A través de las redes sociales se había convocado una movilización en la plaza del Azoguejo contra la adopción del toque de queda. Tan solo ha sido apoyada por una decena de personas, que han protestado en silencio. "No se puede decretar un toque de queda sin que haya estado de alarma", argumentaba una de ellas ante los periodistas para justificar su postura. En un principio las patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local que se encontraban en el Azoguejo no han intervenido, pero pasados veinte minutos de las diez de la noche los agentes municipales han comenzado a solicitar sus documentos de identidad y uno de ellos ha explicado que "se informará de su conducta y, si se considera que es sancionable, serán multados".

Esta concentración se ha convertido en la excepción en el mayoritario cumplimiento del toque de queda al menos en las calles del centro histórico de Segovia. En torno a las diez y media de la noche, la Calle de los Bares y la Calle Real se encontraban completamente vacíos, y en la Plaza Mayor solo se escuchaba el ruido de los bares y restaurantes que estaban terminando de recoger -ya con la persiana bajada- y el sonido de la música de alguno de los numerosos pisos de estudiantes universitarios que hay junto a la Catedral.

Numerosos segovianos han apurado antes de volver a sus casas y cuando el reloj ha marcado las 22:00 horas en punto todavía se veía trasiego por las calles, pero enseguida Segovia ha vuelto a aquellos días de marzo, abril y mayo en los que era una ciudad desierta. Menos dificultades para las dotaciones de Bomberos que, justo en ese momento, han tenido que acudir a la Calle Real por una caída de tejas. Aun así habrá que esperar a mañana para comprobar el saldo de esta primera noche con toque de queda.