¿Dónde yace el cronista?

Cristina Sancho
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La investigadora Carmen Gómez, propone ubicar en un lugar digno la lápida del Cronista Antonio de Herrera ante las obras del Ayuntamiento de Cuéllar.

La investigadora Carmen Gómez señala la lápida del cronista Antonio Herrera. - Foto: C. S.

Poner en valor, recuperar la memoria y sobre todo dar un lugar digno es lo que pretende la cuellarana Carmen Gómez Sacristán con la propuesta que ha trasladado al Ayuntamiento de Cuéllar. Como ya informó El Día de Segovia el pasado 2 de noviembre en el reportaje ‘Laudas con historia’, las dependencias de la Policía Local de la villa es el espacio donde se encuentra la lápida del Cronista de Indias y cuellarano Antonio de Herrera y Tordesillas y su segunda esposa. Ahora Gómez ha propuesto al equipo de Gobierno que, aprovechando las obras que se van a hacer en el edificio consistorial, se traslade esta lápida a un lugar más digno y propio de quien fuera además el encargado de otorgar la licencia de publicación de El Quijote. 

Durante varios meses, Carmen Gómez, autora de la biografía de Alfonsa de la Torre, ha estado investigando no solo sobre la historia de esta lauda sepulcral sino también del lugar donde se encuentran los restos del propio cronista que falleció en Madrid en 1626. Este último aspecto resulta dudoso con la documentación consultada hasta el momento pero, según la cuellarana, sería de gran valor y un gran descubrimiento para la villa si finalmente se retirara la lápida y se encontraran sus restos en este espacio municipal.
Como ya apuntara en noviembre de 2019 el historiador Juan Carlos Llorente, esta lápida no se encuentra en su lugar de origen. El espacio donde se ubicó por primera vez fue en la extinta iglesia de Santa Marina, de la que en la actualidad solo queda la torre. «El Cronista Herrera era parroquiano de esta iglesia y, cuando el templo se desamortizó, la lápida pasó por diferentes lugares hasta acabar a principios del siglo XX en lo que era el salón de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar», relata. Según parece se trasladó a este espacio en un acto de homenaje que se le quiso hacer entonces. No obstante con el paso del tiempo se decidió que estas dependencias fueran ocupadas por la Policía Local. 

Gómez Sacristán hace referencia en su justificación a los datos aportados por el doctor Mariano Cuesta Domingo en sus libros ‘Antonio de Herrera y su obra’ (1998) y ‘Antonio de Herrera y Tordesillas. Historiador acreditado’ (2009). En ambos se señala que «Antonio de Herrera fue enterrado en el templo de Santa Marina». «Todos los restos humanos enterrados en aquella iglesia fueron posteriormente depositados en la de San Pedro. Sin embargo este último edificio religioso fue secularizado y nuevamente todos los residuos humanos contenidos en los enterramientos fueron exhumados y trasladados a una fosa común en el cementerio municipal», añade. 

No obstante, Carmen Gómez, al consultar distinta biografía relacionada con la poeta Alfonsa de la Torre, ha encontrado que dentro de la Colección de Estudios Segovianos de 1952 un documento que dice: «Con motivo de una obras realizadas en la Casa Consistorial de Cuéllar, al mover la lápida funeraria perteneciente a Antonio de Herrera aparecieron los restos del cronista de Indias y los de su esposa, guardados en un cajón, junto con un acta que atestigua la autenticidad de los restos, extendida cuando se trasladaron los mismos desde la iglesia de Santa Marina, al ser secularizada, al Ayuntamiento». De este hallazgo se dio cuenta a la Real Academia de la Historia y al gobernador civil de la provincia. Según apunta Gómez, el Padre Balbino Velasco, cronista de Cuéllar (1926-2013) recoge además en su libro ‘Historia de Cuéllar’ que conserva copia del acta del hallazgo de los restos de 1952. Aunque se envió un informe a la Real Academia de la Historia, sin embargo no consiguió los datos exactos. 

La investigadora cuellarana también apunta que en 1908 Felipe de la Torre Arocena, tío de la poeta Alfonsa de la Torre, fue quien decidió que se trasladara la lápida al lugar donde se encuentra hoy en día, pero de los restos nada se aportaba. Aunque hay varios indicios de que los restos del cronista Antonio de Herrera y Tordesillas se pudieran encontrar también en las dependencias municipales, Gómez continúa buscando más documentación tanto entre los archivos del Padre Balbino Velasco como los solicitados a la Real Academia de la Historia. Mientras, ha trasladado esta intrahistoria al equipo de Gobierno Municipal para que aprovechando las obras de la Casa Consistorial que aún tardarán unos meses en iniciarse, se estudie la ubicación de la lápida en el patio del Ayuntamiento.

«Que esta lápida se traslade a un sitio visible y accesible para todos y donde los que lo deseen se puedan adentrar en la historia de uno de los más ilustres cuellaranos», reclama. «Fuera de Cuéllar su carrera de cronista fue inmensa y de gran trayectoria y eso puede ser un impulso importante desde un punto de vista histórico para la villa», abunda. Antonio de Herrera y Tordesillas, además de otorgar la licencia de impresión de El Quijote, también escribió las ‘Décadas’ sobre la conquista de América y fue no solo cronista de Indias sino también cronista mayor de Castilla en la época de Felipe II y Felipe III. 

El alcalde, Carlos Fraile, y la concejala de Cultura, Maite Sánchez han recibido esta propuesta con agrado y de forma positiva y se comprometen a trasladar la lápida a un lugar mejor.