Todos los hospitales con RVI ya tienen guardias localizadas

SPC
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El proyecto, en el que están los complejos asistenciales de Burgos, León y Salamanca, y los dos universitarios de Valladolid, incluye un plan para garantizar el acceso a estos servicios

Un grupo de médicos durante una intervención de radiología vascular en el hospital de Burgos - Foto: Patricia González

Los cinco hospitales de Castilla y León que tienen unidad de radiología intervencionista ya tienen en funcionamiento un servicio de guardias localizadas, cuyo objetivo es asegurar la prestación urgente de este servicio a los ciudadanos de la Comunidad siempre que precisen esta atención. Una decisión que se ha tomado en el marco del ‘Plan de mejora de la radiología intervencionista en Castilla y León’ puesto en marcha por la Consejería de Sanidad. De esta forma, Castilla y León cuenta con un amplio desarrollo de los servicios de Radiología Vascular e Intervencionista (RVI) —el empleo de técnicas y procedimientos de imagen para lograr resultados clínicos de un modo mínimamente invasivo— con la presencia de unidades formadas por profesionales dedicados exclusivamente a este área en cinco hospitales de la Comunidad, aquellos que se clasifican como centros asistenciales de Nivel III y IV. 

Esos son los complejos asistenciales de Burgos, León y Salamanca, el Hospital Universitario del Río Hortega y el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, según informaron a Europa Press fuentes de la Consejería de Sanidad. El objetivo de esta iniciativa puesta en marcha por la cartera de AntonioSáez Aguado es asegurar la prestación urgente de este servicio a los ciudadanos de la Comunidad siempre que precisen esta atención. 

Especialidad médica

La Radiología Vascular e Intervencionista es un área de la especialidad médica de radiodiagnóstico, que se caracteriza por el empleo de técnicas y procedimientos de imagen para «lograr resultados clínicos de un modo mínimamente invasivo», apuntan desde Sanidad. 

Por esto y por la llegada de múltiples avances de investigación clínica y experimental, así como por el desarrollo de nuevos métodos, técnicas, materiales y fármacos; su aplicación terapéutica ha sufrido un gran incremento en los últimos años, representando un importante porcentaje dentro de la actividad que se realiza en los Servicios de Radiología de los centros asistenciales de Sacyl. 

La RVI puede beneficiar a los pacientes con su aplicación tanto en el área diagnóstica —arteriografías, flebografías, endoscopias biliares y urológicas, biopsias, etcétera—, como en área terapéutica —se utilizan, por ejemplo, en el tratamiento de atologías hemorrágicas producidas por agentes traumáticos, malformaciones vasculares cerebrales o accidentes cerebrovasculares hemorrágicos; o en el abordaje de la patología neoplásica con el bloqueo de arterias que irrigan los tumores—. «Gracias a estas técnicas se disuelven coágulos sanguíneos o se realizan procedimientos de inserción de drenajes, entre otros usos», aseguran fuentes de Sanidad. 

Plan de mejora

Debido a la importancia creciente que la Radiología Vascular e Intervencionista (RVI) está adquiriendo dentro de la cartera de servicios del Sistema Regional de Salud, reconocen desde la consejería, se ha puesto en marcha este Plan de Mejora de la Radiología Intervencionista en Castilla y León. 

Y, dentro del mismo, se amplía el establecimiento de guardias localizadas a todos los hospitales de referencia en la Comunidad en este campo; ya que, hasta el momento, solo se realizaban en los complejos asistenciales de León y Salamanca y en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. 

Este plan sanitario incluye, además de la mencionada anteriormente, otras acciones y proyectos de mejora como el control de la dotación de plantillas dedicadas al servicio para asegurar la cobertura de la demanda asistencial. Para cumplir con este requisito se ha dotado recientemente, por ejemplo, de un facultativo más al área de radiología intervencionista del Complejo Asistencial Universitario de León.