El informe del forense en la vista oral que se ha celebrado en la mañana de este martes ha sido clave en el vuelco en las conclusiones del Ministerio Público, que acusaba de homicidio en grado de tentativa a tres presos del Centro Penitenciario de Segovia por una agresión a otro. Uno de ellos se encuentra en paradero desconocido y no ha asistido al juicio, por lo que la decisión no tiene validez para él.

El 7 de enero de 2016 el interno agredido se encontraba en la sala de televisión del módulo cuatro de la cárcel de Perogordo cuando D. B. -uno de los acusados- le pidió que le acompañara al baño. Allí se encontraban escondidos M. T. T. y H. P. G.. Juntos le clavaron un pincho de unos cinco centímetros fabricado en la prisión y le golpearon, incluso con mordeduras en la espalda, según el relato de la Fiscalía.

Funcionarios del centro restablecieron el orden, hallaron el pincho tras un registro de los servicios y tuvieron que volver a intervenir en la sala de televisión por otro incidente. En este caso, el preso que había sido agredido pidió explicaciones a uno de los acusados, que le amenazó con la pata arrancada de una silla. Como consecuencia de las heridas sufridas tuvo que ser trasladado al Hospital General de Segovia.

Antes de rebajar sus pretensiones, el Ministerio Público solicitaba para dos de los participantes en la pelea ocho años de prisión y para el tercero, diez por concurrir la circunstancia agravante de reincidencia. Ahora con la acusación limitada a un delito leve de lesiones, los hechos se podrían saldar con una multa de uno a tres meses, aunque la acusación mantiene su petición de cárcel. El juicio, que ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Segovia, ha quedado visto para sentencia.