Cáritas Castilla y León está ofreciendo atención a más de 1.300 personas mayores en la Comunidad a través de sus programas de ayuda. Mientras 507 personas son atendidas en centros residenciales dependientes o gestionados directamente por Cáritas, un total de 866 han recibido apoyo desde que comenzara la pandemia a través de sus programas de acción, parroquias y voluntarios, como informa Ical.

Según se argumenta de Cáritas, el impacto de la pandemia del Covid-19 ha dejado entrever que uno de los grandes retos del presente y del futuro inmediato es “caminar al lado de nuestros mayores”, ya que se han convertido en el colectivo más vulnerable del COVID-19.

En este sentido, se indica que  el rápido avance de la pandemia y las medidas de confinamiento implantadas por el Gobierno, motivaron un aumento de los recursos humanos y económicos en los programas de atención a mayores que Cáritas Castilla y León tiene distribuidos por toda la Comunidad.

En el caso de la residencias, se indica que la evolución del virus y las complicaciones sobrevenidas obligaron a convertirlas en centros hospitalarios “sin tener los medios adecuados”. Además, valora “la entrega, dedicación y cariño que los trabajadores y otros colaboradores de las residencias han demostrado en este tiempo. Su esfuerzo y compromiso con los mayores es un ejemplo para nuestra sociedad su labor de acompañar la soledad de quien no puede recibir el afecto y seguridad de sus familiares”.

Por otro lado Cáritas acompaña y cuida a las personas mayores a través de sus programas de acción. Un total de 866 personas han recibido apoyo desde que comenzara el estado de alarma el pasado 14 de marzo. “Esta acción resulta un pilar fundamental en el ámbito rural, tan amplio y presente en nuestra realidad, donde existe una gran parte de la población que vive en soledad. En estas situaciones, su único vínculo para encontrar acompañamiento y ayuda, para cubrir sus necesidades básicas, es en muchos casos, el párroco y los voluntarios de Cáritas”.