Brote de paperas en Segovia: ¿hay motivos para la alarma?

Sergio Arribas
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Los 15 casos confirmados en Segovia a principios de semana son ahora 48. Los síntomas se manifiestan entre los 16 y 18 días, por lo que podrían aparecer más casos vinculados al brote, que ha despertado la psicosis del contagio

Complejo del Hospital General de Segovia. - Foto: Diego de Miguel

El falso rumor se ‘contagió’ tan rápido como el virus al que hacía referencia. Un brote de paperas (la parotiditis) iba a clausurar unos días el IES Hoces del Duratón, en Cantalejo.  «Se ha corrido el rumor de que se iba a cerrar el instituto y es absolutamente falso, se ha generado una psicosis infundada», señalaba, este miércoles, la jefa de estudios del centro, Isabel Parrado. Al confirmarse dos casos de alumnos con paperas —y uno más sospechoso de haber contraído la enfermedad—, la dirección envió a los padres el aviso de que si detectaban síntomas en sus hijos —como fiebre y cansancio— no les enviaran al centro para impedir el contagio. «Solo tenemos dos casos confirmados. Todos están con la psicosis, no sabemos cómo puede evolucionar, pero, desde luego, estamos funcionando con normalidad», apuntó entonces la docente.

El cierre del IES Hoces del Duratón era un falso rumor, aunque, como se demostró apenas un día después, había sobrados motivos para la inquietud. Cantalejo es uno de los pueblos más afectados por el último brote de parotiditis. Son 48 casos en cinco semanas —del 12 de agosto y el 26 de septiembre—, el 25% de ellos (12 casos) en Cantalejo, según los datos facilitados, este jueves, por la Junta.

Segovia asiste a un aumento en el número de casos de parotiditis, en sintonía con el incremento en la incidencia de la enfermedad en España en lo que va de 2019 y que afecta a varias Comunidades Autónomas, entre ellas Castilla y León. La alarma saltó a finales de agosto en Turégano, aunque la Junta se apresuró a negar la existencia de un brote. Señaló que solo había un caso diagnosticado en el centro de salud Segovia I, de una persona con un negocio en esta localidad, que había tenido contacto con dos personas enfermas fuera de la provincia.

- Foto: D.S.

Nuevos casos. Sin embargo, menos de un mes después, el pasado 23 de septiembre, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, confirmó la existencia de un posible brote epidémico en Segovia, con 15 casos diagnosticados de paperas en la última semana, casi todos en la capital (10), afectando en su mayoría a hombres, con edades comprendidas entre los 16 y 41 años. Ninguno de los infectados, según dijo la consejera, había requerido ingreso hospitalario.

Este pasado miércoles, la Consejería de Sanidad apuntó que en 2019 se habían notificado 832 casos de parotiditis en Castilla y León, 56 de ellos en Segovia. Durante la semana 38 (del 16 al 22 de septiembre) se habían notificado sólo en Segovia 21 casos, por lo que la cifra total en 2009 ascendía a 77.

Los últimos datos fueron ofrecidos este jueves, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Lo que hace una semana eran solo 15 casos confirmados ahora eran 48; detectados entre el 12 de agosto y el 26 de septiembre, la mayoría en aquella fatídica semana 38, del 16 al 22 de septiembre. Aunque se registraron 77 notificaciones, 29 de ellas no tenían relación con el brote.

Centro de salud ubicado en el barrio de San Lorenzo.Centro de salud ubicado en el barrio de San Lorenzo. - Foto: Diego de Miguel

Las Zonas Básicas de Salud (ZBS) más afectadas han sido Cantalejo (25%) y Segovia I (20%); y los enfermos son en su mayoría varones (65%), con una media de edad de 24 años. «Todos han cursado una buena evolución», señalan desde la Junta. La mayoría son residentes en Segovia, aunque uno vive en Ávila y otro en Madrid.

Desde el Sacyl, subrayan que no hay razones objetivas para el pánico o la alarma, en tanto que la parotiditis es una enfermedad vírica «benigna, en líneas generales alvo que pueda complicarse, algo que es muy raro» dado que «no produce daño a largo plazo», explica el jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital General, Jorge Elizaga Corrales. Se caracteriza por la inflamación de una o más glándulas salivares, habitualmente la parótida, precedida de frecuentes síntomas inespecíficos como fiebre, celefalea y sensación de malestar.

