MGS pacta con 17 de los 72 estafados por uno de sus agentes

AURELIO MARTÍN
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La compañía quiere cerrar rápido el incidente que pudo protagonizar quien también era suboficial de la 'Base Mixta'.

MGS pacta con 17 de los 72 estafados por uno de sus agentes - Foto: Rosa Blanco

MGS está acelerando los acuerdos con los posibles afectados por un presunto fraude provocado por uno de sus agentes en Segovia, que también ejercía como subteniente en el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados (PCMASA 2), conocido como antigua ‘Base Mixta’, donde fue encontrado muerto junto a su arma cuando iba a ser relevado de una guardia, el 23 de enero de este año. Esta compañía, que cotiza en Bolsa, quiere dejar cerrado el capítulo incluso antes de que concluya el verano, a través de acuerdos en los que los afectados cobren, siempre que puedan demostrar con documentos haber contratado las pólizas de planes de ahorro, pero desistan de su derecho a la denuncia de la que podría derivarse una posible responsabilidad civil subsidiaria. 

De la denuncia, presentada por GMS, se hizo cargo el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital, del que es titular el juez Felicisimo Teodoro Molino Tejedor, quien ha tomado declaración a dos imputados, la viuda y el sobrino del fallecido, que también trabajaban como agentes de la compañía en una oficina ubicada en el barrio de La Albuera, actualmente cerrada, aunque ellos dicen que desconocían la posible actividad delicitiva de su familiar. 

Este criterio no le comparte la compañía quien argumenta ante el Juzgado que que la viuda había facilitado «una fingida colaboración» para que se examinara buena parte de la documentación obrante en su oficina y el clonado de los ordenadores,  aunque aclara que se había interesado por recuperar unos ‘pendrives’ entre los objetos personales del suboficial y que retiró de su domicilio material diverso en bolsas de plástico, la misma noche del fallecimiento.

Un portavoz de GMS ha confirmado a EL DÍA que  ya se han cerrado acuerdos amistosos con 17 afectados, mientras que hay más de una treintena en proceso de declaración con demanda ante el juez que instruye el caso y otra veintena de personas que aún no han llegado a ese punto. Mientras que la cifra final del dinero posiblemente defraudado no se dará a conocer por la compañía hasta que no se haya cerrado el caso, la sitúan inicialmente por debajo de los dos millones de euros. 

Sin embargo, hay afectados que han declarado a este periódico que se podría situar entre tres y seis millones, teniendo en cuenta que puede haber quien ha ‘lavado’ dinero negro o  entregado sus ahorros en mano al agente,  que llegó a ofrecer hasta un 6% de rentabilidad, sin poderlo demostrar.   

Uno de los afectados –el primero que ha llegado a un acuerdo con la compañía–, que ha pedido permanecer en el anonimato, ha afirmado a este periódico que daría su brazo por el agente de seguros y suboficial del PCMASA 2, a quien consideraba una persona de «total confianza», aparte de que no imagina dónde podría gastar la cantidad presumiblemente estafada. Generalmente, devolvía las cantidades que le solicitaban cuando recibía dinero de otros inversores,que fue lo que alertó a alguno de los afectados y comenzaron las sospechas, al haberle devuelto la misma cantidad que acababa de entregar al agente otro compañero.   

Entre los posibles estafados hay en torno a unos 30 militares,  aunque «hay más personas de las que creemos», según este afectado al que se le ha reintegrado lo invertido. Se trata también de personas, algunas de clase humilde, que habrían confiado su dinero al asegurador para una posible contingencia o para los estudios de los hijos. 

Este afectado que ya ha cobrado asegura que todo el dinero «era blanco», para una poliza de 150.000 euros,  pagado por transferencia pero a nombre de la compañía nunca al del fallecido ni al de su esposa. Afirma haber perdido unos 1.700 euros,  después de aplicarle la devolución a una cantidad de 145.000 euros,  pero se consuela argumentando que se lo ahorra en litigios, viéndolo simplemente como «una mala inversión» que le ha quitado el sueño muchas noches.

Precisamente el día de la muerte del suboficial acompañó a la hermana del fallecido, que le había confiado 80.000 euros, para informarse de la situación en las oficinas centrales de MGS.