El jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, aseveró ayer en Buenos Aires que el 80 por ciento de las Fuerzas Armadas de su país «están a favor de un cambio con unas nuevas elecciones», pero acusó a Cuba de aterrorizar a los militares para que no le den su apoyo y se rebelen.

«Si hay una injerencia en Venezuela es la de Cuba sobre Venezuela, donde manejan parte del aparato de inteligencia y contrainteligencia, sobre todo dedicado a aterrorizar principalmente a los militares para que no se pronuncien abiertamente», denunció el autoproclamado presidente del país petrolero  tras reunirse en la capital argentina con el presidente Mauricio Macri.

Guaidó, que es reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 gobiernos, llegó a Argentina procedente de Asunción, donde fue recibido por el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez.

«Me atrevo a decir que el 80 por ciento de las Fuerzas Armadas están a favor de un cambio. Ahora, 160 militares de alto rango están presos desde 2018», recordó.

Además, explicó que desde su Gobierno interino han ofrecido amnistía y garantías a los que apoyen una transición y retiren su confianza a Nicolás Maduro.

Sobre una eventual intervención militar en el país para expulsar al chavista del poder, el autoproclamado presidente encargado puntualizó que «la opción es la paz», a pesar de que insistió en que ahora no la hay en Venezuela.

Por su parte, el representante personal para España del líder opositor, Antonio Ecarri, anunció que solicitará formalmente que se congelen las cuentas del Gobierno de su nación en Europa para evitar un nuevo «despilfarro» y crear un fondo humanitario de ayuda.

Asimismo, el delegado de Guaidó explicó que hablará con el procurador general de la República: «Esperamos tener su aprobación para solicitar la congelación de las cuentas del Gobierno usurpador de Maduro, porque tememos que se convierta en un nuevo despilfarro de los recursos de nuestro país».

Mientras, el Ejecutivo de Venezuela manifestó su rechazo a las sanciones anunciadas por Estados Unidos contra mandos del Ejército y criticó su carácter unilateral e ilegal. 

 Maduro consideró que esta medida forma parte de la «fracasada estrategia de Washington de propiciar y provocar una sublevación contra el Gobierno constitucional del presidente constitucional».