La Junta de Castilla y León suprimirá las medidas excepcionales impuestas por la pandemia y permitirá la apertura del interior de establecimientos hosteleros, centros comerciales, gimnasios y casas de apuestas con aforo limitado desde el próximo lunes, 8 de marzo, a las 00.00 horas. Así lo confirmaron ayer dos consejeros autonómicos, ambos del PP, Ángel Ibáñez –Presidencia– y Juan Carlos Suárez-Quiñones –Fomento y Medio Ambiente–, después de que 24 horas antes el vicepresidente y la consejera de Sanidad fiaran el inicio de la desescalada a que la ocupación UCI por covid de los hospitales de la Comunidad bajará del 35 por ciento. Una cifra que, vista la evolución –actualmente se encuentra en el 38 por ciento– casi se da por cumplida. El consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Ángel Ibáñez, insistió en que la Comunidad iniciará la desescalada el próximo lunes, lo que permitirá la reapertura de algunos servicios.
«En la Junta de Castilla y León tenemos el convencimiento de que estamos en el camino correcto desde que empezamos a luchar contra la pandemia, y confiamos también en el proceso de vacunación», valoró Ibáñez, recordando que la comunidad es «la segunda en porcentaje de población vacunada». Ibáñez, defendió los «buenos resultados» obtenidos por la administración autonómica en cuanto a la gestión de la tercera ola, y aludió a «tres indicadores» que, en su opinión, respaldan estos resultados favorables. Entre ellos, que el impacto económico está siendo «menor» que en otras comunidades del conjunto del país. Por otro lado, situó «en la tabla media» a Castilla y León respecto a «la modulación de las restricciones», antes de resaltar que «la mortalidad es sensiblemente inferior a la de otras comunidades», en lo que se refiere a la tercera ola.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, por otro lado, consideró una «buena noticia» el inicio de la desescalada el próximo lunes para «recuperar determinada actividad económica y social, siempre bajo la sensatez, la prevención y la precaución».
El consejero reconoció que los parámetros sanitarios «no están para pensar que tenemos que tener demasiadas alegrías», pero expuso que el paso de Castilla y León a la fase cuatro de desescalada supondrá que el lunes se reabra el interior de la hostelería y la restauración, «bajo la normativa publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León el 4 noviembre», en el que, entre otras cuestiones, se prohíbe el consumo en barra y se limita el aforo a un tercio del total. «Todo esto es una buena noticia, pero también lo es que sigamos siendo responsables, porque hemos llegado hasta aquí gracias al comportamiento responsable», expuso.
Prudencia
Por otra parte, Ángel Ibáñez apostó por «aplicar un criterio de prudencia y que sea homogéneo» en todo el territorio nacional tras conocerse la intención de la Comunidad de Madrid de abrir el cierre perimetral en Semana Santa ante la caída de contagios de covid-19. El consejero de Presidencia del Gobierno regional defendió esa homogeneidad de actuación en todas las comunidades autónomas porque «lo que ya todos hemos entendido a estas alturas es que el virus no conoce de fronteras administrativas».