"Es positivo que los medios se acerquen al suicidio"

Aurelio Martín
-

Doctor en Medicina, carrera de la que se licenció en la UVa, antes de ocupar la plaza de jefe del servicio de Psiquiatría en el Complejo Hospitalario de Segovia, hace año y medio, ejerció como psiquiatra en el hospital de Palencia.

El psiquiatra Alberto Miranda - Foto: ROSA BLANCO

El jefe del servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Segovia, Alberto Miranda Sivelo, de 43 años, afirma en esta entrevista que está comprobado que una manera de combatir el suicidio y de frenar los intentos es acercarse al problema sin sensacionalismo y conociendo en qué consiste, de ahí que considere positivo que los medios de comunicación lo traten desde esa perspectiva en vez de silenciar los casos.  Como en el resto de España, en Segovia las cifras de suicidios son altas, unas diez al año, que se tratan de reducir desde una perspectiva integral. Doctor en medicina con investigaciones en varios campos, como la psicodermatología, junto a con padre, Alberto Miranda Romero, médico dermatólogo, escribió el libro ‘Psiquiatría y piel’ donde reflexionan cómo los factores emocionales influyen en las enfermedades cutáneas.  

El Día Mundial de la Salud Mental 2019 se ha centrado en la prevención del suicidio. Cada año, cerca de 800.000 personas fallecen por esta causa y otras muchas intentan suicidarse. El suicidio no respeta edades y es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años, ¿cómo está Segovia en cuanto a estadísticas?

En España estamos hablando de unas 3.500 personas al año, mientras que en Castilla y León serían unas 220 y en Segovia la cifra se sitúa en 10 personas fallecidas por este motivo. Son cifras altas, es un problema de primer orden, por eso desde los servicios de salud mental y desde las administraciones estamos volcados con este tema para intentar disminuir la estadística y poner los medios necesarios para prevenir el suicidio.  

El lema ha sido ‘Prevención del suicidio: Conect@ con la vida’, uno de cuyos objetivos es reivindicar la necesidad de disponer de recursos y apoyos suficientes que permitan una atención adecuada a la persona, ¿qué queda por hacer en este plano de la prevención?

El gran cambio que estamos viendo últimamente es que se está dando a este problema una visión más integral, se han ido incorporando diferentes agentes, cuando antes estábamos volcados solo los profesionales. La sociedad y otros agentes, como los medios de comunicación, se han ido concienciando y se ha ido haciendo un abordaje integral que se ha comprobado que es más eficaz. 

Las administraciones trabajan en el desarrollo de planes, los profesionales somos los principales implicados que debemos trabajar con este tema, pero también relaciona a sectores como la educación, los servicios sociales y las asociaciones de pacientes y familiares. De forma integral, entre todos, debemos ser capaces de ser más eficaces.  

Ha habido teorías partidarias de que la prensa evitara hablar de suicidios, porque podrían llamar a otros suicidios, ahora la OMS coincide con los psiquiatras y psicólogos que demandan la colaboración de los medios de comunicación para dejar de considerarlo un tabú y contribuir con su información a la prevención, ¿qué tendencia hay que seguir? 

Está comprobado que una manera de combatirlo y de frenar los intentos es acercarse desde un abordaje no sensacionalista y conociendo en qué consiste el problema. Es esa línea de que todos juntos podemos trabajar por acabar con él. Aproximarse al suicidio de una manera respetuosa, y huyendo del sensacionalismo y el morbo se ha comprobado que se positivo, que es bueno.     

Aunque evidentemente es otra cuestión,  también hay quien defiende que no se hable en los medios de los sucesos de violencia machista…?

En algunas de las sesiones sobre la prevención del suicidio se ha puesto el ejemplo de los accidentes de tráfico, la concienciación que ha habido en la sociedad de que no se debe coger el coche si uno ha consumido alcohol o drogas, ha sido un ejemplo de eficacia cuando el tema se aborda desde una perspectiva amplia, ha habido grandes avances. Con el tema del suicidio estamos a las puertas de empezar un recorrido en ese sentido, quizá en el caso de la violencia machista es similar,  con campañas amplias donde todo el mundo se conciencia de que es un problema importante, es el cambio que iniciamos ahora en beneficio de la prevención.  Siempre, insisto, acercándose al tema con tacto y delicadeza porque es un asunto doloroso que afecta a muchas personas.  

