y el presidente ha decidido cortarla, después de que no hayan salido los presupuestos. Parece lógico. Hay quien piensa que hubiera sido más conveniente disolver a las pocas semanas de haber tomado posesión, tras la moción de censura,  es lo que hay…

¿Y qué piensa usted que hubiera sido lo adecuado?

Era la crónica de una muerte anunciada, los independentistas y Bildu son siempre malos compañeros de viaje, este es el origen del conflicto que vivió el PSOE, en 2016, desgraciadamente.  Los independentistas tienen una hoja de ruta clara y era previsible que no se pudiera cumplir porque el PSOE nunca ha sido un partido que apoyara las tesis de los independentistas. 

¿Qué opinión le merece el comportamiento de otros grupos con el rechazo a las cuentas del Estado?

Es preciso entenderse y, sin duda alguna, las políticas de entendimiento se concretan en los Presupuesto Generales del Estado. Me parece un error que las fuerzas constitucionales no sean capaces de buscar un punto de equilibrio, renunciando a algunas cosas y buscando acuerdos en otras. Solo veo futuro político a nuestro país con un acuerdo entre fuerzas constitucionales,  fuera hace mucho frío.  Insisto, ni los independentistas, ni Bildu, ni Vox son buenos compañeros de viaje, para cualquiera del resto de fuerzas políticas. 

¿Tenemos líderes de altura para impulsar un acuerdo llamémosle constitucional?

Se le presupone, bien es cierto que, lo mismo que ocurre en España ha sucedido en el entorno europeo donde nos encontramos con unos líderes de unos partidos que en estos momentos están más orientados a enrocarse en sus posiciones de poder que a centrar al ciudadano en la agenda política. Los partidos necesitan el desarrollo de agendas políticas que busquen el despliegue de acciones para dar respuesta a esos problemas.

¿Están en riesgo algunas inversiones previstas en Segovia?

Durante estos últimos meses hemos estado trabajando fundamentalmente en los temas que Segovia tiene pendientes, como continuar con la construcción del edificio de la justicia, que está atascado por un problema de carácter administrativo, que tiene visos de solventarse, y el impulso del desdoblamiento de la SG-20, así como otros proyectos. Vamos a tener una prórroga de los presupuestos y espero que la incidencia sea mínima.  

¿No habría sido más conveniente para el PSOE, en vez de dar paso a nuevas elecciones, haber permitido la investidura del presidente Mariano Rajoy tras los comicios de 2015?

Eso ya no tiene solución, no se hizo.  En aquel momento el PP ganó las elecciones,  hizo intento de formar Gobierno,  y la coyuntura era  un gobierno alternativa o no, se optó por unas elecciones y nos volvimos a encontrar en la misma situación. Cuando no hay mayorías, lo importante es buscar acuerdos y la centralidad política que nos permita dar estabilidad al país y apostar por el futuro.

¿Le ha provocado disgustos en política no haber seguido las tesis de Pedro Sánchez y abstenerse, como hicieron la mayoría de diputados socialistas, para permitir gobernar a Rajoy y que no se repitieran nuevamente las elecciones?

Es público y notorio que yo mantuve una oposición diferente respecto a la de nuestro actual presidente, siendo una de las personas que había impulsado y confiado en Pedro Sánchez, pero,  junto con otros compañeros,  pensamos que no era la mejor solución el ‘no es no’, la prueba de ello es que nos abstuvimos para dar un gobierno a España y no ir a terceras elecciones. En estos momentos, dada la coyuntura que vive la política en nuestro país,  hay que cambiar el paradigma e ir al desarrollo de políticas que sitúen al ciudadano en el centro, para tender a la cultura del acuerdo buscando la centralidad democrática, que es absolutamente necesaria. 

Ha continuado como secretario de la Mesa del Congreso de los Diputados,  pero fue relevado de la Diputación Permanente, tras aquellos episodios y la llegada de Pedro Sánchez, de nuevo,  a la Secretaría General,  por lo que,  este seis de marzo, dejará de ser diputado tras la disolución de las Cámaras, el día cinco, ¿qué trabajo realizará la Cámara en este tiempo?

Continuaré trabajando con la normalidad con la que he venido haciendo durante este tiempo, como representante de todos los grupos parlamentarios en la Mesa. El día seis habré dejado de ser diputado y pasaré a ser una persona en la vida civil, no pasa nada, voy a seguir siendo político aunque fuera de la política.  Hay muchas iniciativas legislativas en marcha que van a decaer, nos quedan dos sesiones plenarias a las que irán distintas iniciativas que no van a llegar a término, en su mayoría, después la Diputación Permanente atenderá los temas importantes.  En los próximos días tenemos la intención de llevar la proposición de ley sobre voto rogado o la reducción de plazo del procedimiento de enjuiciamiento criminal… Cada vez que acaba una Legislatura, termina un periodo y el contador se pone a cero.

