¿Es un espejismo la bajada del paro en Segovia?

D. A.
-

Segovia tiene menos parados que en febrero de 2020 y más trabajadores que ese mes o el último septiembre sin covid, pero los economistas temen que sea un 'efecto rebote' por la reactivación

Oficina de empleo de Segovia.

La recuperación del empleo está superando todas las expectativas en el conjunto de España, y en Segovia especialmente. Tanto que los propios economistas consultados no acaban de encontrar una explicación clara: valoran los buenos resultados que reflejan tanto el fuerte descenso de la cifra de parados registrados como el aumento de los trabajadores dados de alta hasta incluso mejorar datos de antes de la pandemia, pero sin dejar de mostrar cautela a la espera de ver qué sucede en próximos meses. Sobre todo, ante la posibilidad de que semejante reactivación tenga algo de espejismo o efecto rebote por unas ganas de normalidad que se han desbocado en cuanto ha empezado a atisbarse; y con ella cierta recuperación del sector servicios, clave para una provincia que, por suerte o desgracia, tiene en el turismo su principal motor. Por el horizonte aún asoma mucha incertidumbre, principalmente por deudas acumuladas por las empresas en los últimos 19 meses, préstamos que deben pagar y una capacidad de aguante que se va poner a prueba, pero de momento ahí quedan las estadísticas oficiales del mercado laboral.

Segovia cerraba septiembre con 6.608 parados inscritos en las oficinas de empleo, 616 menos que el mes anterior y 982 menos que hace un año (7.590) tras dispararse las contrataciones un 17,38% respecto a agosto, con 7.537 nuevos contratos firmados, de los cuales casi el 60% (4.502) correspondieron a servicios. El paro se ha reducido por ello especialmente en ese sector pese a concentrar siete de cada diez desempleados, con 4.738 al final del mes pasado, 312 y 686 menos que en agosto de 2021 y septiembre de 2020, respectivamente. Pero ha bajado en todos los sectores aunque sea en menor medida, con un total de 423 desempleados en agricultura (-97 y -41), 459 en industria (-18 y -78) y 406 en construcción (-32 y -62), además de 582 en el colectivo sin empleo anterior (-157 y -115). En cuanto a los trabajadores afiliados a la Seguridad Social, los 65.522 que recoge el saldo oficial del último día de septiembre suponen 2.119 y 819 más que un mes y un año antes. 

Si se comparan tales cifras con el mes previo al primer estado de alarma, la mejoría es también notable, con 4.685 trabajadores más y 371 parados menos que entonces, dado que en febrero de 2020 la estadística reflejaba 60.837 afiliados a la Seguridad Social y 6.979 parados. Cierto que aquel mes era de pleno invierno, pero en la comparación con el último septiembre sin covid (el de 2019) el mes pasado tampoco sale mal parado, al tener 'sólo' 545 parados más (6.608 frente a 6.063), a pesar de que los segovianos en ERTE ya se han situado por debajo del millar, después de que en el último año y medio hayan pasado por ellos más de 10.000. Entretanto, aumentan en 1.859 los trabajadores afiliados a la Seguridad Social (65.522 frente a 63.663), incluidos 14.377 autónomos, casi la misma cifra que en septiembre de 2019 (14.422).

Asimismo, no se perciben grandes diferencias en estas estadísticas respecto al paro femenino, que en septiembre de 2021 representa el 59,29% (3.918 del total de 6.608 personas registradas sin empleo), frente a un 60,39% en septiembre de 2019 (3.662 de 6.063). Tampoco por la proporción de parados de menos de 25 años (8,05 frente a 9,17%), extranjeros (21,53% frente a 20,45%), o por los que están cubiertos por prestaciones (59,33% frente a un 60,06%).

REACCIONES. «La verdad es que son datos sorprendentes», destaca el economista segoviano Francisco Piñeiro. No en vano, recuerda que septiembre no es un mes en el que tradicionalmente se cree empleo, salvo por campañas agrarias, y a ello se añaden los problemas que está sufriendo la economía por la crisis de suministro de materias primas y su escalada de precios. «Aun así es verdad que los datos de empleo del mes pasado están por encima de los de febrero de 2020», constata, lo cual atribuye en buena parte a un aumento de la demanda interna que repercute fundamentalmente sobre el sector servicios: «Hoteles, restaurantes, agencias de viajes y demás», resume. «La gente está tirando de los ahorros de 2020 y se los está gastando en cuanto ha podido salir, recuperando además una confianza que se esperaba que creciera más lentamente y que se ha acelerado por el avance de la vacunación». Coincide en ese sentido con el último estudio presentado por BBVA Research, que advertía la semana pasada de un fuerte aumento del consumo en Segovia por parte de personas procedentes de otras provincias, principalmente de Madrid, incluso con compras presenciales con tarjeta de crédito por encima de los niveles prepandemia desde que se levantó el confinamiento de la Comunidad. 

