El 'eterno' alcalde de Castillejo de Mesleón

Aurelio Martín
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A punto de abordar sus duodécimas elecciones municipales, aunque su futuro es incierto, en esta ocasión, Ricardo Díez Pascual de 89 años, es el alcalde que más tiempo ha permanecido en el cargo de forma continuada en España.

Díez Pascual va a por sus duodécimas elecciones - Foto: A.M.

La historia política del alcalde de Castillejo de Mesleón, Ricardo Díez Pascual,comienza cuando fallece su entonces antecesor, hace 55 años, con quien desempeñaba el cargo de teniente de alcalde, al comienzo del año en que Franco proclamó la era de los ‘XXV años de paz’.  Tras pasar por diversas formaciones políticas,  encabeza la lista del PP, con 89 años, aunque ahora se enfrenta a otras tres formaciones políticas más, lo que antes no ocurría.   

Hace cuatro años me comentaba que, moralmente, se sentía en la obligación de seguir porque le apoyaba el pueblo, ¿qué le mueve ahora a sus 89 años y 55 como alcalde?

No pensaba presentarme pero me lo pidió mi amigo Basilio del Olmo, diputado provincial [vicesecretario de Política Territorial del PP], mi sucesor, y me dijo que debía de continuar, así lo he hecho. Es curioso porque se conoce que han visto que yo ya estoy mayor y hay tres candidaturas, aparte de la mía [PSOE, Centrados y Ciudadanos], para un pueblo pequeño, de 140 habitantes. Basilio me presentó y, como me encuentro bien, me presentaré; si salgo, sigo, a trabajar, si no, pues me quedo tan a gusto.  

Dos imágenes de la misma persona, con 55 años de diferencia, al inicio de su mandato y en la actualidadDos imágenes de la misma persona, con 55 años de diferencia, al inicio de su mandato y en la actualidad - Foto: D.S.¿Entonces, se siente querido por sus vecinos?

Siempre querido, he ganado las elecciones por mayoría absoluta porque en los pueblos como éste salen elegidos cinco, aunque se vota a cuatro concejales, pero casi siempre he tenido los cinco, lo que es muy difícil. No puedo decir nada malo de mi pueblo, me han hecho muchos homenajes, me han puesto una calle, todos me han querido, aunque siempre hay alguno que no está de acuerdo. Ahora hemos bajado en habitantes y, con tanto partido, se reparten mucho los votos.  Hemos estado años en que en mi candidatura ponía a cuatro de mi partido y a uno del PSOE. En las anteriores elecciones sacamos los cinco concejales, pero falleció uno de ellos, y entró uno que vino de Madrid que era de UPyD, que no había salido. 

¿Ha cambiado mucho el pueblo desde que llegó a la Alcaldía? 

No es por presumir pero puedo ser de los alcaldes que más proyectos ha puesto en marcha en su pueblo. Tengo la suerte de que han colaborado otras administraciones, se han hecho muchas obras, algunas subvencionadas, no tengo queja de ningún partido, incluso todos los diputados votaron a mi favor cuando me nombraron Hijo Predilecto de la Provincia. El remate de todos estos años fue la obra del Ayuntamiento.    

Usted fue alcalde durante once años del franquismo, ¿cómo desembarcó en la democracia?

Me metió Carlos Gila [exdiputado de UCD], que tenía aquí un coto de caza, echábamos la partida al mus. En su clínica operaron a mi esposa, por ahí empezó la amistad. Con Franco no quería ser alcalde, me había propuesto mi tío, Lucio Lorenzo, que falleció, pero fui a ver al entonces al gobernador civil, Juan Murillo de Valdivia, y le dije que no podía, que trabajaba con mis padres en las tareas agrícolas y vendiendo pienso, entonces le propuse a un vecino de al lado, Domingo Villa Sánchez. Estábamos tan contentos él como alcalde y yo como teniente de alcalde, pero, a los quince días de nombrarle, tuvo la mala fortuna de sufrir una embolia cerebral, entonces me quedé de forma accidental, hasta que me pusieron al frente de la Alcaldía siendo presidente de la Diputación José Encinas, entre 1962 y 1966, que también tenía aquí coto de caza.   

