Cuenta que su madre padece alzheimer, que su padre ha cumplido 92 años y que el dinero que presuntamente le ha estafado el presidente de la Lonja Agropecuaria de Segovia, Carlos González, ha complicado un poco más las cosas en su casa. «Me ha destrozado la temporada», dice este agricultor que se dedica al cultivo de patata y que prefiere que no aparezca su nombre. La persistente sequía le empujó a buscar alternativas para poder regar sus parcelas y, según cuenta, encontró por Internet los servicios de la empresa de González. Aunque los precios que le ofrecía estaban por debajo de los de mercado, se fió de la palabra, las dotes comerciales y sobre todo de la relevancia pública del presidente de la Lonja de Segovia para encargarle la perforación de un pozo.

Sin embargo, el proyecto nunca ha llegado a ejecutarse a pesar de que el agricultor adelantó 11.000 euros. La Guardia Civil considera que González creó una empresa o marca comercial ficticia –publicitada por medio de una pagina web– a través de la que captaba posibles clientes a los que ofrecía trabajos de sondeos y perforaciones de pozos para explotaciones agrícolas y ganaderas a los mejores precios y calidades del mercado. «Una vez captado el cliente y para dar una imagen de realidad, legalidad y profesionalidad, firmaban un contrato en el que se estipulaba que los trabajos de sondeo deberían efectuarse en el plazo de 15 días a partir del pago de un anticipo con el único fin de apropiarse del dinero, sin haber realizado trabajo alguno» remarcan los investigadores que han participado en el desarrollo de la operación ‘Pocero’.

Esta ha tenido su origen en el dispositivo puesto en marcha por la Guardia Civil este año para localizar pozos ilegales y extracciones ilícitas de agua, y sus primeras consecuencias –la detención de González, a pesar de su posterior puesta en libertad, y la investigación que se sigue contra él en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Medina del Campo (Valladolid)– suscitan preocupación en las organizaciones agrarias. «Si llegar a ser cierto, me parece bochornoso que se aproveche así de la confianza de agricultores y ganaderos y, desde luego, la imagen que se traslada de la Lonja no es buena», apunta el presidente de Unión de Campesinos (UCCL), Juan Manuel Palomares, que destaca que es «muy habitual» que los precios de referencia que marca este órgano aparezcan en las operaciones de compra-venta de ganado porcino, vacuno, ovino, cereales...

Han pasado cuarenta años desde que se creó a instancias de la Delegación de Agricultura. En los años 90 no cabía un alfiler los jueves por la tarde en los bares La Tropical, Orly y Los Faroles. Se llenaban hasta la bandera por la presencia de decenas de agricultores y ganaderos que acudían a conocer de primera mano los precios que fijaba la Lonja Agropecuaria de Segovia y que de paso aprovechaban para cerrar tratos. Independiente respecto a las administraciones públicas, hoy cuenta con alrededor de 175 socios que se reúnen por sectores cada jueves en la sede de la Federación Empresarial Segoviana. Esta semana suspendieron el encuentro, aunque no ha trascendido si ha sido por la operación abierta contra su presidente. 

Este ha rechazado hacer declaraciones a esta redacción, a través de su abogado, en medio de un escándalo que ha puesto en entredicho su continuidad al frente de la Lonja. «Hay que respetar la presunción de inocencia y a veces se lanzan alarmas no sé si fundadas o infundadas, pero queremos que las cosas sigan funcionando bien y para todo el mundo hay sustituto en la vida. La Lonja tiene su importancia y es una pena que el presidente pueda tener algún problema, pero cada uno es responsable de sus actos, no la institución» señala el presidente de Asaja Segovia, Guzmán Bayón, que considera no obstante que la gestión de González hasta el momento en este órgano de referencia de precios ha sido valorada como «transparente».