Dos años y medio de cárcel por la explosión de la calle Coca

Nacho Sáez
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La Audiencia Provincial de Segovia condena a J. C. A. E. por dos delitos de homicidio, tres de lesiones y uno de estragos, pero le ha aplicado una circunstancia semieximente.

Dos años y medio de cárcel por la explosión de la calle Coca - Foto: Rosa Blanco

La Audiencia Provincial de Segovia ha condenado a dos años y medio de prisión y al pago de más de 300.000 euros en indemnizaciones al autor de la explosión de la calle Coca de 2016. El tribunal ha declarado responsable a J. C. A. E. de dos delitos de homicidio, tres de lesiones y uno de estragos. Todos por imprudencia grave. Sin embargo, le ha aplicado una circunstancia semieximente -por el estado de depresión en el que se encontraba, que le había llevado a intentar quitarse la vida dos veces- que ha rebajado notablemente la pena respecto a las peticiones que habían realizado las acusaciones, 23 años en el mayor de los casos.

Dos de sus vecinos murieron y decenas se vieron afectados por la explosión que se registró la madrugada del 28 de agosto de 2016 en el 1ºB del número cinco de la calle Coca, en el barrio de San Lorenzo. La sentencia considera probado que ese día J. C. A. E. desconectó una de las bombonas de gas propano que tenía en la cocina, se la llevó a su dormitorio y dejó la espita abierta con el objetivo de intoxicarse. Sin embargo, se levantó, se dirigió al servicio y se encendió un cigarro, momento en el que se produjo la explosión, que tuvo "múltiples focos secundarios de fuego", según subraya el fallo.

Este considera que el ahora condenado "padecía una situación de depresión con intención autolítica o suicida, por lo que sus capacidad volitivas estaban parcialmente limitadas", pero aconseja una medida de seguridad de libertad vigilada cuando cumpla los dos años y medio de cárcel ante "el riesgo de que se cometa de nuevo un hecho semejante".

Dos años y medio de cárcel por la explosión de la calle CocaDos años y medio de cárcel por la explosión de la calle Coca

En su declaración en el juicio, J. C. A. E. negó que esa noche hubiera intentado suicidarse y achacó la fuga de gas a un puñetazo que había propinado a un armario enfadado porque no le había salido un trabajo. La Audiencia Provincial cree que es falsa esta versión, ya que los peritos concluyeron que la instalación de gas había sido manipulada antes de la explosión.

La deflagración causó cuantiosos daños no solo en ese piso sino también en todo el edificio hasta el punto de que algunos vecinos tuvieron que ser realojados en un hotel y en pisos públicos. Ellos son los destinatarios de la mayoría de las indemnizaciones, aunque también se reservan 180.000 euros para los tres hijos de Lucía García y Gabriel Moreno, las víctimas mortales de este suceso que conmocionó al barrio de San Lorenzo y a toda Segovia. Sin embargo parece difícil que vayan a poder cobrar esas cantidades de reparación ya que el tribunal no ha reconocido la responsabilidad de Mapfre -aseguradora del edificio- y J. C. A. E. insistió durante el juicio en su precaria situación económica.