Me ayudaron mucho, nada más empezar, a los tres meses, todos teníamos agua en casa, fue la primera obra que hice.  Llegaron las elecciones democráticas, y me propusieron como diputado provincial porque era muy popular, era cobrador de la luz en setenta pueblos y me querían mucho.      

¿Y qué le parece cómo anda la política nacional?

Se ha fragmentado mucho, como hemos visto, antes estaba la UCD y el PSOE, había más partidos pequeños, pero ha habido un disloque de partidos políticos, se ha preparado un follón que parece que todos quieren un cargo, demasiado liada está la política. Ahora se insultan entre ellos, antes no ocurría tanto. 

¿Había mejores líderes al inicio de la democracia que ahora?

Adolfo Suárez y Felipe González eran competentes pero, ahora con tantos partidos políticos, no sabes cual es el mejor, es muy difícil. Ves los debates y dices que todos llevan algo de razón, posiblemente están más preparados que los de antes, ¿cómo no van a ser buenos políticos?.

Estuvo en el grupo que apoyó la autonomía uniprovincial para Segovia,  encabezado por Modesto Fraile y Carlos Gila, ¿cree que hubiera sido mejor fórmula que la de Castilla y León?

Recuerdo cuando se produjo la votación en Cuéllar, allí estábamos todos los diputados [el 7 de octubre de 1981, el pleno votó a favor de la uniprovincialidad, pero se convocó un segundo pleno y hubo mayoría para integrarse en Castilla y León, el 3 de diciembre de 1981]. Visto hoy, creo que estamos más vinculados a Castilla y León que a Madrid, aunque ambas comunidades están bien comunicadas. Estamos a gusto, ha habido buenos líderes, como Juan Vicente Herrera o el candidato a presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, he estado con él varias veces, le veo competente, pero con tantos partidos puede salir cualquiera… Entonces algunos se empeñaron en acercarse a Madrid, pero al final ha sido acertado estar con Castilla y León. 

¿Hablando de autonomías, cómo ve la posición que mantienen los independentistas catalanes?

Está haciendo muchísimo daño, es lo peor de todo lo que ha pasado en los años que llevo yo, no sé por qué razón quieren separarse, porque la anterior Convergència i Unió colaboró con el Gobierno, pero ahora les entra la tontería de la separación de España, un tema que va a seguir dando guerra. El PSOE intenta apaciguar por todos los medios, pero también allí hay muchos partidos y están con ganas de marcharse. En los años del terrorismo vivimos cosas muy graves, muchas muertes. En política,  como los catalanes, el PNV, que votó la moción de censura contra Mariano Rajoy, ha desarticulado todo.   

Hace cuatro años veía a los miembros de Podemos como «fanfarrones», ¿ha cambiado de opinión, qué piensa de otros partidos emergentes, ahora en la ultraderecha?

Podemos se ha estabilizado un poco más, Vox ha comenzado hace poco, puede decidir. Yo estoy encantado con el PP, soy católico, hasta toco el órgano en la iglesia, pero el PSOE también se ha portado bien conmigo, los alcaldes debemos llevarnos bien con todos, para  que te puedan ayudar cuando gobiernan. Pido el voto a mi candidatura pero no critico a los otros.  

¿Hay algún momento clave en sus 55 años de alcalde?

Malo ninguno, la gente me ha votado, si hubiera más gente, más me votarían. Fue agradable la inauguración de la obra de la iglesia, he tenido muchas alegrías, nunca he tenido problemas pero ya no quiero más homenajes (ríe).

¿Qué salida ve a estos pequeños pueblos del Nordeste?

Es difícil, hago lo imposible por mantener los habitantes, tenemos dos restaurantes, puede  que abran otro, hay una urbanización, a base de todo eso mantenemos el pueblo. Hemos ampliado el área del casco urbano, se han hecho cincuenta viviendas,  el pueblo se llena en vacaciones o los fines de semana. Hay muchos pueblos que desaparecen, pero con el nuestro no va a ocurrir, es verdad que la gente está en Madrid pero vienen continuamente. Contamos como todos los servicios, no hay problemas de agua, hasta línea de autobuses. Nos vamos manteniendo en población, sería bueno que hubiera industrias con cincuenta o sesenta empleados en zonas como la de Riaza o Sepúlveda, el empleo es una de las soluciones. 