«Cuando se inflaman las carótidas el diagnóstico es más obvio. El curso de la enfermedad es breve. En 5 ó 6 días desaparece», explica Elizaga, que precisa, no obstante, que en un pequeño porcentaje de casos puede tener complicaciones, como orquitis (inflamación testicular) o «muy raramente» meningitis. En la mayoría de los casos, desaparece solo. Para aliviar el dolor y molestias el paciente puede colocarse compresas heladas o calientes en el cuello o mejillas hinchadas y tomar anti-inflamatorios, caso de Ibuprofeno.

No obstante, la parotiditis sí es una enfermedad muy contagiosa y de difícil control. Se transmite persona-persona por vía respiratoria a través de las gotitas de saliva que se producen al hablar o por contacto directo con saliva de una persona infectada. Elizaga sostiene que el problema es que la infección se puede transmitir incluso uno o dos días antes de que el enfermo presente síntomas. «El paciente que tiene fiebre, cansancio, cefalea o sensación de malestar, al que diagnóstican las paperas, se queda en casa, pero no puedes controlar que dos días antes haya ido, por ejemplo, al colegio o instituto y haya transmitido el virus». 

Por otra parte, el periodo de incubación se sitúa entre 16 y 18 días, con lo que «hasta dentro de dos o tres semanas pueden aparecer más casos y, por tanto, hasta entonces no existirá certeza de que el brote ha sido controlado».

Vacunación. Por el momento, opina el especialista, ante un caso de parotiditis lo único que puede hacerse es adoptar medidas preventivas, como identificar a las personas que han tenido más contacto con el enfermo,a quienes hay que someter a vigilancia estrecha para detectar la aparición de posibles síntomas —fiebre— y aplicarles la correspondiente vacunación para aligerar los síntomas.

La vacuna triple vírica (TV) frente a sarampión, rubeola y parotiditis es la mejor medida para la prevención de las paperas o parotiditis. Como en cualquier infección viral —salvo el herpes, el VIH o el virus hepático, que sí tienen tratamiento específico— solo cabe la prevención, a través de esta vacuna para evitar el contagio.

La triple vírica (TV) aplica en dos dosis, a los doce meses y a los tres años. «En teoría con dos dosis la cobertura de prevención alcanza el 90%». No es, por tanto, infalible al 100%, como lo demuestra el informe de la Red de Vigilancia Epidemiológica de Castilla y León, publicado en abril de 2019 (semanas 1 a 14). El estado de vacunación se conoció en la mayoría de los casos (65%). El 48% tenían dos dosis de vacuna TV, lo que no impidió que contrajeran la enfermedad. 

El doctor Elizaga sostiene que quien tiene más probabilidad de ser infectado es quien nunca se ha vacunado o solo ha recibido la primera dosis. También aquellos que utilizaron una marca de vacuna que se usó en la década de los 90 y que se comprobó después que no protegió suficientemente. Afectó a la Comunidad de Madrid, a los nacidos entre 1985 y 1988 y de 1995 a 1998. En Castilla y León también se utilizó esa cepa en 1996 y entre 1998 y 1999. A todos ellos se recomienda reforzar la protección con nuevas dosis de vacuna.

Por otra parte, los nacidos antes de 1970 se les considera inmunes a la parotiditis. «No había vacuna —añade el especialista— como tampoco para el sarampión o la varicela. Todo el mundo pasó la enfermedad y hoy son inmunes. Y el que crea que no lo tuvo, fue porque sus síntomas fueron tan leves que les pasaron inadvertidos».

El jefe de Medicina Interna aclara que cada año hay casos de paperas — «no es una enfermedad erradicada»—, aunque hay anualidades, caso de 2019, donde la incidencia es mayor. «Ahora puede haber una pequeña agrupación de casos, lo que llamamos brotes. No es que esté volviendo esta enfermedad, es que nunca se fue. A raíz del inicio de las vacunaciones preventivas, en los 70 y 80, el número de casos disminuyó, pero nunca ha sido cero».