El 30% de los beneficiarios de Cáritas cuenta con un empleo

SPC
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La memoria de 2018 de la institución de la Iglesia católica constata que la exclusión y la pobreza se enquistan en la sociedad

El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, (D) y el presidente de Cáritas Autonómica de Castilla y León, Antonio Jesús Martín (I). - Foto: Wellington Dos Santos Pereira (Ical)

Entre el 25 y el 30 por ciento de los beneficiarios de Cáritas Castilla y León cuenta con un trabajo pero la precariedad del empleo y el bajo sueldo les impide llegar a final de mes o afrontar los gastos normales. De ahí que acudan a alguna de las once Cáritas de la Comunidad en busca de la atención temprana, sobre todo en el ámbito de la vivienda que, a juicio de los responsables de la entidad autonómica, es el principal factor de exclusión. Eso, se traduce en que las personas con problemas económicos demanden ayudas para el pago del alquiler, algunos de la hipoteca, o para hacer frente a las facturas de los suministros básicos del hogar como electricidad y gas.

El presidente  de Cáritas Autonómica de Castilla y León, Antonio Jesús Martín de Lera, reconoció hoy en declaraciones recogidas por Ical durante la presentación de la memoria de la institución de 2018 que hay beneficiarios que acuden a sus centros para reconocer que cobran 500 euros mensuales, que destinan en su mayor parte a la comida, por lo que el dinero no logra cubrir los otros gastos de vivienda. En ese sentido, demandó a los nuevos gobernantes políticas importantes de vivienda pública y social ante su escasez .

En cuanto al perfil de las personas que acuden para solicitar ayudas urgentes en el área de Atención Primaria, se trata de individuos con entre 35 y 50 años, afectados por la exclusión del empleo o con un trabajo precario, además de familias monomarentales, con mujeres que tienen un hijo a su cargo y que encuentra dificultades para acceder al mercado laboral.  Martín de Lera también citó las personas demandantes de asilo, que han aumentado mucho en los últimos años. No en vano, precisó que son ciudadanos que tienen problemas en el primer momento tras su llegada a España, sin olvidar que continúan una vez que han agotado el periodo legal de estancia y se quedan sin recursos y protección, hasta la resolución de su expediente.

Acampañado del obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, el presidente de Cáritas Autonómica subrayó que  la exclusión y la pobreza se enquistan en la sociedad, tal y como ha concluido el Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España. Una realidad que se traduce en que las personas atendidas en el conjunto de los programas de Cáritas en Castilla y León aumentara en 2018, con respecto al año anterior, al pasar de las 55.308 personas a las 59.910. En cuanto a los beneficiarios, de los 97.066 a los 120.006. Un incremento que ha motivado un aumento de los recursos generales invertidos, ya que en 2017 fueron 32 y en 2018, 36,9 millones de euros.

“En contra de lo que nos puede parecer, sigue habiendo personas excluidas que continúan acudiendo a nosotros, y en mayor medida”, aseveró Antonio Jesús Martín de Lera. En este sentido, subrayó, según declaraciones recogidas por la Agencia Ical, que son individuos que quedan fuera de las políticas sociales, cuentan con menos recursos y requieren de más ayuda de las entidades del sector.

Más beneficiarios de Atención Primaria

De los poco más de 120.000 beneficiarios, el 65 por ciento recibe ayudas de Atención Primaria y el número aumenta, al pasar de los 61.467 de 2017 a los 78.853 del año pasado. Cáritas también centra su actividad en otras áreas como infancia y juventud (3.920 participantes), mayores (888 participantes), mujer (758), discapacitados (53) e inmigrantes (4.245 atendidos) Además,  el plan de la organización continúa su labor en colectivos como personas sin hogar (6.665 personas atendidas), drogodependientes (2.372), reclusos y exreclusos (1.202), enfermos de VIH-Sida (127), enfermos mentales (127) y minorías étnicas (218).

Conscientes de que el trabajo es el principal medio para salir de la exclusión, Cáritas Castilla y León continuó con su refuerzo del Programa de empleo, que persigue mejorar la empleabilidad y la inserción sociolaboral de los beneficiarios. En función de las necesidades de cada persona, se opta por la acogida, la información laboral, la orientación, la formación, la intermediación, la prospección del mercado laboral y la sensibilización. Una cantidad de programas que suponen la inversión de 3,7 millones de euros, a los que hay que sumar los 870.840 euros para las empresas de inserción.

2.263 inserciones laborales

Cáritas autonómica logró el año pasado un total de 2.263 inserciones laborales aunque Martín de Lera reconoció que no todas fueron a tiempo completo y con un contrato fijo. Eso sí, valoró que es una “esperanza” y un “éxito” haber conseguido que estas personas accedieran al mercado laboral normalizado.

El responsable de la organización vinculada a la Iglesia Católica consideró que cerca de la mitad de la población vive bien y sin problemas pero hay otra mitad en exclusión severa o en riesgo de caer en esa situación al estar “al límite”, por lo que si hay otra crisis económica serán los primeros “en caer”.  También mostró su preocupación por la “invisibilidad” de la exclusión y la “indiferencia” con la pobreza, hasta el punto de comentar que “nos hacen creer que no existen” en la sociedad. En ese sentido, apuntó que hay gente que se cansa de ser solidaria. De ahí que destacara la labor de los 4.578 voluntarios y la profesionalidad de los 885 trabajadores así como los 5.405 socios y los 5.908 donantes.