Julio César Uribe, mítico jugador peruano que popularizó universalmente el regate de la ‘elástica’ en los años 80, llegó por primera vez al banquillo de los Tecos de la UAG (México) en 1996. Fue despedido y regresó en el 98. Fue despedido y regresó en 2002. Y sí, fue despedido. A los tres años, cuando los Tecos armaron un equipo para ir a por títulos y buscaban entrenador, cuentan que alguien propuso el nombre de Uribe sobre la mesa y que hubo un enconado debate entre los rectores del club de Jalisco:
- ¿Traerlo por cuarta vez? ¿Qué cambió respecto a las tres anteriores?
- Ahora se dejó bigote.
La leyenda, tal vez una simple broma en el Zapopan (municipio donde juega la UAG), es paradigmática en el fútbol, un universo que vive de la cara nueva, el fichaje, la constante transformación... y en la que un regreso rara vez ilusiona.
Por este motivo está el madridismo con media sonrisa y medio gesto torcido, como las máscaras teatrales de la comedia y la tragedia, ante el posible retorno de Cristiano Ronaldo y Bale este verano. En distintas circunstancias y con distintas trayectorias, pero con un mismo billete de vuelta. La posible reunión de la ‘BBC’, el tridente ofensivo que ganó cuatro Copas de Europa, ni ilusiona ni se descarta ni motiva ni crea expectación sino todo lo contrario.
Segundas partes
A Miguel de Cervantes le atribuyen eso de «segundas partes nunca fueron buenas», lo que en la sabiduría popular se traduce como poner en duda la efectividad de retomar ‘algo’ anterior y obtener un mejor resultado. Salvo en El Padrino y Terminator pocas secuelas mejoraron al original, y aquellas cinco campañas (13/14 a 17/18) con la ‘BBC’ sintonizada no parecen alcanzables para un 'revival' del tridente blanco.
El primer recelo nace en la edad de los competidores: mientras el planeta fútbol anda arrancándole hojas a la chequera para ver cómo convencer a Haaland (19 años) o Mbappé (21) y firmar futuro, juntar a la BBC en la 21/22 supondría salir a morder al rival con una delantera de más de un siglo (101 años): los 32 de Bale, los 33 de Benzema y los 36 de Cristiano Ronaldo.
cristiano. Después llega el turno sobre los recelos individuales. Alrededor de Cristiano es cierto que se generan muy pocas dudas más allá del estado físico. El mental no preocupa: seguirá siendo una bestia competitiva hasta el día que diga adiós. Es el máximo goleador en la Historia del club (450 tantos en 438 partidos) y todavía le quedan un par de años a 30-35 goles por temporada, pero dos factores enturbiarán en todo este proceso de retorno: su salida en verano de 2018 y su sueldo.
Se marchó buscando felicidad («Estoy triste, por eso no celebro los goles y en el club saben por qué», confesó en una ocasión) con la sospecha de un trasfondo económico. La Juventus, en 2018, le ofreció un sueldo cercano a los 31 millones de euros por temporada. Y como ha respondido con goles (lleva 95 en dos temporadas y media de ‘bianconero’) poco se le puede achacar en su comportamiento individual. Así que el de Madeira no rebajaría demasiado su ficha en un Real Madrid que está teniendo problemas para renovar a la baja a piezas clave como Ramos, Lucas o Modric. Esa carga salarial impediría entrar en aventuras financieras por los nuevos genios del fútbol en un verano donde todos los grandes moverán ficha.
Retomando la historia inicial:Julio César Uribe, mejor extranjero de la Serie A con el Cagliari en el 83 y luego recurrente entrenador de los Tecos de la UAG, fue contratado por última vez en 2004 y en la 05/06 logró el único título internacional de su palmarés como técnico: la Recopa de la Concacaf. Es decir, los regresos pueden no ser ilusionantes, pero a veces funcionan.