"La Atención Primaria puede quebrar"

A.M.
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Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, ha pertenecido al Comité de Ética Asistencial del Área de Segovia y a la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos.

La vicepresidenta primera del Colegio de Médicos, Marina de la Infanta - Foto: Rosa Blanco

La vicepresidenta primera del Colegio de Médicos de Segovia, la segoviana Marina de la Infanta, que siempre ha desarrollado su profesión en el medio rural,  afirma en esta entrevista que la Atención Primaria partía de una situación de precariedad  pero «la pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema y, si no se producen cambios,  va a quebrar, estamos al borde del precipicio».  Asimismo asegura que con respecto al año pasado, se ha recuperado una actividad normalizada con el tamiz de que el primer contacto es telefónico, «pero la mayoría ya vemos la consulta presencial». 

Repite como vicepresidenta primera y vocal de médicos de Atención Primaria ¿qué objetivos se plantea en el nuevo mandato de la directiva que encabeza Graciliano Estrada? 

Los colegios de médicos son corporaciones de derecho público y básicamente su objetivo es la defensa de los valores de la profesión, sustanciándose en velar por los intereses de los profesionales y en la protección de la atención que reciben los ciudadanos. Como ha dicho el doctor Estrada a nivel más específico, desde la Fundación Científica vamos a procurar una potenciación de la formación y la investigación y dar una mayor visibilidad a la Comisión Deontológica, estando presentes en la sociedad segoviana en los temas relevantes. 

En todo caso es un equipo sólido que viene de atrás cuando estaba presidido por Enrique Guilabert, ¿qué destaca de la anterior etapa? 

Somos el mismo equipo salvo dos incorporaciones imprescindibles, ocupándose la vicepresidencia segunda [María Cornide], que quedó vacante al pasar a presidente el doctor Estrada, y la vocal de Médicos Jóvenes y en Precario [Delia de Lucas] porque la anterior ya no cumplía los requisitos que marcan los estatutos. Nos conocemos desde hace años, tenemos experiencia en la gestión de los asuntos colegiales y un grado de compromiso y motivación que hace que trabajemos en un ambiente positivo y cordial. Es buena señal que nadie se haya bajado del barco en esta nueva etapa, quiere decir que estamos todos muy a gusto. Los años con el doctor Guilabert han sido muy intensos, es una persona muy trabajadora, activa y el Colegio era su vida. Ha sido mucho lo realizado pero destaco especialmente la organización con éxito del V Congreso Nacional de Deontología, siendo un colegio muy pequeño; el Estudio de Demográfica Médica de Castilla y León, fundamental para conocer la realidad de nuestra profesión, una herramienta muy importante para la Administración en cuanto a planificación sanitaria y, como colofón, el cambio de sede a un edificio moderno, con más luz,  una decisión que no era fácil. Y, en medio, llegó la covid... Hemos solicitado a la alcaldesa, Clara Luquero, que su ubicación se llame Plaza de los Médicos, creo que es un reconocimiento merecido que ya se ha hecho en otras ciudades. De momento no hemos recibido respuesta pero vamos a seguir insistiendo.       

La pandemia ha venido a agravar la situación en la que se encontraba la atención primaria, debido a los recortes en Sanidad, en los últimos diez años, ¿hasta qué punto repercute en la atención al paciente? 

Es verdad que veníamos de una situación de precariedad, lo habíamos señalado desde  el Colegio de Médicos, de forma reiterada, la pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema. Los primeros meses, sobre todo marzo y abril de 2020,  fueron tremendos, nos superaron porque hubo que cerrar todos los consultorios, nos replegamos a los centros de salud, disminuyó el número de profesionales debido a los contagios y se dejó de atender absolutamente todo, los pacientes crónicos quedaron aparcados, solamente se atendía lo urgente y lo que no podía esperar; solo covid y covid, no dábamos a basto...  El 80% de los pacientes covid los hemos atendido en Atención Primaria, que son los no complicados, que pueden estar en su casa, pero es un volumen enorme, todo en un ambiente de miedo e incertidumbre porque, los pacientes tenían miedo de venir a los centros de salud y los profesionales nos estábamos enfrentando a una enfermedad que desconocíamos, para la que no había tratamiento y veíamos cómo se morían algunas personas en sus domicilios, de la noche a la mañana. Como profesionales de primera línea no podías decir que no, teníamos que estar y además con el temor de llevarlo a nuestra casa y contagiar a nuestras familias.     

