González Iglesias recoge el XXIX Premio Jaime Gil de Biedma

DS
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La Diputación acoge el acto de entrega del galardón al poeta salmantino, dotado con 10.000 euros, así como de un accésit de 3.000 para el leonés Ángel Fernández Fernández

González Iglesias recoge el XXIX Premio Jaime Gil de Biedma

Con referencias a Walt Whitman, Mario Benedetti o Federico García Lorca, se hacía este martes entrega, en el salón de Plenos del Palacio Provincial, del vigesimonoveno Premio Jaime Gil de Biedma de Poesía de la Diputación de Segovia; un galardón internacional que cada año reúne las candidaturas de cerca de un millar de autores y que, en este 2019, ha ido a parar a las manos del poeta salmantino Juan Antonio González Iglesias. El autor, reconocido en ocasiones anteriores con otros premios como el Vicente Núñez, el Generación del 27 o el Loewe, también fue en 1997 merecedor del Accésit de este Gil de Biedma y este martes, echando la vista atrás a aquellos días, admitía que “hay una cosa muy buena de este premio; y es que no sólo reconoce a uno”.

Antes de permitir al público asistente colarse por unos momentos en su ‘Jardín Gulbenkian’, poemario por el que ha sido premiado, González Iglesias revelaba que el título le llegó en su última visita al jardín lisboeta, fascinado por el nombre y por haberse dado cuenta de que ambos habían sido “engendrados el mismo año”. “A mí la palabra Gulbenkian me sonaba a todo y el jardín es serenidad, es armonía… y éste además custodia la mejor colección de arte de Portugal”, comentaba el poeta, añadiendo que “el libro apela a nuestra tradición humanística; es una defensa de la amistad y la serenidad en un mundo en el que se nos incita continuamente a enfurecernos y enfrentarnos unos con otros”.

Los versos del ganador eran también evocados minutos antes por el presidente de la Diputación, quien resaltaba el compromiso de la institución provincial con un premio que el próximo año cumplirá tres décadas de vida homenajeando al poeta catalán afincado en Nava de la Asunción. “La Diputación va a seguir apoyando la creación lírica, en la convicción de que la poesía, sobre todo la denominada testimonial, es fuerza, aliento y voz interior que nos permite crecer en lo personal y también en lo colectivo y lo social”, aseveraba De Vicente. Y precisamente por esto, por el poder transformador de las letras, el presidente de la Diputación animaba a Juan Antonio González Iglesias y al ganador del accésit, el leonés Ángel Fernández Fernández, a “cambiar el mundo con la palabra e introducir en el ser humano, primero una mirada sensible y después una gran victoria ideológica; esa que llega cuando, con empatía, se reconoce la superioridad del juicio y criterio ajeno”; y a “seguir acariciando y cicatrizando” con unas letras “necesarias para conseguir una sociedad más equitativa y más justa”.

González Iglesias recoge el XXIX Premio Jaime Gil de BiedmaGonzález Iglesias recoge el XXIX Premio Jaime Gil de Biedma

Un año más, para el jurado no ha sido sencillo encontrar entre los más de ochocientos poemarios recibidos la justicia que determinase a González Iglesias como ganador del premio y de los 10.000 euros con los que está dotado. “Ha sido la edición más nivelada en cuanto a las temáticas de las obras recibidas”, señalaba hace unos meses, antes de conocer al ganador, Gonzalo Santonja, coordinador de un jurado del que han formado parte Luis María Anson, Antonio Colinas, Juan Manuel de Prada, Carlos Fernández, Fermín Herrero, Raquel Lanseros, María Ángeles Pérez y Jesús García, de la editorial Visor, además del jefe de Servicio del Área de Cultura, Juventud y Deportes, Emilio Lázaro, como secretario y del expresidente de la Diputación, Francisco Vázquez, quien en su día presidió el jurado.

Para Santonja, si Juan Antonio González Iglesias recogía hoy el testigo de Jaime Siles, anterior ganador del Premio, es porque “ha escrito un poemario desde la alegría del cuerpo y del corazón” y porque, siguiendo “de forma coincidente y muy oportuna la estela de Siles, con la intensidad de los clásicos latinos ha escrito un libro radicalmente humano”.

También ha querido Gonzalo Santonja dedicar unas palabras a ‘La huerta de los manzanos’, el libro por el que Ángel Fernández Fernández ha recibido un accésit dotado de 3.000 euros, y del que el crítico literario apuntaba que “todos sus versos llevan a la infancia del autor, a su paraíso infantil”. El propio Ángel Fernández secundaba las palabras de Santonja y reconocía haber compuesto “una memoria infantil en Sabero, en León, en la que hablo de los recuerdos de mi madre, de mi abuela...”. El autor, reivindicando el papel de la cuenca minera, apuntaba haber firmado un poemario “escrito de forma muy rápida, pero gestado durante muchísimo tiempo” y rememoraba su sorpresa, conmoción, emoción y orgullo al recibir la noticia del que es su primer premio importante de poesía y del que espera le quite “algunas zozobras que tengo como escritor”.

Ambos poemarios ya lucen hoy las significativas tapas negras de Visor, la editorial de poesía más importante en lengua castellana, y sus títulos forman parte de una colección que aguarda ya la próxima edición; especial, por ser la del trigésimo aniversario del Premio, y que volverá a convertir la provincia de Segovia en diana de versos lanzados desde distintas partes del mundo.