Cuando la polio sacudió al mundo

Pilar González Moreno (EFE)
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Aunque esta patología se considera prácticamente erradicada y el virus solo está activo en países como Afganistán o Pakistán, hace décadas fue un grave problema, sobre todo, en la población infantil

El virus de la polio, todavía presente en la actualidad en diferentes zonas geográficas, también sacudió al mundo hace décadas. Fue durante la posguerra y provocó, en sus casos más graves, numerosos episodios de parálisis muscular, dolor y muerte, especialmente entre la población infantil. La pesadilla tardaría años en casi desaparecer, gracias a la investigación y al hallazgo de dos vacunas. La primera, inyectable, fue la del norteamericano Jonas Salk, que se dio a conocer en 1955  y se fabricó a partir virus inactivados de la polio.

La segunda, del polaco-norteamericano Albert Sabin, era más barata y fácil de administrar que la anterior, ya que se tomaba por vía oral. Llegó a España en 1963, en una campaña piloto en León y Lugo. Pero también tenía contrapartidas. Al contener en su composición poliovirus atenuados, que se excretan por heces, contaminan el agua y pueden dar lugar a una nueva propagación de esta dolencia que afecta, en los casos más graves, al sistema nervioso (médula espinal) y da lugar a una parálisis permanente o provoca la muerte.

Los datos reflejan que hubo más de 300.000 afectados en España y las primeras estadísticas registraron 2.000 niños muertos y más de 12.000 parálisis entre 1956 y 1963.

«Lo que disparó la investigación fue un brote de 1952 en Estados Unidos, con 60.000 casos, 20.000 parálisis y más de 3.000 muertes». Así lo explica el académico Jorge Alvar Ezquerra, doctor en medicina, diplomado en Medicina Tropical por el Instituto Bernhard Nocht de Hamburgo, y que fue científico visitante de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, y jefe del programa de Control de Leishmaniasis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) .

De acuerdo con este miembro de la Real Academia Nacional de Medicina, en 1988 se declaraba en España su erradicación. Ese mismo año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una campaña de erradicación en el mundo, donde todavía quedaban 165 países endémicos, con un total de 350.000 casos.

En plena pandemia de la COVID-19, la OMS anunció la eliminación total en África de la hoy llamada polio salvaje o natural, es decir la no procedente de las excreciones asociadas a la vacuna. Pero dadas las circunstancias del momento, la noticia apenas tuvo el lugar que merecía en los medios.

Aunque es una enfermedad infantil, también puede afectar a los adultos y en estos casos se muestra más agresiva y letal.

Recuerda Alvar Ezqurra que el presidente de EEUU Franklin Delano Roosevelt fue uno de los afectados adultos. También la padeció la pintora mexicana Frida Kahlo, quien se infectó de niña. No obstante, puntualiza, la inmensa mayoría de la población ha sido prácticamente asintomática, en torno a un 95 por ciento. «En todo caso, han podido padecer cuadros de fiebre, cefalea, diarrea o cansancio», explica.

 

Síndrome postpolio

Apunta el académico la existencia del síndrome postpolio, que la OMS no llegó a reconocer hasta 2010. Algunos de los que padecieron la enfermedad, pasados los años, vuelven a tener  síntomas de fatiga, cansancio y debilidad muscular, acompañado de un componente psicológico importante ante la «sombra» de lo que padecieron 30 o 40 años atrás tras contraer el virus. Con menor frecuencia, se describen otros síntomas como atrofia muscular, dificultad para respirar y deglutir,  trastornos del sueño o intolerancia al frío.

¿Se podrá erradicar del todo la polio? Alvar muestra cierto optimismo. Piensa que podría lograrse, y, de ser  así, se convertiría en la segunda dolencia infecciosa humana que se erradica del planeta.

El tipo uno salvaje, explica, solo queda activo en Afganistán y Pakistán (156 casos en 2019)». El tipo dos salvaje se consideró erradicado en 1999 y el tipo tres salvaje se ha declarado erradicado en 2020.″

También es verdad, añade, que hay una parte «para no ser optimista porque se han producido unos 900 casos de polio en 2020 asociados a la vacuna». Las vacunas inactivadas (inyectadas) que son las que se aplican en los países donde se eliminó la circulación hace años (Europa, Norteamérica...) contienen los tres tipos. En países con riesgo, en algunos casos, se emplea la vacuna con el tipo uno monovalente, otras veces la trivalente. La OMS aconsejó hace varios años la retirada del tipo dos.

«Si el virus vacunal circula durante 12-18 meses porque no hay contención con campañas sistemáticas de vacunación, entonces puede recuperar la virulencia, con todas las consecuencias clínicas», determina.