La mayoría de los atropellos se concentran en pasos de cebra

D. A.
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Seis atropellos se concentran en tres puntos concretos de tres calles, pero no están identificados como «negros» por el Ayuntamiento, que atribuye todos a «despistes»

La mayoría de los atropellos se concentran en pasos de cebra

El Ayuntamiento de Segovia contabiliza 41 atropellos en vías urbanas de la ciudad entre el 1 de enero y el 5 de noviembre, con el paseo Conde Sepúlveda (4), la avenida de la Constitución (4), Ezequiel González (3), Vía Roma (3) y Gobernador Fernández Jiménez (3) como las vías más conflictivas. Sorprende la presencia de esta última en la parte alta del listado por tratarse de una calle con un carril por sentido, a diferencia de las otras citadas; pero ahí está y, además, con dos de los tres atropellos localizados en un mismo punto, a la altura del número 15, en un paso de peatones situado junto a una agencia de viajes y una tienda de ropa.

Lo que no resulta extraño en absoluto es que los atropellos se produzcan en pasos de peatones. En todas las ciudades suelen concentrarse allí en porcentajes incluso por encima del 90% y, según la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, así ha sucedido en Segovia «en todos los casos de este año salvo en dos o tres». Recalca además que la mitad de esos pasos son elevados y cuentan con señalización específica, de ahí que crea que la principal causa de estos accidentes fueron despistes de los conductores o excesos de confianza por parte del peatón, e insiste en pedir por ello «especial atención cuando se cruza, aunque se tenga la preferencia». 

Asimismo, incide en que el hecho de que los atropellos se concentren sobre todo en pasos de peatones es también una muestra de cómo termina siendo más conflictivo cruzar por zonas «seguras» que por las aparentemente más peligrosas, ya que es en las primeras donde el peatón baja la guardia, mientras que si cruza con conciencia de hacerlo por un sitio arriesgado, lo habitual es ser precavido y no resultar lesionado. Así sucede en la práctica aunque, evidentemente, tampoco debería interpretarse esto como una invitación a cruzar por cualquier lado, sino a hacerlo por las zonas correctas sin dejar de prestar atención. Un consejo mucho más obvio que aplicado en la práctica.

Paso de peatones situado a la altura del número 15 de Gobernador Fernández Jiménez, donde se registraron dos atropellos en septiembre.Paso de peatones situado a la altura del número 15 de Gobernador Fernández Jiménez, donde se registraron dos atropellos en septiembre. - Foto: Rosa Blanco

De Frutos relativiza también la cantidad de atropellos de este año al matizar que «no hubo lesionados en 7 de los 41 contabilizados, y la mayoría de esos lesionados lo fueron de carácter leve». «En realidad podríamos hablar de 34 atropellos porque en los otros 7 no hubo casi ni actuación policial, solo avisos por los que se personaron agentes que vieron que no había heridos, se ha hecho constar esa presencia y ya está», insiste.

Claro que al final las cifras son las que son y muestran que 2019 va camino de situarse entre los años en los que se contabilizaron más atropellos. La serie estadística facilitada por el Ayuntamiento se remonta una década y refleja, concretamente: 47 atropellos en 2009, 52 en 2010 (récord negativo), 45 en 2011, 39 en 2012, 24 en 2013 (récord positivo), 37 en 2014, 42 en 2015, 39 en 2016, 45 en 2017 y 43 en 2018.

Los 41 atropellos que ya se han registrado este año, por tanto, ya son más que los que hubo en todo 2012, 2013, 2014 o 2016, a pesar de que todavía quedan casi dos meses para cerrar el balance de 2019, al tiempo que suponen estar a sólo cinco de situarse como el segundo peor dato de los últimos ocho años. No obstante, De Frutos recalca que aún está por verse lo que sucede este mes y en diciembre: «Desde luego que nuestro objetivo es que no haya atropellos, pero según lo que pase de aquí a final de año, éste no sería el peor, sino que estaríamos en la media». En esta serie estadística de la última década, la media estaría concretamente en 41,3 atropellos al año.

Más allá del exceso de confianza de los peatones y los despistes del conductor, la concejala de Seguridad también cree que ha podido influir el incremento de la circulación que han provocado las obras de la SG-20 en las vías más amplias y de mayor afluencia de la ciudad, y añade que la crisis económica propició un descenso del tráfico en el que se registraron menos atropellos, al contrario que ahora.