¿Echará de menos la ausencia de una actividad política tan intensa como la de ahora?

Hay vida después de la política, me considero una persona libre, tengo la clara intención de dejar la política activa, desde hace tiempo, llevo casi diez años y medio como parlamentario, después de cuatro años de subdelegado del Gobierno, y es el momento de iniciar una nueva vida en el ámbito laboral y profesional lo cual no significa que no sea una persona política. Desde muy niño me ha encantado [ver la forma de solucionar]  los problemas comunes de los ciudadanos y, por lo tanto, seguiré como militante de base y, al mismo tiempo, creo que no, pero uno nunca descarta la posibilidad de volver.

¿Si vuelve lo hará con otro partido?

No entra en mis planes, soy una persona de convicciones firmes pero si de algo huyo es de los argumentarios.

¿Se arrepiente de haber tomado alguna decisión que estaría dispuesto a corregir, de poder hacerlo?

Habré cometido muchos errores... He disfrutado mucho en este tiempo, estoy muy agradecido a mis compañeros y al PSOE las posibilidades que me han dado de ser diputado y senador, durante más de una década,  y creo que he intentado sentar las bases para un partido moderno, abierto, que sea positivo, que ponga temas encima de la mesa y se mire menos el ombligo, algo se habrá conseguido... 

¿El Gobierno de Sánchez ha sido de resistencia, como él mismo titula su libro, hay brillos en la gestión? 

Pedro Sánchez estaba obligado a presentar la moción de censura después de la sentencia que condenaba al PP por corrupción y creo que ha tenido una cosa positiva: ha explorado el campo de la negociación con los independentistas catalanes, lo que era obligado, y les ha dejado en evidencia.  También me parece muy positivo que Podemos, que ha ido evolucionando a lo largo de este periodo de tiempo, se ha conformado como una fuerza política capaz de llegar a acuerdos para buscar la gobernabilidad, la sombra está en que todo esto no ha cristalizado en unos presupuestos que hubiesen legitimado la acción del Gobierno, pero las cosas en política son así...

Ahora hay mucha incertidumbre y fragmentación de fuerzas políticas, con el antecedente en Andalucía de gobierno tripartito de derechas...

El futuro lo veo con incertidumbre, en este momento la fragmentación del voto es de tal magnitud que, en el panorama político, no se define un claro bloque de derechas, ni  izquierdas, ni de centro, por eso será necesario buscar puntos de acuerdo y la cultura del diálogo si se quiere dar respuesta a los problemas de los españoles y, al mismo tiempo, potenciar la credibilidad de la política y de los políticos.

¿Habiendo sido secretario general del PSOE en Segovia,  ¿cómo contempla el partido actualmente?

Cada maestrillo tiene su librillo... Es evidente que mi forma de ver y orientar la política es muy diferente del actual secretario general [José Luis Aceves], es legítimo que él tenga una determinada visión y yo otra. En Segovia, en general, falta dinamismo político y creo que sería necesario un gran pacto por el desarrollo industrial y la despoblación, los dos temas más urgentes,  buscando alternativas para que los jóvenes no se tengan que ir de la provincia.

¿Tras las generales nos enfrentamos a otras elecciones, en este caso europeas, autonómicas y municipales, ¿ve a su partido como una sólida alternativa de cambio?

Nos movemos por un panorama de incertidumbre. El equipo que encabeza Clara Luquero creo que tiene altas probabilidades de seguir gobernando, no sé si con mayoría absoluta o no, pero el proyecto que en su momento inició Pedro Arahuetes, que ha continuado ella,  debe potenciarse en los próximos años y espero que la alcaldesa actual conforme el mejor equipo, plural, profesional y, al mismo tiempo, donde integre a los mejores activos que tiene el PSOE. 

En la Comunidad autónoma, es posible que el PP pierda por primera vez la mayoría y creo que sería necesario un gran pacto para dar respuesta a problemas que no se han afrontado en muchos años. Necesita un cambio de liderazgo pero con un proyecto político sólido. Creo que en la Diputación Provincial de Segovia también sería necesario un cambio, no sé si va a ser posible,  pero debiera desempeñar un papel mucho más activo para incentivar la localización de empresas y crear una estructura de apoyo a los pueblos ante el gran reto de la despoblación llevada a mayores niveles. El fraccionamiento del voto nos sumerge en la incertidumbre.