Plantillas insuficientes, mayor riesgo de mortalidad

AURELIO MARTÍN
-

Madrileña, de 37 años, es diplomada en Enfermería y dispone también del Título de Experto Universitario en Cuidados Paliativos. Ha trabajado en distintos hospitales y ha sido coordinadora de la Gerencia de Servicios Sociales de Segovia.

La secretaria provincial del Sindicato de Enfermería SATSE en Segovia, Miriam Rubio Moral - Foto: Rosa Blanco

La secretaria provincial del Sindicato de Enfermería SATSE en Segovia, Miriam Rubio Moral, reclama en esta entrevista un aumento de las plantillas en enfermería porque entiende que «cuando no son las suficientes, nos separamos mucho de la media europea y no se presta esa calidad que se debe, aumenta el riesgo de mortalidad en el paciente, se ha demostrado con estudios». Denuncia que la peor situación, tanto en condiciones laborales como en las ratios, se encuentra en las residencias de la Gerencia territorial de Servicios Sociales, Mixta y Asistida, donde, por la noche, una sola enfermera o enfermero puede llevar 300 residentes, lo que define como «una barbaridad y, encima, son quienes peor retribuciones tienen de toda Castilla y León».  

¿Hace un año el sindicato alcanzaba los 600 afiliados, cuál es su implantación, qué porcentaje representa en el conjunto de los profesionales que hay en Segovia?.

Aproximadamente un 80% de la colegiación, que es obligatoria, con una cifra que ha crecido a 640 afiliados en el momento de realizar esta entrevista. Como sindicato profesional, nuestro objetivo principal es atender las necesidades laborales, de formación y asesoramiento jurídico, entre otras, que puedan tener tanto enfermeras y enfermeros, como matronas o fisioterapeutas.  

¿Qué huellas ha dejado la crisis en sectores como la sanidad, que aún se mantienen latentes?

Siguen sin aumentarse las plantillas orgánicas, desde entonces no se ha solucionado el problema del déficit de enfermería, matronas y fisioterapeutas, aparte de las penosas condiciones laborales en las que se está trabajando y las retribuciones, con unos pequeños aumentos que han sido simbólicos, y no conseguimos recuperar las situaciones anteriores.

¿Existen posibilidades de volver a recuperarlas?

Seguimos luchando poco a poco, está difícil, nos cuesta sudor y lágrimas, incluso manifestaciones de protestas, lo estamos consiguiendo, hace muy poco hemos logrados días que reconocen el tiempo dedicado a la continuidad asistencial, pero es todo como racaneando a la Administración; antes teníamos asignados unos días y, de repente nos los quitaron y poco a poco vamos recuperando...

¿Qué repercusiones tiene en los pacientes este tipo de problemas que padecen los profesionales de la enfermería?

Una de las campañas que hemos lanzado lleva el lema ‘La sanidad que merecemos’, vinculada a las ratios enfermera-paciente, cuyo objetivo es aumentar la seguridad y la calidad de la prestación que se está dando al usuario porque, inevitablemente, cuando las plantillas no son las suficientes, nos separamos mucho de la media europea y no se presta esa calidad que se debe, aumenta el riesgo de mortalidad en el paciente, se ha demostrado con estudios. Si Europa recomienda entre seis y ocho enfermeras por paciente en atención especializada, aquí hay unidades donde nos vamos a once o doce. Con esta campaña, si conseguimos 500.000 firmas, queremos que se debata en el Congreso de los Diputados una ley que establezca un mínimo de pacientes por enfermera, lo que está teniendo muy buena aceptación tanto entre los profesionales como en la sociedad. Nuestro principal objetivo es conseguir una adecuada atención y calidad sanitaria y aumentar la seguridad del paciente, lo que se alcanzará si se aumentan las plantillas porque incidirá en la prestación.   

Ustedes han salido a la calle a pedir el aumento de plantillas, ¿cómo repercute esta cuestión en Segovia?

La situación es muy dispar, depende de si nos referimos a atención especializada, primaria o en centros socio-sanitarios. La peor situación, tanto en condiciones laborales como en las ratios, la encontramos en las residencias de la Gerencia territorial de Servicios Sociales, Mixta y Asistida, y Diputación,  por la noche, una sola enfermera o enfermero puede llevar 300 residentes, es una barbaridad. Encima, son quienes peor retribuciones tienen de toda Castilla y León. Después se situaría la atención primaria, con unas ratios de entre 1.500 o 1.900 pacientes por enfermeros, dependiendo de las zonas, y también en atención especializada, aunque varía según la unidad de hospitaliza; la UCI no es de las que peores se encuentran pero las plantas están llegando a situaciones drásticas, incluso con trabajadores de baja por situaciones de estrés y crisis de ansiedad porque no dan abasto, pone muy nervioso al profesional poder cometer un error sanitario.  

