300 alumnos de la IE inician el curso desde sus países

A.M.
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El retraso en los visados o las cuarentenas en sus lugares de origen por la pandemia impiden la llegada de algunos estudiantes internacionales en un curso académico que aumenta matrícula

Clase presencia en el campus de la IE en Segovia - Foto: Roberto Arribas

El rector de IEUniversity, Salvador Carmona, está satisfecho con el inicio del curso en la universidad privada que ocupa el antiguo convento de Santa Cruz, que ha contado con 600 nuevas matriculaciones, frente a las 500 del año pasado,   en torno al 20% más, hasta completar un total de 1.400 alumnos –el 74% internacionales–. Sin embargo, un 20% no se ha incorporado, cerca de 300, debido a problemas de visados en sus países u obligados por cuarentenas,  por lo que lo irán haciendo de forma paulatina, pero pueden seguir las clases a través de Internet.   

Con estrictas medidas para impedir contagios de la Covid-19,  insiste en que la institución académica «hace todos los esfuerzos por mantener la salud y la calidad de la enseñanza de los estudiantes; y Segovia sigue siendo un lugar atractivo para ellos».  

Tras el susto de finales de febrero, cuando un alumno de primer curso que había viajado a Italia fue el primer positivo en Segovia, los protocolos sanitarios fijan la realización de un test de seroprevalencia a todos los alumnos y, luego, si aparece algún positivo en la clase, se realiza la prueba a todos, se pasa a formación online,  y se vuelve a testar a los alumnos, una semana después, regresando al presencial. 

Salvador Carmona asegura que está todo «dentro de la normalidad, la llamada ‘enseñanza líquida’ nuestra te permite pasar de presencial a online, gracias a la tecnología y a la formación de profesorado».  De hecho, recuerda el rector, hay programas de máster en los que son considerados entre «los primeros del mundo»,  que se han extendido a otros programas de posgrado y a los de grado, «lo que ha exigido un esfuerzo, pero teníamos la tecnología y la pedagogía». 

Aunque prefiere la formacion puramente presencial, la alumna Teresa Olombrada Rodríguez, segoviana, según avanza el curso, asegura que ve muchas ventajas en el modelo de ‘Liquid learning’, impulsado por la universidad, basado en tres tipos de clases: presencial; por videoconferencia, para que quienes están fuera puedan seguirlas, ya que hay cámaras en las aulas, y ‘Non-class learning’,  que se centra en el desarrollo de trabajos o proyectos.

Teresa Olombrada reconoce que con este modelo híbrido aprovecha mucho mejor el tiempo y puede participar en más actividades extracadémicas. «No dudo que aprendemos más combinando las clases tradicionales con la realización de trabajos porque te obliga a investigar, a trabajar de manera individual, y así es como realmente se aprende», afirma. 

Para Salvador Carmona, «los alumnos prefieren una combinación de clases presenciales y en remoto, les proporcionan  bastantes elementos de conocimiento, cuando vayan a salir a trabajar van a tener que hacer en equipo, en remoto muchas veces, ese conocimiento se les ofrece, les cualifica para lo que van a encontrarse luego en el mercado de trabajo».     

Con la previsión de incluir en los grados Matemáticas Aplicadas, el curso 2021-2022, Carmona es optimista en cuanto al futuo: «Somos muy positivos, Segovia reúne unas condiciones muy especiales para los alumnos que tenemos, una ciudad histórica, muy acostumbrada a las personas a nivel internacional, con muy buenos servicios, lo reúne todo,  lo que pueda salir de la pandemia es incierto, no sabemos los impactos ni lo que va a durar, pero ponemos todas las medidas sanitarias y educativas».  

 Ricardo D’Ambrosio, de Venezuela, que se inclina por las clases presenciales, reconoce que «en Segovia la vida es muy agradable como estudiante; la vida social, como todo lo demás, cambió, pero al estar en una ciudad pequeña que te permite estar tan cerca de tus compañeros en el día a día facilita mucho ver a las personas que más quieres». 

Por su parte, la alumna María Paula  Jiménez, colombiana, afirma que «en Segovia siento que la mayoría de las personas toman las precauciones necesarias. Creo que esta ciudad es un buen lugar para pasar la crisis sanitaria. Prefiero estar acá que en Colombia».