Los empleados de CaixaBank rechazan el ERE planteado por la entidad tras la fusión. Piden que las salidas sean voluntarias y no haya despidos forzosos y que todos los trabajadores tengan las mismas condiciones laborales y salariales. El ERE planteado, aún en negociación, propone 85 despedidos en Segovia, más del 30 por ciento de la plantilla actual.

Cerca de 200 personas respaldaron el manifiesto que firman los tres sindicatos de la entidad. Rechazan lo que califican como ERE salvaje. "Una empresa con grandes beneficios, en la que sus directivos se suben sus sueldos e incentivos y que ha recibido ayudas públicas, no puede realizar estos planteamientos", subrayó la delegada de CCOO, Paloma Quintanilla. "Que las salidas sean voluntarias, que no haya despedidos forzosos, que no haya situaciones traumáticas", abundó su homólogo de SATE, José Ignacio Bernabé. 
También solicitan que las cantidades que perciban vayan más allá del 50 por ciento del salario regulador que está ofreciendo el banco. Para Jorge Pérez, delegado de SEPB, "podemos llegar a un buen acuerdo, débelos conseguir un buen acuerdo, estamos poniendo de nuestra parte". De momento no saben cuántas oficinas cerrarán en Segovia, pero están convencidos de que habrá menos personal para prestar atención.