Quienes se han reunido a los pies del Acueducto son venezolanos que han tenido que abandonar su país y están pendientes de que les sea concedido el asilo en España. Como Jaime Castillo, periodista, que pide que "cese la tiranía y la usurpación que desde hace veintinún años tienen sometida a Venezuela en la pobreza", expoliando sus riquezas. Critican el silencio de la ONU y creen que ha llegado la hora de dar por finalizada esta etapa negra de la historia de su país. La comunidad venezolana en Segovia está compuesta por unas trescientas personas.