«Mi hija no irá al colegio mientras la situación no mejore»

Sergio Arribas
-

Inés tiene ocho años y es asmática. Su madre Leticia ha decidido no llevarla a clase, al CEIP Arcipreste de Hita de El Espinar, por miedo a que la niña se contagie de coronavirus, arriesgándose a que Educación le sancione por absentismo escolar.

«Mi hija no irá al colegio mientras la situación no mejore» - Foto: Rosa Blanco

Aunque era una carta esperada, fue recibirla en el buzón y aumentar el desasosiego, el que sufren Leticia Romero y su pareja desde que tomaron una difícil decisión de consecuencias imprevisibles. Enviada por la directora del CEIP Arcipreste de Hita, de El Espinar, con registro de salida del 19 de octubre, el mensaje de advertencia se despacha en tres líneas: «Por la presente se le informa de que actualmente su hija Inés (…) ha faltado más del 20% del tiempo de asistencia al centro educativo. Por este motivo, se ha trasladado la información a la Dirección Provincial [de Educación] de Segovia, como alumno absentista».

La pequeña Inés, de ocho años, no acude a su clase de cuarto de Primaria por decisión de su familia, que alega como justificante que la niña está diagnóstica de asma, una enfermedad respiratoria crónica que sufre desde su nacimiento.

Bajo la latente amenaza de un posible contagio por coronavirus, la convivencia de Inés en un aula de pequeñas dimensiones y con un número de compañeros no inferior a la veintena supone, a juicio de su madre, un «evidente riesgo» para una niña que cada año tiene que vacunarse de la gripe por prescripción médica y a la que «todos los otoños e inviernos llevamos a Urgencias por problemas respiratorios».
No es el único caso en el municipio de El Espinar. Otras dos madres, en este caso de Los Ángeles de San Rafael, también se han negado a llevar a sus hijos a clase por miedo a la COVID-19 y tras considerar que las medidas preventivas adoptadas en los colegios son «insuficientes» y no les inspiran confianza.

«Mi hija no irá al colegio mientras la situación no mejore»«Mi hija no irá al colegio mientras la situación no mejore» - Foto: Rosa Blanco

El conflicto reside en que la educación es obligatoria en España desde los 6 a los 16 años y un número de faltas sin justificar activa el protocolo de absentismo escolar y la apertura de expedientes. Leticia presentó un escrito para justificar la ausencia de Inés que acompañó con un informe del servicio de Neumología del Hospital General. En él se acreditaba que la niña sufre de asma controlado por medicación y que en la actualidad acude a revisiones anuales por esta patología.

«Me respondieron que no iban a hacer excepciones, que la educación tenía que ser presencial», apunta Leticia, que recuerda cómo la directora del CEIP Arcipreste de Hita le telefoneó al principio para comunicarle este mismo extremo y que no podían remitirle los ‘deberes’ para hacerlos en su casa ni le iban a evaluar mientras no acudiera a clase.

En estas circunstancias, Leticia ha decidido no trabajar y permanecer en casa dedicada a Inés, con la que, cada mañana, y por espacio de más de tres horas, estudian «el libro de clase». El colegio tiene orden de no facilitar los deberes a la niña. «Todo lo que hacen en clase intentamos hacerlo en casa. Solo tenemos la ayuda de una madre que nos hace fotos del cuaderno, fichas y tareas. Incluso nos hace fotografías de los exámenes y yo se los pongo a la niña para que los haga también», relata Leticia.

«Mi hija no irá al colegio mientras la situación no mejore»«Mi hija no irá al colegio mientras la situación no mejore» - Foto: Rosa Blanco

«La opción más difícil». «Aunque parezca la opción fácil es la más difícil porque requiere mucho tiempo y mucho esfuerzo. Sin ser yo profesor, sin que los padres y madres nos ayuden porque no quieren compromisos, salvo esa mujer, es difícil….», lamenta la madre de Inés, que desvela cómo todos los días manda las tareas de la niña para que los corrija su profesora «pero aún no me ha contestado a ningún correo».

En el pequeño escritorio de su habitación y con su madre como profesora, Inés sigue una rutina de estudio y unos horarios, no exentos de tiempo de recreo, como si estuviera en clase, aunque como quiera que la ‘señorita’ es ahora su madre, la confianza hace «que a veces le cueste concentrarse y me tengo que poner firme. Inés es una niña inquieta, pero muy responsable, muy buena». 

Mientras habla Leticia su hija la observa callada, demostrando una educación impropia de su corta edad. Inés no está enclaustrada, pues «intenso sociabilizarla». Le permite jugar al aire libre con otros niños, siempre que el grupo no sea numeroso, todos lleven mascarilla y guarden la distancia de seguridad. Intenta no llevarla a supermercados ni a reuniones en espacios cerrados.

Leticia considera que dejar de trabajar para estar con su hija «merece la pena porque de momento la tengo en casa sana» y asegura que «aunque yo estoy deseando que vuelva al colegio, mientras la situación de la pandemia no mejore, ella no volverá».  Su madre admite que tiene miedo a que tenga que repetir curso, con independencia del que también le provocan las advertencias, avisos y presiones que recibe para que decline en su actitud. 

Tampoco es ajena a las repercusiones económicas por su decisión de no trabajar para estar al lado de su hija. «Cualquier amigo o vecino te dice que la lleves, que no tiene porqué pasar nada. Me acuesto y me asaltan dudas. ¿estaré haciendo mal?. A veces pienso que mañana la llevo y me quito de complicaciones, pero luego cuando me levanto.. digo ¡no!».

«¿No hay más casos que el mío?». Hace un mes a la Dirección Provincial de Educación no le constaba ningún escrito presentado en Segovia relacionado con absentismo escolar por miedo al coronavirus. Desde la Fedampa Antonio Machado, favorable al retorno a las clases presenciales, se apuntaba también que los partidarios del absentismo por la COVID-19 serían «muy minoritarios» en Segovia. Lo cierto es que Leticia Romero no conoce de otras familias que se hayan negado a llevar a sus hijos al colegio, salvo otras dos madres de San Rafael. «Llevo buscando desde septiembre. He preguntado en colegios, he ido a manifestaciones por la enseñanza pública en Segovia y no conozco casos similares, pero sería muy bueno que nos juntemos otras familias que pasen por esta misma situación. ¿No hay más casos que el mío en Segovia?», se pregunta Leticia, que pertenece al colectivo IAPAE, mientras su pareja lo es del movimiento ‘Derecho a una Enseñanza Sin Riesgo¡. Leticia cree que muchos padres y madres preferirían tener a sus hijos en casa por el riesgo de contagio, «pero los lleva porque no tiene otro remedio, por el trabajo, como por miedo a las posibles sanciones».