¿Ha cambiado la situación en un año?

Ahora mismo, en la cuarta ola, la Atención Primaria ha mejorado mucho en nuestra provincia. Debo decir en favor de la Gerencia y de la Dirección Médica que han puesto en marcha el dispositivo ‘Covid Atención Primaria’ que, junto con las Fuerzas Armadas, nos han descargado del enorme trabajo que estábamos soportando.  A los médicos de Atención Primaria nos ha permitido volver a recuperar toda la actividad que desarrollábamos,  tanto la consulta habitual a demanda, la programada y la atención a los pacientes crónicos; no hemos dejado de ver covid, porque en los centros de salud hay una consulta donde se diagnostica a los sospechosos, tras el contacto telefónico, y se valora a aquellos que pueden empeorar y se ve si hay que derivarlos al hospital.  Hemos recuperado una actividad normalizada con el tamiz de que el primer contacto es telefónico, pero la mayoría ya vemos la consulta presencial salvo que sea para arreglar una receta electrónica o un parte de incapacidad transitoria. Estamos poniéndonos al día en todas las pruebas pendientes, trabajamos de una forma más habitual.

¿Hasta qué punto crecen las listas de espera? 

Las listas de espera sí que existen porque nos repercute la situación del hospital, en el momento en que las uci se saturan y tienen que ocupar camas de reanimación,  suspendiéndose mucha cirugía, nuestros pacientes están ahí esperando... El servicio de rayos, que es central, de apoyo a todos,  además de contar con un menor número de la plantilla horizonte,  también está saturado,  pasa todo por ellos, lo que crea listas de espera para nuestros pacientes. 

Hay pacientes que recurren a la violencia por considerar que no se les atiende de forma adecuada,  ¿sin que sea esto justificable, cómo contemplan el aumento de las agresiones a los médicos y sanitarios?

Es un problema multifactorial,  es verdad que hay aspectos que no gustan a la población y es difícil contactar con tu médico solo por teléfono, a lo mejor las esperas son más largas o no conseguir lo que consideran, pero los consultorios no son supermercados, sino donde se desarrolla una relación médico-paciente en la que lo fundamental es la confianza, que debe producirse en un entorno de respeto.  Vivimos en una sociedad en la que la inmediatez es muy importante y todo tiene que ser aquí y ahora, aparte de que los valores fallan un poco... Es injustificable que se agreda a quien está para atender, tenemos que hacer una enorme labor de pedagogía.  

Se habla de que los consultorios rurales están abiertos, ¿qué tiene de realidad esta afirmación?,  ¿hasta cuándo se va a continuar con la relación telefónica médico-paciente?

A los médicos no nos gusta el teléfono, queremos tener relación con nuestros pacientes, verlos entrar por la puerta, si vienen sonriendo o tristes, establecer un contacto visual,  pero cuando está detrás del teléfono no estamos viendo sus gestos o si nos entiende.  Entendemos que el primer contacto sea telefónico para evitar contagios en las salas de espera, que ya no es como antes, pero quiero ser optimista y pensar que, en unos meses, se pueda recuperar la actividad habitual, aunque sí es verdad que  el teléfono ha llegado para quedarse para muchas cosas, como otras formas de consulta, por ejemplo las videollamadas.  Nosotros estamos deseando ver a nuestros pacientes, a la calidez de la consulta presencial...  En cuanto a los consultorios es verdad que hay algunos más pequeños que se juntan con un problema de recursos humanos,  pero se está atendiendo a todo el mundo, la única limitación es que el primer contacto es telefónico.  Hasta que las cosas no cambien, de momento tiene que ser así.  Los consultorios están abiertos, a la gente se la atiende y con calidad.   

