Un pulverizador nasal para tratar la depresión mayor

Carmen Ansótegui (SPC)
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La Comisión Europea aprobó recientemente la esketamina, un fármaco que Janssen comercializa como Spravato, que se administra mediante pulverizaciones nasales para tratar el trastorno depresivo mayor en adultos. Se trata del primer medicamento en 30 años que aporta un nuevo mecanismo de acción para un antidepresivo. Se le ha dado luz verde en combinación con otra terapia oral y siempre y cuando el paciente no haya respondido a otros fármacos. 

El trastorno depresivo mayor (TDM) se caracteriza por «una tristeza patológica o ánimo depresivo», según explica Patricio Molero, especialista en psiquiatría de la Clínica Universidad de Navarra. Se le asocia, además, con apatía, alteraciones en el apetito y en el sueño, o sentimientos de inutilidad y culpa. En los casos más graves, el paciente puede tener también pensamientos recurrentes de muerte o de suicidio. 

No hay un motivo concreto para la aparición de la depresión mayor sino que es multifactorial, si bien es cierto que suelen estar implicadas la genética, las alteraciones en la concentración de ciertos neurotransmisores cerebrales, las alteraciones neuroendocrinas y los factores psicosociales. 

Este problema de salud afecta a aproximadamente 40 millones de personas en Europa y representa la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Para estos pacientes, el objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas y, en última instancia, lograr que desaparezca la enfermedad. Sin embargo, aproximadamente un tercio de los pacientes no responden actualmente a los tratamientos disponibles.  Por este motivo, es importante que se haya aprobado un fármaco con un mecanismo de acción distinto de manera que, pacientes que no responden a los tratamientos convencionales, tengan una opción terapéutica innovadora. 

Molero asegura que en el campo de la depresión «se investiga mucho» y señala que el problema es que resulta «realmente difícil» encontrar nuevas moléculas con mecanismos de acción novedosos que aporten un beneficio real tanto en términos de eficacia como de seguridad. 

Se cree que la esketamina ayuda a restaurar las conexiones sinápticas entre las células cerebrales en personas con TDM, lo que permite una mayor actividad y comunicación entre regiones específicas del cerebro. Según los resultados de los ensayos clínicos, se cree que este aumento en la actividad y la comunicación ayuda a mejorar los síntomas de la depresión.

Rápida mejora

En lo que se refiere a la efectividad, Molero destaca que «el paciente experimenta una mejoría importante de los síntomas depresivos de forma rápida, incluso durante los primeros días de tratamiento». En este sentido, los ensayos realizados con esketamina para pulverización nasal han demostrado que los quienes son tratados con esta combinación de fármacos se encuentran mejor al segundo día de tratamiento. Hay que destacar, además, que es efectivo en siete de cada 10 pacientes, haciendo que los síntomas se reduzcan a la mitad.