Ahora que el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, ha hecho balance de su departamento, en estos cuatro años, cuál es la opinión del SATSE respecto a la gestión en Segovia?

Hay mejoras que hemos logrado desde el sindicato, con mucha lucha, como las retribuciones y otros aspectos tanto a nivel estatal como autonómico, sobre todo cuando ven que corre riesgo la vida del paciente o se ve afectada la calidad de la atención prestada, pero aún queda mucho… Deben de tener en cuenta las condiciones en las que se mantiene a los profesionales porque eso afecta a la atención y a la calidad que se presta al usuario, es un ahorro posterior. No solo a nivel hospitalario, una de las luchas es conseguir la figura de la enfermera escolar, lo que comparten asociaciones de padres y madres y asociaciones de maestros, que se encuentran muy indefensos cuando tienen que atender a un alumno en una caída, accidente..., y el seguimiento de las posibles enfermedades crónicas del alumnado. En algunas comunidades autónomas sí que hay profesionales de la enfermería en el ámbito educativo. 

Tras el parón de contratación provocada por la crisis y la reducción en los presupuestos, parece que el sector sanitario se reactiva, ¿ha aumentado el nivel de empleabilidad?

Aún hay bastante paro y se siguen yendo muchos profesionales al extranjero. En Segovia dicen que se agota la bolsa de empleo, pero no es así, llevamos dos años sin que se pudiesen incluir las últimas promociones que han llegado, la gente se va a provincias o comunidades autónomas donde les ofrecen más estabilidad y mejores condiciones laborales, con lo cual aquí hay mucha itinerancia.Las plantillas orgánicas han aumentado muy simbólicamente, tanto que aún estamos por verlo. Principalmente los profesionales suelen buscar otras provincias próximas, desde Madrid a Ávila o Valladolid, y luego miran empresas privadas o residencias, aunque no les compensa económicamente, aquí hay otro problema, por intentar ahorrar, no se tienen las suficientes enfermeras, con lo cual tampoco hay tanta oferta en Segovia en las residencias de mayores.

¿Perciben ustedes la tendencia que argumentan otros colectivos en cuanto a la privatización de servicios?

Principalmente lo que demuestra la Administración en sus actuaciones es el ahorro, tanto de personal como en recursos materiales, por encima de la atención que se preste, aunque digan lo contrario. Sin embargo el trabajo sale adelante gracias al sobreesfuerzo de los profesionales y parece que se da una calidad estupenda, pero a costa de ellos, eso se ve en las bajas laborales, el síndrome de Burnout o agotamiento físico y las adaptaciones de salud laboral, que cada vez se solicitan más, parece que una enfermera vale para todo y no se puede prestar la misma atención con 30 que con 50 años, trabajando mañanas, tardes y noches, en una unidad de cuidados intensivos o en cualquier servicio que requiere un esfuerzo físico, incluso pedimos que se facilite una jubilación anticipada con las mismas retribuciones.  

Ustedes prevén un aumento de jubilaciones,  ¿en qué medida se establecerá la reposición de los puestos vacantes?

De no cubrirse la vacante se corre el riesgo de que quien se quede tenga que trabajar más y, a la larga, que la Administración amortice la plaza. Poco a poco deben ir aumentándose las plantillas orgánicas para que luego no ocurre que nos encontremos sin profesionales. 

Aunque no tienen justificación alguna, ¿en qué medida repercute la precariedad de medios en las agresiones que se registran a los sanitarios?

Es un problema que está a la orden del día, hacemos campañas de sensibilización, pero han aumentado bastante. No somos conscientes de que no se registran todas las que hay realmente. Si en España se denuncian al día 55 agresiones al día, tanto verbales como físicas, solo se registran un 11%, según los datos que maneja el sindicato. El problema crece en ciudades pequeñas como Segovia donde hay miedo a represalias, es muy grave, porque el profesional se va a tener que encontrar después con los pacientes o sus familiares. El déficit de plantillas crea un ambiente al final en el que el paciente se enfada, el familiar también, las listas de espera, lo que provoca una crispación que acaba en agresión, lamentablemente, son más las verbales que las físicas. El SATSE mantiene una campaña todo el año, con el lema ‘Stopagresiones’, y deben de hacerse muchas más en cuanto a sensibilización y concienciación. Queremos que se establezca una Ley a nivel estatal.

