La otra España

Patricia de Arce (EFE)
-

El país ha vivido en solo en 24 meses, desde la moción de censura, dos elecciones, un Gobierno de coalición y una pandemia

Rajoy (d) felicita a Sánchez tras conseguir el socialista los apoyos para sacar adelante la moción de censura - Foto: EFE

Dos años han pasado de la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, tras la moción de censura que sacó de La Moncloa a Mariano Rajoy. Veinticuatro meses que han dibujado, en tan poco tiempo, una España muy distinta.

Un país que se rige aún por los mismos Presupuestos de entonces, pero que ha vivido dos elecciones generales y tiene el primer Gobierno de coalición de la democracia y el Parlamento más fragmentado y polarizado que se recuerda.

Y un país que afronta ahora algo inimaginable dos años antes, la grave crisis provocada por el coronavirus, que lo ha trastocado todo y ha acentuado aún más la distancia entre derecha e izquierda.

«Suerte a todos ustedes por el bien de España». Con estas palabras se despedía Mariano Rajoy el 1 de junio de 2018 de un Congreso que acababa de echarlo de La Moncloa al apoyar la moción de Sánchez, presentada tras la histórica sentencia del caso Gürtel.

Regeneración democrática, estabilidad presupuestaria y convivencia territorial. Eso prometió Sánchez en aquella moción que prosperó gracias a los votos de Podemos y los partidos nacionalistas.

Incluido el PNV, que decantó la votación en el último momento, muy pocos días después de haber sido la llave para otra muy distinta, los últimos Presupuestos del Estado del Gobierno de Rajoy, que siguen vigentes.

Sánchez incumplió su promesa de convocar elecciones cuanto antes si llegaba a La Moncloa y su Gobierno echó a andar con intención de funcionar el máximo tiempo posible, recurriendo a la geometría variable. Pero fueron los independentistas catalanes los que abocaron a las elecciones cuando rechazaron las Cuentas de 2019 después de que el Gobierno no accediera a sus pretensiones sobre el derecho de autodeterminación.

De nada le sirvió haber iniciado el diálogo con el Govern o prometer una mesa no exenta de polémica, sobre todo por la figura del mediador que pedía el independentismo.

Promesas que sobre todo envalentonaron a la derecha, que también ha cambiado en estos dos años.

Porque tras la marcha de Mariano Rajoy, Pablo Casado era elegido presidente en primarias y traía consigo un nuevo PP que se ha tornado más a la derecha.

Las elecciones de abril de 2019 dieron la victoria a los socialistas pero Sánchez, que quería seguir gobernando en solitario, no logró la investidura por la falta de acuerdo con Podemos, que reclamaba un Gobierno de coalición.

Siete meses después, los españoles volvían a las urnas y tras un resultado igualmente complicado de gestionar, Sánchez llegaba en dos días a un pacto con Iglesias para el primer gobierno de coalición de la democracia, que se conformó hace tan solo cinco meses. La alianza prometía estabilidad y un programa claro para los próximos cuatro años, pero a los dos meses de instalarse se topó con el coronavirus.

La pandemia lo ha cambiado todo. La recesión es ya una realidad y mucho mayor que la de 2008, por lo que el Ejecutivo encara la legislatura más complicada posible.