El asesino de Sara, el primer condenado a prisión permanente

SPC
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La Audiencia también le impone una pena de 22 años por cuatro delitos de maltrato y otro de agresión sexual, y sentencia a la madre de la pequeña a 27 años de cárcel por omisión del delito

Roberto (2i) y Davinia (d), con sus abogados en el juicio - Foto: Nacho Gallego

Roberto Hernández, condenado por la violación y el asesinato de la pequeña Sara en agosto de 2017, se convierte en el primer criminal de Castilla y León y en el décimo de España al que la Justicia le impone prisión permanente revisable, la máxima pena que contempla el Código Penal y que entró en vigor en marzo de 2015 para casos de asesinato de suma gravedad. La Audiencia de Valladolid dio a conocer ayer las sentencias del caso Sara, la menor de cuatro años que murió tras recibir una brutal paliza, antes de ser violada, y sentenció al novio de su madre, RobertoHernández, a prisión permanente revisable, mientras que su progenitora, Davinia Muñoz, finalmente elude este extremo y su condena se eleva hasta los 27 años de cárcel. Tras el veredicto del jurado, tan solo quedaba por conocer las penas impuestas a los dos encausados, Roberto y su novia Davinia, algo que despejó el magistrado que presidió la sala, Feliciano Trebolle, al comunicar su decisión de imponer al primero prisión permanente revisable como autor del asesinato, con los agravantes de alevosía y ensañamiento, y violación de la pequeña, así como de otros cuatro delitos de malos tratos con lesión a persona especialmente vulnerable y otro de maltrato habitual, en todos los casos con el odio por el origen rumano de la niña, informa Europa Press. Además de la permanente revisable, la condena incluye otras penas que suman 22 años de prisión para Roberto, el autor material de la muerte de la menor. 

En el caso de su compañera Davinia, madre de la menor asesinada, la sentencia no le impone la permanente revisable, pero la condena a casi 28 años de privación de libertad por la comisión por omisión de los delitos de asesinato, con el agravante de alevosía pero no de ensañamiento, un delito de maltrato habitual y tres delitos de maltrato con lesión sobre su hija. El tribunal le aplica las atenuantes de obcecación y confesión. 

Sin embargo, Davinia no queda privada de la patria potestad de su hija mayor, de 12 años, ni le aplica la prohibición de comunicar con ella al aplicar jurisprudencia del Supremo que exige que para ello dicha menor hubiera sufrido los hechos o presenciado los mismos. 

En concepto de responsabilidad civil, ambos condenados habrán de indemnizar, de manera conjunta, al padre de la niña fallecida con 85.000 euros y a la hermana de la víctima con otros 70.000. 

Acusación y defensas

La condena impuesta coincide a grandes rasgos con la petición final de la fiscal del caso, ya que las acusaciones populares, Clara Campoamor y Adavasymt, habían mantenido su petición de prisión permanente revisable no sólo para Roberto sino también para Davinia, mientras que la acusadora pública había modificado para excluir a la madre de tal modalidad de pena y solicitar para ella veintisiete años y once meses de cárcel. En el lado opuesto, las defensas, que inicialmente pedían la absolución, se habían limitado a demandar del magistrado presidente la imposición de las penas mínimas. 

En la sentencia, dictada como resultado del veredicto de culpabilidad emitido por el Jurado y que se convierte en la primera condena a prisión permanente revisable en Castilla y León, se considera probado que Roberto fue el autor material del asesinato y de la violación, ya que el día 2 de agosto, después de penetrarla vaginalmente, la golpeó de forma «brutal y salvaje». Según el fallo, la niña tenía heridas en el cuello, «donde posiblemente la agarró» para golpearla en distintas ocasiones en la cabeza contra una superficie plana. 

A su vez, el magistrado indica que el informe forense describe una conducta con tanta violencia que resulta difícil de entender. La sentencia mantiene la argumentación de la Fiscalía, que durante la vista oral argumentó que «Davinia jugó a la ruleta rusa con hija», a pesar de saber que Sara podía ser asesinada por Roberto y de conocer que él era el responsable de los malos tratos que la niña venía sufriendo durante los últimos meses.?