Detenido un segoviano que llevaba 3 años en busca y captura

A. G. M.
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Antonio N. F., de 46 años, tenía que cumplir nueve años de cárcel por intentar matar a tres personas a cuchilladas en un club de alterne de La Lastrilla.

Detenido un segoviano que llevaba 3 años en busca y captura

Una investigación contra el tráfico de drogas en el barrio vallisoletano Las Delicias ha acabado con la detención de un segoviano de 46 años que llevaba escondido desde finales de 2017 en un pequeño piso de la calle Aaiún, también en la capital vallisoletana. Antonio N.F., condenado a nueve años de cárcel por intentar matar a tres personas durante una reyerta en un club de Segovia, apenas salía de casa y era su madre la que se encargaba de vender droga con la ayuda de un 'machaca'.

La denominada Operación Muleta arrancó en el mes de diciembre, después de que el Grupo VIII de la Brigada Provincial de Policía Judicial recibiese informaciones al respecto de la aparición de un punto de venta de estupefacientes en el entorno de las calles Aaiún y Caamaño, en las cercanías del parque de La Paz del barrio vallisoletano, donde había una mujer que estaría traficando en la calle.

Ni B.F.M., de 62 años, ni su hijo Antonio eran nuevos en el mundillo -ambos acumulan numerosos antecedentes, principalmente por tráfico de drogas-, aunque sí en Valladolid, hasta donde habían llegado desterrados por la 'ley gitana', después de aquella reyerta en un club de la localidad segoviana de La Lastrilla, registrada en abril de 2016 y en la que el prófugo llegó a atacar a cuchilladas a otros tres hombres, poniendo en riesgo su vida.

La madre contaba con el apoyo de S.S.B., un toxicómano con antecedentes por delitos contra el patrimonio, para las habituales labores del 'machaca', es decir, la vigilancia de la zona para alertar de la presencia policial. Por ello, según destacan fuentes de la Comisaría Provincial de Valladolid, "la investigación ha tenido que desarrollarse con dispositivos de vigilancia de gran dificultad por las grandes medidas de seguridad" que adoptaban en cada transacción.

Antonio N.F. no aparecía en la ecuación de la Operación Muleta hasta que el pasado miércoles se llevó a cabo la entrada en el domicilio de la calle Aaiún. Fuentes vecinales aseguran que llevaba "una vida monacal", habiéndose pasado los últimos tres años encerrado y escondido para evitar su ingreso en prisión, al tener vigente una orden de busca, captura e ingreso en prisión para cumplir con esos nueve años de cárcel.

El operativo que ha acabado con este punto de venta de droga se produjo a primera hora del pasado día 3. La Comisaría Provincial de Valladolid desplegó un amplio dispositivo policial en el que participaron agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), Guías Caninos y Policía Judicial. En el piso había 1.245 euros en billetes de pequeña cuantía y ocultos, aunque no se llegó a intervenir nada de droga, si bien las investigaciones efectuadas en las semanas previas permitieron la imputación de delitos contra la salud pública, además de uno de defraudación de fluido eléctrico, ya que carecían de contador y habían efectuado un 'puente' al alumbrado de la comunidad.

La Policía dejó en libertad al presunto colaborador y puso a disposición del Juzgado de Instrucción 3 a la madre, que quedó en libertad con cargos, y al hijo, para el que se decretó el ingreso en prisión.