¿Se debe relacionar el suicidio directamente con problemas mentales?

Los estudios nos dicen que hay una mayor probabilidad cuando una padece determinadas enfermedades mentales, quizá una de las estrategias de prevención para atajar el problema es incidir en este sentido, es un apartado que hay que trabajar. Es verdad que hay una serie de patologías que tienen más probabilidad. 

En otro orden de cosas, ¿queda mucho para mejorar en la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental?

Se han llevado a cabo grandes avances, por ejemplo a nivel farmacológico los tratamientos se toleran mejor, y también en cuanto los medios de que disponemos, tanto a nivel de personal, capacitación, estructuras y recursos. La perspectiva que tenemos los profesionales es que se ha registrado un gran avance y hay que lanzar un mensaje positivo de que se trabaja mucho a la hora de abordar los problemas de salud mental.

¿La sociedad abandona o da de lado a las personas con estos problemas, qué puede hacer?

No debe haber un abandono, sino todo lo contrario, hay que entender que son personas que deben llevar una vida normal, disponer de todas las posibilidades, las administraciones y la sociedad tienen que procurar esto, trabajar para que desde el punto de vista laboral, social y educativo el acceso sea normalizado, reducir todo lo relacionado con el estigma. También ha habido muchos avances en este sentido con un trabajo intenso de asociaciones de pacientes y familiares, con un recorrido muy grande desde que empezó el movimiento asociativo, estamos ante una nueva perspectiva.

Hay división de competencias en materia de salud mental,  ¿existen medios?

Las competencias son del sistema público de salud, del Sacyl,  la Diputación aborda lo relacionado con la atención en psicogeriatría y en discapacidad intelectual, forma parte de la red a nivel local pero lo nuclear es el servicio de salud mental, ubicado en el Hospital General y en el centro Antonio Machado, que es donde se encuentran los recursos  fundamentales de la atención a la salud mental en esta provincia. Siempre queremos más medios, en este área se necesitan muchos recursos, quizás es diferente a otras especialidades, trabajamos en red, donde los pacientes van transitando en función de su situación y patología, entonces necesitamos tener completa la red para poder llevar a cabo la mejor atención posible. 

En Segovia quizá disponemos de menos recursos en lo que se refiere a dispositivos intermedios que ayudan a los tránsitos entre hospitalizaciones breves y atención ambulatoria, estamos trabajando en ese sentido, hay que ser capaces de disponer del recurso adecuado en cada momento.

¿Ha sido positiva la reforma psiquiátrica que se llevó a cabo en España, a partir de 1985?

Por supuesto, todo lo que es el desarrollo de la salud mental comunitaria y la integración de las personas con problemas, ha sido absolutamente positivo y es la base del sistema de atención que tenemos.   

¿Cuál es la situación en Segovia, qué tipo de trastornos son más comunes?

Tenemos el mismo patrón que en el resto de provincias de nuestro entorno, sobre todo hay un aumento de la demanda de patologías que tienen que ver con la sintomatología de ansiedad y depresión en relación a problemas de la vida diaria, situaciones que nos acontecen, los problemas que tenemos a nivel familiar o laboral. Este es el grueso de la patología que atendemos a nivel ambulatorio, no tanto las enfermedades mentales graves, que se registran en menor porcentaje.   

¿En cuanto a las dependencias al juegoa través de Internet, al alcohol o los estupefacientes?

Hay una división, en la provincia lo relativo a la atención a drogodependencias la lleva a cabo Cruz Roja, lo que tiene que ver con las toxicomanías es una atención compartida con los servicios de salud mental. Ahora está en el primer plano lo relacionado con las adiciones sin sustancia o del comportamiento, como el juego patológico o la adición a lo relacionado con las tecnologías digitales e Internet, es un campo que se está abriendo y hay que ver como lo afrontamos y cuales son los tratamientos más eficaces, va a haber un foco de problema y los estudiamos desde el punto de vista de la salud mental, del tratamiento, como del control de que deben de ejercer las administraciones. La estructura de atención está preparándose, quizá va más rápida la realidad que la respuesta que podemos dar los profesionales, pero es verdad que es un problema al que nos vamos a enfrentar, sobre todo en población joven, especialmente vulnerable.