Por otro lado, aunque recuerda que persisten incertidumbres como el alcance de la crisis de suministros o cómo soportan las empresas las deudas que han contraído durante la pandemia, también apunta otras cuestiones en positivo, caso de los fondos europeos que están por llegar; eso sí, «a la espera de ver cómo se reparten las subvenciones», matiza. ¿Pero teme Piñeiro un efecto rebote en la economía? «Bueno, lo que sí se está viendo por informes de Bankinter, Funcas y otros es que las previsiones de crecimiento que se habían apuntado para este año se han revisado al alza y se han rebajado para el próximo», responde. «Al final el ritmo de consumo es el que marca un poco ahora, así que vamos a ver qué ocurre en 2022 porque las empresas en general van a llegar muy endeudadas y con unos costes de producción muy altos, y eso de alguna manera se notará», resume.

Araceli de Frutos, también segoviana y miembro del Consejo General de Economistas de España, coincide con Piñeiro en reconocerse «sorprendida» por el notable descenso de la cifra de parados, pero «tal y como están yendo las previsiones económicas, hay que ver hasta qué punto el dato de ahora es extrapolable al resto del año, por si lo de ahora puede tratarse de un espejismo». «En el terreno internacional preocupa China porque no está dando las cifras reales y ya se observa cierto deterioro, EEUU lleva cierto retraso, está por verse también cómo se gestionan los presupuestos comunitarios… Yo realmente no soy muy optimista porque la economía global no da expectativas muy halagüeñas».

«También hay que tener en cuenta que venimos de una situación de cierre de las economías y lo mismo que está pasando con los precios puede estar sucediendo con las contrataciones, que estén sufriendo un repunte hasta que se normalice todo», incide. Por tanto, «aunque esté bien el dato de empleo ahora, hay que ver si esto continúa», concluye.

desconfianza sindical. El secretario provincial de CCOO, Álex Blázquez, tampoco se termina de fiar de la mejoría que reflejan las cifras de afiliación a la Seguridad Social y paro registrado. «La reactivación ha facilitado que se prolonguen hasta septiembre trabajos más bien ligados a la campaña de verano, pero no creo que los datos de octubre sean ya tan buenos», avisa. «Y habrá que ir viendo en qué se traduce la tendencia de las empresas a fomentar los trabajos a tiempo parcial, que una cosa es que suba la cifra de empleados y otra que entre dos puedan ingresar lo que antes ganaba sólo uno, elevando la precariedad». Un riesgo que lleva a CCOO a mantener «una reivindicación histórica» del sindicato, la simplificación de los tipos de contrato.

El portavoz provincial de UGT, Miguel Ángel Mateo, mientras tanto, manifiesta «preocupación» por la evolución del comercio, donde advierte que «se están destruyendo muchos puestos de trabajo, sobre todo de gente de más de 45 años y mayoritariamente mujeres». No niega que las cifras generales sean positivas, pero teme «cierto desfase» en la estadística general por los ERTE, a pesar de que en septiembre, según datos del Servicio Público de Empleo, ya quedaban menos de un millar de trabajadores en regulación total o parcial. «Lo que seguimos reiterando es que debe haber más terreno para la industria, que es el sector que mejor aguanta las crisis. Pero terreno en condiciones, bien dotado con internet, gas y potencia eléctrica, que si no un polígono no sirve de nada», recalca. 

La Federación Empresarial Segoviana (FES), por su parte, valora que los últimos datos del paro «mejoran las previsiones más optimistas, que ya apuntaban a un descenso del desempleo», pero no a este nivel, y advierte que «el protagonismo de las empresas en la generación y en el mantenimiento del empleo debe seguir siendo reconocido y apoyado por las diferentes administraciones». 

«Las ayudas europeas, todavía pendientes de concreción, y las líneas de ayudas directas y a fondo perdido exigidas a las distintas administraciones deben ser los pilares que garanticen, junto con una participación decidida del Diálogo Social, la reactivación de la economía y el aumento de la ocupación», continúa la patronal provincial. Valora también en esa línea la nueva prórroga de los ERTE ligados al impacto de la covid (de momento hasta el 28 de febrero de 2022), que «protege a las empresas para que puedan llegar a la campaña de Semana Santa en un contexto de normalidad». Lo que pase de aquí a entonces, sin embargo, aún está por verse y escribirse.