¿Es verdad que ser alcalde es muy ingrato porque debe hacer de todo?

En los últimos años he tenido mucha suerte porque tenemos un empleado, no sé si se puede hacer mejor,  está todo pavimentado… Claro, antes, trabajaba mucha gente en la agricultura, en casa éramos ocho hermanos, todos íbamos al campo con mi padre, ahora esto lo hacen cuatro personas con el tractor.   

¿Y qué consejo le daría a un alcalde, es verdad que es muy ingrato porque debe hacer de todo?

En primer lugar que sepa que el alcalde es un esclavo de los vecinos, conozco a algunos que ni fu ni fa, no todos somos iguales, les hay quien trabaja y se parte la cabeza por su pueblo, a otros les da lo mismo y aguantan cuatro años dificilmente.  

 

Del régimen a la democracia

Siempre cuenta que entró de carambola en la Alcaldía de Castillejo de Mesleón, su pueblo,  situado junto a la autovía A-1 (Madrid-Burgos), a 68,4 kilómetros de la capital.  Aunque Ricardo Díez Pascual pone como disculpa que debía de compartir las tareas del campo con sus hermanos, el caso es que no quería enemistarse con nadie porque también vendía piensos en otros pueblos, pragmatismo que ha seguido en política ya que ha optado por llevarse bien con los suyos y con los demás partidos, porque puede que les necesite en caso de que lleguen al Gobierno.  Parece que ningún alcalde puede decir en España que ha estado tanto tiempo en el cargo de forma ininterrumpida, pero muy pocos, que han militado en cinco partidos políticos diferentes, aparte de haber entrado en pleno Movimiento Nacional. 

Quien tuvo buen trato con Adolfo Suárez en su época de Gobernador Civil de Segovia,  antes de iniciar su carrera para dirigir la transición a la democracia, Díez Pascual militó en la UCDy luego desembarcó en el CDS, partido que fundó el político abulense.  Posteriormente entró en el Partido Demócrata Popular (PDP), en el que militaban los políticos segovianos Modesto Fraile y Carlos Gila, con quienes siguió hasta la Democracia Cristiana (DC), para recalar en el Partido Popular (PP), en 1987.

Su trayectoria ha sido admirada por el nuevo presidente del PP, Pablo Casado,  quien le llamó a la sede nacional, para hacerse una foto con él:  

«Vino un coche, me llevaron a Madrid y  nos hicieron la foto, que la tengo en casa, fue por iniciativa de los del PP de Segovia, pero no hablamos nada especial, llegué, me saludó [Casado], pero solo eso, parece una persona competente, es casi novato, en los debates de televisión se le veía que hablaba mucho, pero no me parece mala persona, a lo mejor no tiene aún la suficiente personalidad, le veo con ganas de trabajar, es posible que le falte kilometraje, se nota que está poco baqueteado, es dificil que llegue a Mariano Rajoy, pero puede que algún día lo consiga»,  afirma Díez, cuyo partido ha perdido también en el pueblo las elecciones frente al PSOE. 

Pero no todo han sido victorias en las carreras electorales porque no salió elegido procurador en las Cortes de Castilla y León compartiendo lista con Atilano Soto o con el que fuera presidente de Alianza Popular,Pedro Antonio Hernández Escorial, en la primera legislatura (1983-1987), con la coalición AP-PDP-UL, aunque sí comptabilizó la Alcaldía con ocho años como diputado provincial, incluso como miembro de la Mesa con mayor edad entregó el bastón de mando al presidente socialista Javier Reguera, en 1987, que desbancó a Rafael de las Heras Mateo, uno de los impulsores de la autonomía uniprovinicial, tras ocho años de mandato.  Ahora no se le ve muy seguro de su futuro como alcalde: «No confío en nada porque hay cuatro candidaturas, incluso alguno ha estado conmigo, hay mucha competencia, si no salgo continuaré colaborando por el bien de mi pueblo».