El Sindicato Médico ha denunciado, esta semana, que la paciencia y el ánimo de los profesionales están llegando al límite y que existe un riesgo real de quiebra del sistema sanitario en la vertiente de la Atención Primaria, ¿comparte este criterio?

Sí lo comparto, si no se producen cambios el sistema va a quebrar, estamos al borde del precipicio, tenemos un magnífico Sistema Nacional de Salud (SNS) que parece ser que no se gestiona adecuadamente en las instancias pertinentes y estamos en una pendiente que no sabemos a dónde nos lleva. Es prioritario tomar medidas si realmente queremos un SNS público, de calidad, e invertir en él. 

¿Qué es lo que está fallando y cuáles son las medidas que se deberían adoptar? 

En Atención Primaria hay un problema de presupuesto, en los últimos años no ha hecho más que disminuir, aparte de que tiene que ser finalista.  Luego tenemos un problema muy serio de recursos humanos, hay que hacer una planificación adecuada e intentar aumentar la capacidad resolutiva de la Atención Primaria con un mayor acceso a las pruebas diagnósticas porque tenemos el catálogo limitado y, por una cuestión de eficiencia, lo que se puede resolver en el primer nivel no debe pasar al segundo.  Debería haber mayor presencia de la Atención Primaria en la Universidad, no todos los médicos pueden ser cardiólogos o nefrólogos, y hay que aumentar la estabilidad laboral, hacer contratos atractivos para que nuestros médicos no se vayan a otras comunidades autónomas  o al extranjero, incentivando las plazas de difícil cobertura, sobre las del mundo rural.  El problema es que como no hay recursos humanos y los pocos que existen pueden elegir pues optan por otras plazas.  

¿Cómo será la situación cuando se jubilen en Segovia, en unos años, la mitad de los médicos y no se cubran las vacantes por no ser atractivas las plazas ni estar incentivadas las coberturas?

Va a haber un problema muy grave, es general, con gran incidencia en Castilla y León y en nuestra provincia.  No sé por qué parece que todo el mundo mira hacia otro lado, es un problema muy serio, el estudio de demografía ya puso de relieve qué población tenemos, las edades y cuántos se están formando y se vio que no va a haber una reposición adecuada, cuando tenemos ahí una bolsa importante de médicos que han acabado la carrera pero, como no convocan suficientes plazas MIR, están en el limbo de los justos, no pueden acceder a la formación especializada y, por tanto, no pueden trabajar en el sistema público.  No se entiende que,  cuando hay falta de recursos humanos, no se optimice el número de plazas  de formación especializada.  Es un tema de los gestores y de los políticos,  estaremos en esa situación tan inestable mientras no tomen cartas en el asunto. 

¿Ante esta situación, son partidarios de los consultorios rurales de agrupación?

En esta situación de falta de recursos humanos desde el Colegio de Médicos los apoyamos por eficacia al tratarse de un centro dotado de médico y enfermera en el que hay oxígeno, desfibrilador, electro y una red de Internet para poder trabajar con el sistema informático. Y luego por eficiencia,  el tiempo del médico es de calidad y, entre tener un profesional trabajando en un centro rural agrupado viendo pacientes y resolviendo problemas con recursos, a que este paseándose de pueblo en pueblo,  pasando una o dos horas en la carretera, parece que es un tiempo que se desperdicia, mucho más en esta situación de falta de recursos. Pero esto debe ir acompañado de  facilitar la accesibilidad de los pacientes y crear un sistema de transporte ágil, para que la gente pueda llegar a los centros, manteniendo la atención domiciliaria, cuando sea necesaria.