Resiliencia Vs favoritismo

José Antonio Pascual (EFE)
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Aunque las apuestas se decantan por Italia, la Roja ha demostrado sobrada capacidad de sufrimiento

La Azzurra ha ganado todos sus partidos. - Foto: Philipp Guelland / POOL

La Eurocopa encara su recta final en Wembley, templo del fútbol al que llega España gracias a su capacidad de resiliencia (y sufrimiento), si bien la favorita es Italia. 

El equipo de Luis Enrique se levantó después del mazazo que supuso el positivo por COVID-19 de su capitán y eje indiscutible de su fútbol, Sergio Busquets, y de un inicio un tanto dubitativo con los empates frente a Suecia y Polonia, para ganarse el pase a octavos con una goleada ante Eslovaquia.

También eludió el ‘KO’ en octavos ante Croacia tras un grave error de Simón y la reacción del conjunto balcánico, que igualó un 3-1 en los últimos minutos. El guardameta fue clave después para evitar la derrota y España volvió a elevar a cinco su casillero anotador, hecho inaudito en la Historia del torneo. No conforme con ello, demostró su personalidad el arquero vasco en la tanda de penaltis ante Suiza en cuartos.

Entre los vaticinios previos a la Eurocopa, Italia e Inglaterra figuraban en el grupo de retadores a la todopoderosa Francia, gran favorita y vigente campeona mundial, y Portugal, defensora del título. No han fallado. Al contrario, han confirmado a lo grande los pronósticos. En el caso de la Roja ha sido una sorpresa muy agradable. 

La Italia de Mancini ha extendido a 33 su magnífica racha de partidos sin perder. De hecho, es la única selección del torneo que ha ganado sus cinco partidos. Turquía, Suiza y Gales claudicaron en la fase de grupos ante el fulgor de los ‘azzurri’, que no lo pasaron bien contra Austria -necesitaron la prórroga- y se deshicieron de otra de las grandes aspirantes, Bélgica, en cuartos.

La semifinal ante España es un clásico. Se enfrentarán en una Eurocopa por cuarta vez consecutiva. La Roja ganó en los penaltis de cuartos en 2008 y en la final de Kiev en 2012, y la Azzurra en los octavos de 2016.

Tanto Mancini como Luis Enrique disponen de dos equipos renovados. Cada uno con su estilo. La intensidad, el dinamismo casi frenético del italiano, contra el 4-3-3 del español en el que prima el fútbol combinativo y la presión rápida tras la pérdida de balón.

España, no obstante, necesita encontrar autoridad atrás, fluidez en su juego para desbaratar la intensidad italiana y pegada en el área rival, la que le ha faltado en tres de los cinco partidos disputados, sin olvidar la recuperación física tras disputar dos prórrogas consecutivas.

Aun así, lidera muchas de las estadísticas ofensivas. Amparada en las dos goleadas sobre Eslovaquia y Croacia, España es la que más tantos ha marcado en el torneo, 12, uno más que Italia y Dinamarca, es la que más porcentaje de posesión tiene (67 por ciento), la que más ha atacado (365), más pases ha completado (87,4) y la segunda que más ha disparado (95) tras Italia (101).