No se trata de buscar el enfrentamiento, pero quizá sea más visible la repercusión de las agresiones en el colectivo de médicos que en la enfermería o en los celadores, cuando quien sufre es el conjunto de los sanitarios…

Es más la enfermería la que sale peor parada, también somos un colectivo  mayoritario, además tenemos un contacto directo con el paciente, los primeros con los que se enfrentan, como el parapeto del médico.

Tras dos agresiones en sendos centros de salud de la Comunidad de Madrid, este fin de semana, su sindicato ha pedido la presencia de seguridad privada en las urgencias, ¿tan grave es el problema?

Incluso en el Hospital Gregorio Marañón hay una especie de Comisaría de Policía, hay situaciones en las que corre peligro la vida del sanitario, eso no está pagado con nada, es lamentable. Todos los partidos se deben involucrar en buscar una solución.

¿Tiene usted compañeras y compañeros que acuden a trabajar con miedo?

Sí, de hecho, lo primero por lo que se interesan es por saber qué tienen que hacer cuando han sido agredidos, porque padecen una situación de bloqueo. La mayoría de las veces requiere bajas médicas o ayuda psicológica. 

 ¿La enfermería se siente marginada respecto al colectivo médico?

Sí, y más después de las últimas medidas de la Consejería de Sanidad que ha sacado adelante el decreto de zonas de difícil cobertura incentivando a los profesionales médicos con 6.000 euros al año mientras que una enfermera percibirá 1.300 euros, para las mismas zonas y los mismos kilómetros. La administración es la que genera este malestar y nos enfrente entre nosotros. 

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el real decreto que permite a los profesionales de enfermería indicar y autorizar la dispensación de determinados medicamentos como las vacunas, un tema que resultaba polémico…

Hubo un problema de base que está resuelto del todo, ha sido un trabajo conjunto del SATSE y del Colegio Profesional de Enfermería, ahora estamos a expensas de que la Consejería de Sanidad decida cómo se van a poder realizar estas funciones.y estas acreditaciones. 

¿Qué ocurre en Segovia con el hecho de que no les certifican las labores de gestión, cómo está esa cuestión para que les sea reconocida en su carrera profesional?.

Hay diferencias entre lo que se acredita en atención especializada y en primaria, aún seguimos luchando porque hay mucha disparidad de criterios, sobre todo si comparamos con otras provincias de la Comunidad, donde se acreditan de forma diferente las mismas labores y funciones, es discriminatorio. El problema viene que depende de las direcciones de enfermería y porque, desde un primer momento, no se han reunido para concretar qué se acredita, al final enfrentan también a los profesionales.

¿Ve futuro a esta profesión, sigue habiendo vocación?

Tiene mucho futuro, cada vez tiene más independencia, demostramos que estamos capacitadas, con la gestión a la demanda, las clasificaciones, las especialidades que están saliendo. Con el grado universitario se sale muy preparado y ponemos de relieve que abarcamos un amplio abanico de posibilidades para la Administración, somos capaces de solucionar muchos problemas antes de llegar al médico, se ofrece una atención muy buena y les salimos más baratos... 

¿Podrían recuperarse los estudios de Enfermería en Segovia?

Se ha dejado de oír, pero sería algo muy positivo para la ciudad, debería de seguir planteándose, vinculado al cumpus de la UVa, aumentan las necesidades. 

¿Qué reivindicaciones se deja en el tintero?

Estamos trabajando en el tema de las adaptaciones por embarazo y lactancia, a la Administración le cuesta mucho; que haya una ley que regule la manipulación de medicamentos peligrosos, porque se somete a los profesionales a un riesgo considerable que se puede evitar, y el aumento de plantillas del que hemos hablado, por supuesto. Sobre todo que los profesionales se sientan apoyados y representados por nosotros. Dentro de cada provincia hay peculiaridades, las gerencias no tratan igual al colectivo, en Segovia, cuando planteamos que el profesional pueda hacer uso de su derecho a la reducción de jornada por guarda legal, se plantean problemas, insinúan que hay que cambiarse de servicio para poder hacer uso de este derecho, a lo mejor en otras provincias no tienen este problema.