¿Pero todos los factores que inciden en el mayor o menor número de atropellos son entonces ajenos a la política de seguridad vial del Ayuntamiento? ¿No hay ninguna medida extra que pudiera adoptarse para tratar de reducirlos? De Frutos recuerda que el pasado verano se repintaron los clásicos ‘pare, mire, cruce’ y asegura que el control por parte de la Policía Local es constante. «Las patrullas están vigilando continuamente qué posibilidades hay de mejorar la seguridad en los pasos de peatones, sobre todo por si hay contenedores u otros elementos que quiten visibilidad, por ejemplo», sostiene. Y por otro lado, asegura que espera que la avenida de Juan Carlos I se incorpore «en breve» a las vías con velocidad limitada a 30 kilómetros por hora, una medida que ya se anunció en la recta final del pasado mandato y sigue pendiente, aunque la edil afirma que puede ser incluso «cuestión de días».

En la Policía Local y la Concejalía de Seguridad tampoco ven puntos negros que motiven la adopción alguna nueva medida especial, según De Frutos, a pesar de que en el listado oficial de atropellos registrados este año, facilitado el pasado 6 de noviembre a El Día, pero con datos actualizados a 30 de septiembre, se observa la coincidencia de varios atropellos ya no en una misma vía, algo relativamente lógico en las que son largas y tienen mucho tráfico, sino en los mismos puntos de esas vías. Así se ha dado el caso ya citado de la calle Gobernador Fernández Jiménez, con dos atropellos en el paso de peatones ubicado a la altura del número 15 los días 5 y 27 de septiembre. También se registraron dos atropellos (el 6 y el 27 de marzo) a la altura del número 48 de Vía Roma, en un paso regulado por semáforo; y otros dos (14 de mayo y 20 de septiembre) en un paso de peatones situado a la altura del número 44 de la avenida de la Constitución.

En cuanto a la campaña que se anunció en julio principalmente para concienciar a conductores y peatones frente a los despistes y excesos de confianza, De Frutos apunta que se lanzaron mensajes a través de las redes sociales y la web del Ayuntamiento y se insistirá en esa línea, aparte de mantenerse las actividades de educación vial que se celebran en el parque infantil de tráfico, dirigidas fundamentalmente a los niños. Sin más... ni menos.

El portavoz municipal de Podemos-Equo, Guillermo San Juan, por su parte, sí considera «alarmantes» las cifras de 2019 y hace dos semanas advertía de que éste puede ser «el año con más atropellos de la última década». «A corto plazo existen medidas preventivas que se deben continuar implementando como los pasos de peatones elevados, la mejora de la iluminación y señalización», indicó a través de un comunicado. Asimismo, planteó la «necesidad de estudiar la prevalencia de accidentes en las zonas cercanas a las rotondas», se ofreció a trabajar en positivo con el resto de los grupos municipales y propuso para ello «un espacio de trabajo conjunto con expertos en movilidad, Policía Local y agentes sociales para buscar soluciones a un problema creciente». «A medio plazo tendremos que estudiar la implementación de las zonas 30, que además es muy posible que venga dada por la nueva reforma del Reglamento de Circulación de la DGT», recordó; e hizo alusión a un estudio de 2011 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que «quedó demostrado que las probabilidades de morir en un atropello en ciudad se reducían cinco veces si la velocidad del vehículo era de 30 en lugar de los reglamentarios 50 kilómetros por hora». Claro que la DGT ya apuntaba en enero que esta normativa podía ser inminente y han pasado diez meses desde entonces.

Atropellos que no fueron. El Grupo Municipal Popular también reclamaba más medidas en julio, como réplica al anuncio de la campaña de concienciación por parte de la Concejalía de Seguridad. De Frutos también apuntó entonces que se haría un estudio en profundidad y los populares le replicaron que ya en octubre de 2018 se aprobó una moción del PP que pedía la «modificación de la ubicación de aquellos pasos de peatones que presenten dificultades de visibilidad y la eliminación de los elementos que entorpezcan la misma».

Los cruces de declaraciones de julio, por cierto, se produjeron después de que el 112 y la Policía Local informaran de hasta cuatro atropellos en 10 días, pero dos se han quedado finalmente fuera de la estadística oficial: una anciana de 91 años que, según De Frutos, «tal vez se asustó y por eso se cayó delante de un coche, pero no le llegó a tocar», y otro percance en el que la víctima no era peatón, sino ciclista.

Así que el balance actualizado a 5 de noviembre se ha quedado en 41 atropellos, aunque difícilmente no seguirá creciendo la cifra de aquí al 31 de diciembre, en cuyo caso parece probable que arreciará de nuevo el debate político. Y entretanto, no estará de más que el peatón ‘pare, mire y cruce’.