Más tensión en la cadena por la subida del precio del pienso

Nacho Sáez
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El coste de los alimentos para los animales ha subido de media un 18% este año y complica la consecución de precios justos que continúan reclamando los agricultores y ganaderos.

Más tensión en la cadena por la subida del precio del pienso

Los piensos tampoco se escapan de la subida generalizada de precios provocada por el incremento de costes energéticos. El coste de los alimentos para los animales han subido este año una de media un 18 por ciento, con picos del 27,83 por ciento en el caso del cerdo ibérico de terminación, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que compara los precios por tonelada de la primera semana de este 2021 con los de la última semana de noviembre.

«Llevamos desde agosto con una subida pero yo creo que todavía no ha hecho techo porque bastantes fabricantes de piensos compran las materias primas para dos meses. Cuando lo vuelven a hacer, es probable que vuelva a subir», apunta el secretario general de UPA Segovia, Pedro Matarranz, preocupado con la situación: «Nosotros lo hemos llamado la tormenta perfecta. Se ha sumado a la subida de los precios de gasóleos, fertilizantes, la luz… Esto no se ha visto nunca en la historia del sector agrícola y ganadero. Estos costes nos descolocan».

Los agricultores ya comienzan a plantearse reducir sus superficies de cultivo. «Pero a lo mejor luego nos falta producción de cereal», apunta Matarranz resumiendo la incertidumbre que reina en el sector. El precio del maíz ha subido un 25,09 por ciento, el del trigo, un 30,22; y el de la cebada, un 36,57. «Pero según está el cereal ahora mismo los piensos se encuentran un poco desorbitados y se convierten en un lastre para la ganadería. Los números no salen», añade el secretario general provincial de UPA, quien prevé un 2022 con pocos cambios: «Hay incertidumbre respecto a lo que puede pasar, pero no pinta bien. Tenemos un año complicado por delante. No anima a hacer nada. Habrá que esperar que la tormenta pase y esto vuelva a la normalidad».

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Este horizonte complica la consecución de precios justos para sus productos que reclaman los agricultores y ganaderos. Una reivindicación que las organizaciones agrarias tienen previsto escenificar en las calles con un calendario de protestas que culminará con una gran manifestación en Madrid antes de que acabe el invierno. La Política Agraria Común (PAC) o el conflicto  por el lobo serán otros de los caballos de batalla para un sector que está harto de ser el más débil de la cadena de producción. Sus márgenes de beneficio continúan arrinconados mientras el precio del pienso de los lechones ha subido de 351,28 euros por tonelada a 436,99 o el de las cerdas gestantes de 238,28 euros a 314,9.

En el ámbito alimenticio, Grupo Tejedor Lázaro está enfocado a los productos para mascotas pero también está acusando el incremento de los precios de los piensos. «Los precios han subido despacio pero de forma sostenida todo el año. Cuando se normalizaron las cosas respecto a la pandemia, no había suficiente oferta para toda la demanda, pero en el último trimestre los precios son todavía más altos», apunta José Luis Tejedor, director general de esta empresa segoviana propietaria de la emblemática marca Dibaq.

«Aguantamos todo lo que podemos, pero al final tenemos que subir precios para que el negocio sea rentable. Normalmente los incrementos de precio se producen a principios de año. En 2022 será más alta de lo normal», abunda.

Grupo Tejedor Lázaro también lo padece a la hora de adquirir las materias primas, aunque su director general resalta que «la gestión de nuestro departamento de compras está siendo impecable». «Cruzamos los dedos porque está claro que hay tensión en la cadena de suministros y porque lo estamos viendo en competidores nuestros», indica. Respecto al comportamiento de sus clientes, asegura que «están aceptándolo». «A nadie le gusta que le suban el precio pero si sube el plástico, el aluminio, la luz… Saben que es es algo mundial», zanja.