Xi Jinping visita Pionyang en medio de la tensión comercial

EFE
-

El hermetismo en el encuentro entre los líderes de China y Corea del Norte esboza un panorama en el que ambos gobiernos estarían buscando una estrategia conjunta para hacer frente a los aranceles y restricciones económicas y nucleares de EEUU

Xi Jinping visita Pionyang en medio de la tensión comercial - Foto: KCNA

El presidente chino, Xi Jinping, ha iniciado hoy su primera visita a Corea del Norte, un viaje marcado por la necesidad de reactivar el diálogo sobre desnuclearización y condicionado a su vez por el conflicto comercial Pekín-Washington.

Xi aterrizó en el aeropuerto de Sunan, en Pionyang, e inició una visita de dos días de la que apenas se han dado a conocer detalles, algo previsible dada la tradicional opacidad de ambos Gobiernos cuando se trata de sus líderes.

Apenas se ha conocido que la cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, ha tenido lugar hoy, sin más detalles al respecto.

El encuentro podría servir para arrojar luz sobre la estrategia que Pionyang va a querer plantear ante EEUU con respecto al modelo de desnuclearización, así como el grado de apoyo que Pekín está dispuesto a darle.

Puesto que está previsto que Xi y el presidente estadounidense, Donald Trump, se vean las caras en la cumbre del G20 dentro de una semana, el viaje de Xi puede suponer un empujón para las conversaciones sobre desnuclearización, atascadas tras la fallida cumbre de Hanói.

En un editorial publicado ayer en el principal diario norcoreano, el mandatario chino afirmó que su viaje contribuirá a "lograr avances" en este sentido y consideró "razonable" la postura de Pionyang en cuanto a desarme.

En la capital vietnamita, Pionyang abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, mientras que Washington dijo que no relajaría sanción alguna hasta que el régimen no elimine su programa nuclear, de misiles y de armas químicas y biológicas.

Pero en este terreno se entrecruza ahora el conflicto comercial y tecnológico que mantienen Washington y Pekín, que puede aprovechar esta visita para recordarle a Trump la enorme influencia económica que ejerce sobre el empobrecido régimen norcoreano y tratar de forzar así alguna concesión estadounidense.

Xi no solo puede optar por intensificar su apoyo a la opción que plantea Pionyang en cuanto a desnuclearización; de él depende también que se cumplan las estrictas sanciones para el comercio transfronterizo con Corea del Norte, pieza clave en la estrategia de máxima presión activada por la Casa Blanca.

En ese sentido, Pekín ya ha aludido a la posibilidad de reforzar la cooperación económica con su vecino al haber incluido en la comitiva que ha viajado a Pionyang a He Lifeng, responsable de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, máximo órgano de planificación económica de China.

Secretismo

Pero en cualquier caso, en esta primera jornada del viaje el hermetismo ha sido la tónica dominante.

En lo poco emitido hasta el momento por cadenas chinas o surcoreanas se pudo ver la multitudinaria ceremonia de bienvenida para Xi en la terminal 1 de Sunan, con banda musical y guardia de honor incluidos.

Paradójicamente no se han publicado aún imágenes del recibimiento que Kim, acompañado de la primera dama Ri Sol-ju.

Sí se mostraron en cambio las avenidas engalanadas con banderas chinas y miles de norcoreanos celebrando el paso del convoy de Xi y Kim hasta el centro de la capital.

El Diario del Pueblo, principal rotativo chino, informó de que ambos se trasladaron en un vehículo descapotable para saludar a la gente hasta llegar al Palacio del Sol de Kumsusan, donde reposan los restos embalsamados de los dos anteriores líderes norcoreanos, Kim Il-sung y Kim Jong-il, abuelo y padre respectivamente del actual mariscal.

Allí se celebró otra ceremonia multitudinaria, según medios chinos, que aseguraron que supone la primera vez que un mandatario foráneo es recibido en este lugar, considerado sacrosanto en la imaginería del régimen norcoreano.

Esto, subrayaron, muestra el "respeto del anfitrión", Kim Jong-un, hacia el jefe de Estado chino.

Más allá de esto, solo se sabe que Xi visitará en algún momento la Torre de la Amistad Sino-Coreana, monumento situado muy cerca de la embajada china en Pionyang.

Se cree también que podría asistir al reestreno del nuevo espectáculo norcoreano de gimnasia masiva en el mayor recinto deportivo del mundo, el Estadio 1 de Mayo.